Con el triunfo del Presupuesto 2026 consolidado, el Gobierno nacional ya mira hacia la próxima batalla legislativa.
El foco está puesto en conseguir los consensos necesarios para avanzar con la Reforma Laboral y los cambios en la Ley de Glaciares, dos proyectos emblemáticos que serán debatidos en el Senado a partir de febrero y que prometen un intenso debate político. Según TN.
Un nuevo equipo negociador lidera la construcción de mayorías
La sesión que aprobó el Presupuesto no solo dejó una victoria numérica para el oficialismo, sino que también delineó un nuevo mapa de poder dentro de la coalición gobernante. Según el análisis de medios especializados, un «triángulo» de operadores se consolidó como el núcleo para construir mayorías, eclipsando a otras figuras.
Este equipo está integrado por la senadora y jefa de bloque de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich; el ministro del Interior, Diego Santilli; y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem. A ellos se sumaron en las negociaciones el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y el subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo «Lule» Menem. Su centro de operaciones dejó de ser el salón Gris de la Presidencia del Senado para trasladarse al despacho de la senadora Bullrich, que se convirtió en el cuartel general de las tratativas.
El rol institucional de Villarruel y el ascenso de Bullrich en el Senado
En este nuevo esquema, la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien también es presidenta del Senado por su cargo constitucional, quedó relegada a un estricto rol institucional. Su función se limitó a abrir y cerrar la sesión, controlar el quórum y dar la palabra, delegando el seguimiento de los debates al presidente provisional del cuerpo, Bartolomé Abdala. Esta dinámica refleja un distanciamiento político con la Casa Rosada, que busca circunscribir su influencia en el proceso legislativo.
Por el contrario, Patricia Bullrich emergió como la «nueva dama fuerte del palacio legislativo», según la descripción de analistas políticos. Desde su oficina, coordinó la estrategia que le permitió al oficialismo, con apenas 21 senadores propios, alcanzar los más de 45 votos necesarios para aprobar sus proyectos, sumando apoyos clave de la UCR, el PRO y bloques provinciales.
Los próximos desafíos: febrero será un mes definitorio
Con la moral en alto tras la aprobación del Presupuesto y la Ley de Inocencia Fiscal, el equipo oficialista ya planifica los siguientes pasos. Los proyectos de Modernización Laboral y de reforma de la Ley de Glaciares, que ya cuentan con dictamen de mayoría, tienen fecha de debate fijada para el 11 de febrero, tras un nuevo llamado a sesiones extraordinarias.
Bullrich ha adelantado que el tratamiento de la reforma laboral «no será a libro cerrado» y que están abiertos a realizar modificaciones para sostener una mayoría amplia, aunque manteniendo el objetivo central de las iniciativas. La senadora expresó que seguirán «recibiendo propuestas, comentarios y, de ser necesario, modificando el proyecto». El éxito en estas nuevas negociaciones pondrá a prueba la fortaleza de la coalición gobernante y su capacidad para convertir sus promesas de campaña en leyes, en un año legislativo que recién comienza.




