El secreto de los guantes blancos de Scaloni y la Copa Mundial.
El director técnico de la Selección Argentina, Lionel Scaloni, acaparó las miradas al ingresar al sorteo del Mundial 2026 en Washington D.C. llevando la Copa del Mundo con un inmaculado par de guantes blancos.
Este gesto, que generó interrogantes entre los espectadores, no es una mera cuestión de estilo, sino que forma parte de un estricto protocolo para salvaguardar uno de los trofeos más valiosos y simbólicos del deporte global, un privilegio reservado para muy pocos.
El protocolo de los guantes: un cuidado de oro
Lionel Scaloni, uno de los pocos autorizados a tocar la Copa del Mundo, se presentó en el sorteo mundialista con guantes blancos, una práctica que la Agencia Noticias Argentinas confirmó como habitual en los traslados y presentaciones del trofeo.
El objetivo principal es evitar que huellas dactilares o cualquier marca queden sobre la superficie de oro, manteniendo su impecable estado. Aunque el DT argentino forma parte de un selecto grupo que incluye a los jugadores ganadores, jefes de Estado y funcionarios de la FIFA, el uso de estos guantes resalta el valor y la delicadeza con la que se trata el codiciado galardón.
El mensaje de esperanza del DT argentino
Durante la ceremonia, presentado por la modelo Heidi Klum, Scaloni aprovechó la ocasión para reflexionar sobre la inolvidable final de Qatar 2022 y enviar un mensaje inspirador de cara a la próxima Copa del Mundo. «Nuestro equipo, a pesar de las dificultades, siguió creyendo y en ningún momento creímos que ese partido podía terminar mal», recordó el técnico en español, haciendo alusión a la resiliencia de la «Scaloneta».
Su intervención culminó con una promesa de cara a la nueva competencia: «En la nueva Copa del Mundo intentaremos seguir compitiendo y no dar nada nunca por perdido», reafirmando el espíritu combativo que llevó a Argentina a la gloria.
El valor incalculable y la protección férrea de la FIFA
La FIFA resguarda el trofeo original con un celo extremo, dada su estimación en unos 20 millones de dólares. Las reglas son claras y estrictas: solo los campeones, los jefes de Estado y los funcionarios de la FIFA tienen la potestad de tocar la verdadera Copa del Mundo.
Es por esta razón que, tras cada victoria mundialista, el trofeo original es rápidamente retirado del campo de juego y reemplazado por una réplica de bronce bañada en oro. El gesto de Scaloni con los guantes, entonces, no solo es un acto de respeto, sino una manifestación visible de la rigurosa protección que envuelve a este símbolo máximo del fútbol mundial.
La presencia de la Copa del Mundo y el mensaje de Scaloni en el sorteo no solo marcaron el inicio del camino hacia el Mundial 2026, sino que también recordaron la majestuosidad y el estricto protocolo que rodean al objeto más preciado del fútbol.




