Once senadores provenientes de diferentes espacios del peronismo fueron clave para que el gobierno de Javier Milei lograra aprobar su primer Presupuesto Nacional.
Sin sus votos, la denominada «ley de leyes» no hubiera alcanzado los 46 votos necesarios para su sanción en el Senado. La mayoría de ellos responden a gobernadores provinciales que negociaron su apoyo, en un claro gesto de diferenciación con la conducción nacional del PJ liderada por José Mayans. Según Clarín.
El viernes 26 de diciembre, el bloque oficialista de La Libertad Avanza, con 20 senadores, necesitaba desesperadamente sumar aliados para alcanzar los 36 votos mínimos. Logró superar ampliamente esa cifra gracias a un complejo rompecabezas político que incluyó a la UCR (10 votos), el PRO (3) y una decena de peronistas que decidieron apartarse de la línea de su partido para acompañar la iniciativa del gobierno nacional.
Los once votos peronistas: un mapa de acuerdos con gobernadores
La construcción de los 11 votos peronistas se basó, principalmente, en acuerdos directos con gobernadores de distintas provincias. Estos mandatarios, priorizando las necesidades fiscales de sus jurisdicciones, instruyeron a sus representantes en la Cámara alta para que apoyaran el Presupuesto.
Los votos clave provinieron de cuatro espacios:
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Convicción Federal: Tres de sus cinco integrantes votaron a favor. Se trata de Guillermo Andrada (Catamarca), que responde al gobernador Raúl Jalil; Sandra Mendoza (Tucumán), bajo la órbita de Osvaldo Jaldo; y Carolina Moisés (Jujuy), enfrentada a La Cámpora en su provincia.
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Provincias Unidas: El senador Carlos «Camau» Espínola apoyó al Gobierno, mientras que su compañera de bloque Alejandra Vigo (esposa de Juan Schiaretti) se abstuvo.
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Espacios provinciales: Sumaron sus votos los dos senadores misioneros que responden a Carlos Rovira, los dos de Santa Cruz del gobernador Claudio Vidal, la salteña Flavia Royón(vinculada a Gustavo Sáenz), la chubutense Edith Terenzi (que responde a Ignacio Torres) y la neuquina Julieta Carroza (de La Neuquinidad, del gobernador Rolando Figueroa).
El trasfondo de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN)
El apoyo de estos senadores no fue gratuito. En las semanas previas a la votación, la Casa Rosada «regó con ATN» a varias de las provincias cuyos representantes terminaron acompañando el Presupuesto.
Algunos ejemplos son contundentes:
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Tucumán recibió $20.000 millones.
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Catamarca obtuvo $10.500 millones.
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Misiones fue beneficiada con $12.000 millones.
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Salta accedió a $6.000 millones.
Estos fondos extraordinarios, gestionados a través del Ministerio del Interior, fueron presentados como una ayuda para las provincias, pero la coincidencia temporal con la votación presupuestaria no pasó desapercibida. De hecho, durante la sesión, la senadora Edith Terenzi se sacó una foto con el ministro Diego Santilli, en un gesto interpretado como la confirmación de la recepción de esos fondos.
La otra cara: los peronistas que se mantuvieron en la oposición
No todo el peronismo acompañó al gobierno. La bancada oficial del Partido Justicialista, que conduce José Mayans y responde a la línea de Cristina Kirchner, votó en bloque en contra del Presupuesto. A ellos se sumaron los senadores del Frente Cívico por Santiago del Estero (de Gerardo Zamora) y dos integrantes de Convicción Federal: el puntano Fernando Salino y el riojano Fernando Rejal.
La aprobación del Presupuesto 2026 deja al descubierto una profunda fisura dentro del peronismo. Por un lado, una conducción nacional que mantiene una oposición frontal al gobierno de Milei. Por el otro, un grupo de gobernadores y senadores «dialoguistas» que, priorizando la gestión provincial y los recursos concretos, están dispuestos a negociar y apoyar leyes clave del oficialismo, marcando un nuevo mapa de poder dentro de la fuerza.




