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Argentina en crisis

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El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, le sugirió hoy al presidente Mauricio Macri que deje de «preocuparse» por si él «levanta el índice al hablar» y le pidió que «preste atención» a la suba en el índice de inflación, que en septiembre registró un alza del 5,9%.

«El Presidente está preocupado porque levanto mi índice al hablar. Pero hay índices que le arruinan la vida a la gente y condenan a millones a la pobreza», advirtió.

De esta manera, Fernández replicó la crítica que recibió de Macri durante el debate presidencial por su forma de gesticular con el «dedito acusador» -según lo definió el mandatario- como supuesto símbolo de un estilo autoritario.

«Presidente Mauricio Macri, sea serio y preste atención al índice de inflación, que da cuenta de la calidad de su gobierno», retrucó vía Twitter el ex jefe de Gabinete, haciéndose eco del último informe del INDEC que marcó un 5,9% de incremento promedio de los precios de la economía y un 37,7% acumulado en los nueve meses que lleva el 2019.

«Lamentablemente hemos visto que volvió el dedito acusador, volvió el atril, volvió la canchereada. El kirchnerismo no cambió. Por más que se oculte, trate de mostrarnos algo distinto, es lo mismo», había cuestionado Macri el domingo a la noche en el debate que tuvo lugar en la Universidad Nacional del Litoral, en Santa Fe.

En la mañana de este miércoles, Fernández tomó examen a sus alumnos de la materia Teoría General del Delito y Sistema de la Pena en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, y por la tarde encabezó una serie de reuniones en su despacho en el barrio porteño de San Telmo.

En primer turno, recibió a empresarios que se sumaron a la Convocatoria contra el Hambre lanzada semanas atrás en el marco de la campaña electoral, en un encuentro del que también participaron el candidato a diputado nacional Sergio Massa y los dirigentes Daniel Arroyo y Santiago Cafiero.

Más tarde, Fernández, Arroyo y Cafiero se reunieron con la representante de Unicef en la Argentina, Luisa Brumana, con quien se comprometieron, en caso de llegar al Gobierno, en «establecer reformas estructurales para federalizar la política de niñez en todo el territorio», y dar una respuesta específica al flagelo de la malnutrición infantil en el marco de la convocatoria Contra el Hambre.

Este jueves, el candidato presidencial cerrará el acto por el Día de la Lealtad peronista que se desarrollará en Santa Rosa, La Pampa, y que también contará con la presencia de su compañera de fórmula, Cristina Kirchner, la totalidad de los gobernadores peronistas con mandato vigente y electos, y los candidatos en las provincias que todavía no fueron a las urnas, entre otros dirigentes.

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, aterrizó la semana pasada en la provincia sureña de Neuquén, en el marco de su gira por el ‘Sí se puede’: el plan electoral que el mandatario ideó para recorrer el país, a fin de revertir la dura derrota que sufrió en los comicios primarios de agosto ante el líder opositor, Alberto Fernández.

Allí, frente a miles de personas que se congregaron para escucharlo, Macri aseguró que Neuquén es una pieza «clave» en el futuro del país: «Si seguimos trabajando juntos, como en estos últimos años, la provincia nos va a transformar en una potencia mundial en energía derramando puestos de trabajo en todo el país», aseguró el líder de Cambiemos.

La referencia del mandatario alude a Vaca Muerta, el principal yacimiento petrolero que dispone Argentina y en donde se encuentra la segunda reserva de gas no convencional más grande del mundo. La extensión del territorio abarca unos 30.000 kilómetros cuadrados y comprende a cuatro provincias distintas del sur.

Allí, 31 empresas locales e internacionales explotan actualmente la cuenca en más de 1000 pozos y, según los últimos datos de la Secretaría de Energía, en junio de 2018 la producción de gas aumentó un 8,2 % comparado con el mismo periodo de 2017. Asimismo, la extracción de petróleo en 2018 creció un 1,9 % más que el año anterior. Los especialistas sostienen que el sector energético tiene un potencial para igualar el ingreso de divisas que hoy genera la principal actividad del país: el campo, con 20.000 millones de dólares mensuales.

Los números reflejados entusiasman al Gobierno ante un escenario alarmante para la económica local, con cifras de inflación y pobreza que se profundizaron en los últimos meses. Es por eso que en su última convocatoria en Neuquén, Macri destacó el «impulso» que le dio a la región durante su mandato iniciado en 2015 y volvió a manifestar su intención de posicionar al país como uno de los principales exportadores de gas y petróleo en el mundo.

Sin embargo, Argentina aún no ha logrado el tan ansiado ‘autoabastecimiento’ energético, teniendo que importar combustible y elevar las tarifas de luz y gas para garantizar el servicio a los usuarios.

En 2018, el mandatario ya había recorrido la zona de Vaca Muerta junto a empresarios petroleros, en donde aseguró que el desarrollo del yacimiento permitiría generar unos 30.000 millones de dólares en producción y crear medio millón de puestos de trabajo. Las inversiones extranjeras siempre fueron una de las principales preocupaciones de la ‘Alianza Cambiemos’ para remediar, según el propio presidente, la supuesta «pesada herencia» que dejó la anterior gestión del kirchnerismo.

«Se enamoraron de Vaca Muerte y descuidaron todo lo demás»

Por el lado del candidato Alberto Fernández, que ganó las elecciones primarias con el 47,6 % de los votos, la región petrolera también será prioritaria en caso de triunfar en los comicios del próximo 27 de octubre.

El líder del ‘Frente de Todos’ hizo alusión al tema en reiteradas oportunidades y dejó clara su postura: «Sin duda Vaca Muerta es una gran oportunidad, pero hay que apostar a todas las energías en simultáneo. Hay que desarrollar la explotación convencional y las otras formas de energía que son renovables», señaló Fernández. El candidato también cuestionó al Gobierno por haberse «enamorado» del yacimiento y «descuidar todo lo demás».

En otra oportunidad, el político, que tiene como compañera de fórmula a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, aseguró que «no tiene sentido tener petróleo si las multinacionales se lo llevan» y remarcó que su principal preocupación es «generar riquezas para la Argentina y los argentinos».

En ese sentido, el abogado, de 60 años, celebró el reciente préstamo de los EE.UU. por 600 millones de dólares destinados a inversiones en Vaca Muerta y parques eólicos: «Es una muestra de que EE.UU. está mirando más allá del 10 de diciembre (día en que asuma el nuevo gobierno). Es un gesto muy importante», destacó.

¿Qué opinan los especialistas?

Diego Pérez Roig, experto en energía y doctor en ciencias sociales, explica que, en momentos de crisis económica, los gobiernos de turno potencian a la región de Vaca Muerta como un instrumento de «salvación».

«Existe una ambivalencia. Por un lado, el yacimiento cobra centralidad como posible motor de desarrollo productivo y con un aporte interesante de dólares a una economía diezmada. Pero, por el otro, está el tema de cómo se llevan adelante las condiciones de explotación para que aquello sea viable. Allí entran en juego varios factores: desde la necesidad de garantizar precios en el mercado interno, hasta la legitimidad social que se le infiere a un territorio extremadamente contaminante y frente al cual han emergido importantes resistencias», explica el especialista.

Según cifras de la organización Observatorio Petrolero Sur, tan solo en 2018, se produjeron casi 1000 accidentes ambientales a causa de derrames por parte de las petroleras en la región. Además, el Gobierno ha decidido custodiar la cuenca neuquina enviando a efectivos de la Gendarmería Nacional, a fin de contener las recurrentes manifestaciones de pueblos originarios, como los mapuches, ante el avance de compañías privadas en diversos territorios.

En cuanto a la política elegida por Macri para explotar la cuenca, Roig indica que es «difícil» de evaluar al convertirse rápidamente en un gobierno en «crisis»: «Cuesta distinguir qué medidas fueron adoptadas en el marco de una recesión y cuáles tuvieron un sentido más estratégico. Pero lo que se buscaba era perfeccionar una política de Estado, anclada en un modelo liberal de explotación a través de la inversión extranjera que terminó de despegar», finaliza el investigador.

En la misma línea, Martín Álvarez, investigador e integrante del Observatorio Petrolero Sur (OPSUR), asegura que, desde la llegada de ‘Cambiemos’, el yacimiento de hidrocarburos no convencionales fue explotado por compañías trasnacionales sin lograr el objetivo económico previsto por el Gobierno.

«La ‘lluvia de inversiones’ extranjeras de la que habló Macri para el país apenas fue un chaparrón en Vaca Muerta. La crisis local, sumado a las convulsiones por el precio internacional del petróleo, afectaron a las compañías. Sin embargo, dado las intenciones del gobierno, sería peligroso que el yacimiento iguale al sector rural en cuanto ingresos de divisas. El daño ambiental sería irrecuperable», asegura Álvarez.

El integrante de OPSUR también destaca que, con la actual gestión, el sector privado «desplazó» al Estado como protagonista del territorio petrolero: «La llegada de directivos de empresas privadas para presidir la Secretaría de Energía benefició a las corporaciones como principales explotadores, desplazando a la estatal YPF. La quita de subsidios, tanto en proyectos locales, como en las tarifas de gas y luz de los usuarios, tampoco contribuyó a mejorar la situación».

En cuanto a una posible victoria de Alberto Fernández, el especialista no confiere que el contexto en Vaca Muerta sea diferente con un gobierno del ‘Frente de Todos’.

«Es muy temprano para definir si mantendrán una política neoliberal u optarán por un modelo desarrollista a nivel nacional. Por las declaraciones de Fernández podría mantenerse en un punto medio. La gestión anterior del kirchnerismo tampoco fue positiva para el territorio, pese a que había una mayor presencia del Estado. Se extendieron contratos de explotación por 35 años, con cláusulas secretas, que iban en contra de los intereses nacionales», detalla Álvarez.

El consumo de carne vacuna tuvo una caída del 10,5% anual en los primeros nueve meses del año. En volumen, significa 6 kilos menos. Son datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (Ciccra) que registró 50,8 kilos por habitante, un nivel muy cercano al mínimo histórico.

Al contrastar septiembre de 2019 con septiembre del año pasado, el precio promedio de la hacienda experimentó un alza de 46,5%.

La merma está relacionada con la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores que mes a mes se encuentran con aumentos en todos los rubros. En septiembre el precio de la hacienda en pie comercializada a través del Mercado de Liniers avanzó otro 0,8% en relación a agosto y cerró el mes en un promedio de 61,284 pesos por kilo vivo.

De hecho, al contrastar septiembre de 2019 con septiembre del año pasado, el precio promedio de la hacienda experimentó un alza de 46,5%. En el Gran Buenos Aires en promedio los precios de los cortes vacunos registraron un aumento de 3,4% entre agosto y septiembre de 2019.

Por su parte, las carnes alternativas registraron alzas de precios sustancialmente superiores (12,4% en el caso del pollo y 14,0% en el caso de los cortes porcinos). La exportación, por otra parte, continúa en ascenso. Según el informe de Ciccra, por el crecimiento del mercado chino y la consecuente demanda externa, la faena durante el mes de septiembre fue de 1,2 millón de cabezas, lo que registra un aumento del 16,7% en relación al año pasado.

Es decir, la industria frigorífica logró compensar la retracción del mercado doméstico con la expansión de las exportaciones, que en enero-septiembre de 2019 habrían ascendido a casi 570.000 toneladas. Mientras tanto, la situación en el mercado interno es preocupante ya los argentinos cada vez comen menos carne.

Las cifras en los últimos tres años muestran una tendencia cada vez más a la baja que cada mes se acerca más al mínimo histórico de los 50 kilos por año por habitante.

Aunque la Argentina sea un país que acostumbra a sus ciudadanos a vivir con inflación, hay hechos que no dejan de sorprender. La suba de precios de los últimos tiempos está entrando en una espiral que parece difícil de frenar y que arrasa con el recuerdo de los valores que tuvieron bienes y productos en el pasado reciente. En el sector automotor, que se rige por listas oficiales, es más fácil realizar comparaciones. El resultado es alarmante.

La caída de las ventas y el exceso de stock está generando, desde hace varios meses, que se ofrezcan importantes bonificaciones para atraer a un público reacio a consumir. En algunos casos, esos descuentos pueden superar el 30% del valor oficial. Lo curioso es que por el monto de dinero que hoy se rebaja un 0 km, hace dos años o menos alcanzaba para comprarlo. Por ejemplo, un Chevrolet Onix Active cuesta hoy, según precio de lista, $1.155.900. La terminal está ofreciendo una bonificación de $300.000. A esto hay que sumarle un descuento adicional que agrega la concesionaria, según las necesidades de caja. En estos días, después de un sondeo realizado por Ámbito Financiero entre vendedores, se pudo comprobar que no baja de unos $50.000 adicionales. Es decir, ese modelo se consigue en $790.000 o menos. La diferencia es, entonces, de $365.000. En abril del año pasado, hace 18 meses, el precio de lista de ese mismo modelo era de $371.000. No es un caso excepcional. Otros ejemplos analizados muestran que no hay que irse más allá del 2017 para obtener el mismo resultado. Todo fruto de la inflación o de la suba del dólar, dilema interminable que deberá dirimirse entre aquellos que creen que primero fue el huevo y los que, por el contrario, sostienen que todo lo inició la gallina.

Lo cierto es que los valores de los 0 km se dispararon a partir de abril del año pasado cuando el tipo de cambio pegó su primer salto importante. El 70% de la oferta es importada y los modelos “made in Argentina” tampoco escapan del movimiento del dólar debido a que la mayoría de las autopartes también llegan del exterior. Eso hizo que los precios de los autos terminarán el 2018 con un incremento de alrededor del 100%. La situación no cambio en este 2019 y el ajuste cambiario, que llevó al dólar por arriba de los $60, fue acompañado con otro importante aumento de precios que provocó que el costo de un 0 km se triplicara. Con esta estampida, no hay poder adquisitivo que resista.

El resultado es el derrumbe del mercado. Según datos de patentamientos que maneja la asociación de concesionarias (ACARA), las operaciones hasta ayer mostraban una baja, en octubre, de 43,99% contra la misma cantidad de días de igual mes del año pasado. Comparado con diciembre, el retroceso del mercado es de 15%. De esta manera, en el acumulado anual, la contracción de los registros es de 44,6%. Para octubre se espera un volumen de operaciones de 30.000 unidades o menos y unas 430.000 de mercado total.

Se estima que en los depósitos de fábricas, concesionarias e importadores, hay unos 150.000 vehículos esperando dueño. El problema es que aún con los descuentos que se están ofreciendo, la demanda no responde debido que el alza de los precios corre más rápido que los aumentos de salarios.

Las perspectivas no son alentadoras. Para el 2020 esperan un año igual o peor que el actual con una inercia muy negativa para el primer semestre. Estos descuentos, en medio de un marco de caída de ventas, hace que la rentabilidad de concesionarias y fabricantes haya desaparecido por lo que el sector se encuentra en un clima de altísima fragilidad, lo que augura un verano muy complicado.

Los productos de primera necesidad alcanzados por la medida del Gobierno que elimina el IVA, en sólo dos meses volvieron a incrementar considerablemente sus precios y ya alcanzan los valores que tenían antes de las elecciones PASO y hasta en muchos casos los superan.

Y es que a pesar de la devaluación post PASO, los precios en los supermercados se mantuvieron estables en agosto en gran medida por el impacto que generó la quita del IVA en los más de 2000 productos de la canasta básica de alimentos. Lo cierto es que en septiembre los supermercados se tomaron revancha y según un relevamiento realizado por este diario incrementaron un 8,2% los precios en sólo un mes, muy por encima de la inflación estimada del 5,5%.

«De acuerdo a las mediciones que desarrollamos a través de Focus Market vía scanntech en los primeros 15 días de septiembre la variación interanual por categoría fueron de 62% para el caso de alimentos, un 44% bebidas, 67% Cuidado Personal y 61% Limpieza», explicó Damián Di Pace, analista económico.

Los relevamientos de Comercio Interior indicaron que, antes de las PASO, el aumento de esta canasta había sido de 0,02% (del 1°al 11 de agosto pasado). Tras las primarias y la devaluación, los valores de los productos -con el envío de nuevas listas de precios alimentos de la industria a los supermercados- subieron 3% hasta el viernes 16 de agosto. Pero, tras el decreto para eliminar el IVA (en algunos productos del 21% y en otros de 10%), se produjo un retroceso de 3,8%.

Ahora la mayoría de estos artículos están más caros que antes de la primera semana de agosto. Por ejemplo, la leche larga vida La Serenísima cuesta $66, 10% más que en agosto y más caro que a fines de julio que valía $63. La yerba de kilo Playadito tuvo un alza de casi el 20% de agosto a septiembre. Pasó de $152 a $182, el mismo valor que en la última semana de julio antes de las elecciones. La lista de ejemplo se reproduce y no excede a ninguna categoría. Todos sufrieron incrementos, aunque algunos menos marcados. El azúcar Ledesma solo subió un 7% en el mes de septiembre y alcanzó el mismo precio que en julio, publica Ámbito Financiero.

El Banco Mundial pronosticó que la economía argentina sufrirá este año una contracción del 3,1% y que bajará 1,2% en el 2020, según un informe sobre la situación económica de América latina publicado por esa entidad.

El estudio estimó que la actividad productiva del país recién volverá a la senda del crecimiento con una leve reactivación del 1,4% en el 2021.

Según el informe, América Latina y el Caribe, sin contar a Venezuela, crecerá un 0,8% en 2019 y un 1,8% en 2020.

«La recesión argentina se profundizará antes de que comience la recuperación», señaló la entidad, al hacer referencia a los dos años de caída contínua, tras el impacto de la devaluación.

El trabajo destacó que los países del Pacífico, América Central y el Caribe seguirán experimentando un crecimiento «más veloz, en promedio, que los países del Atlántico».

Las economías más grandes de la región tuvieron que enfrentar recesiones, turbulencias macroeconómicas o una desaceleración en el crecimiento, apunta el informe, que señala que Brasil crecerá un 0,9%; México, 0,6%, y Colombia un 3,3 por ciento este año.

Advirtió que «un freno en la economía mundial podría hacer que estas perspectivas se deterioren aún más», aunque indicó que «una mayor integración al comercio internacional y a las cadenas de valor globales podría reavivar el crecimiento económico».

El estudio indica que los acuerdos comerciales sellados por México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y el Mercosur y la Unión Europea, que fueron negociados en el transcurso del último año, «representan oportunidades hacia una mayor integración comercial y, eventualmente, un mayor dinamismo regional».

«Ambos pueden tener efectos positivos considerables sobre el crecimiento, aunque deberán abordarse los impactos ambientales y las potenciales repercusiones negativas sobre ciertas áreas», indicó el informe, titulado «¿La integración comercial como vía hacia el desarrollo?».

La Confederación Rural Argentina manifestó con preocupación que el gobierno nacional impuso la liquidación de divisas de forma inmediata, o sea la transacción de los dólares que se adquieren por la venta de lotes, por pesos argentinos.

Esto provocó una falta total de prefinanciación tanto nacional como internacional y en este contexto, los exportadores se han retirado del mercado dejando sin oferta a las licitaciones de lana de las últimas semanas.

Se debe considerar que el 93% de la lana que se produce en el país se exporta, y que la zafra se desarrolla en los meses de octubre, noviembre y diciembre, pero en tales circunstancias, suspendida la demanda, los productores no encuentran como comercializar su lana, lo que les genera un gravísimo perjuicio que pone en riesgo su continuidad empresaria y los compromisos de pago asumidos.

La Federación Lanera Argentina, que conduce el también CEO de Lanera Fuhrman de Trelew, Marco Gallia, emitió un comunicado en donde resalta esta situación y advierte a los productores sobre su gravedad y los motivos por los cuales no se realizan operaciones de compra.

A la grave situación descripta también la Federación Lanera Argentina ha comunicado a los productores que los pagos del IVA de cada operación se posponen a 360 días de la misma.

La Confederación Rural Argentina y la Federación Lanera advirtieron a los coordinadores de la Mesa Ovina Nacional sobre el perjuicio causado y la necesidad de tomar medidas urgentes que permitan la normalización del mercado lanero y el retorno a las operaciones en forma habitual.

Por el contrario, la devaluación del peso argentino ha atenuado en parte esos efectos, aunque la ecuación de costos recorre una línea muy delgada, por lo que el nuevo cuadro requiere de soluciones inmediatas.

El exministro de economía, Domingo Felipe Cavallo, volvió a alertar sobre la posibilidad de que se produzca una hiperinflación en la Argentina, y avisó que más allá de que no ocurra en a fin de año, “seguirá siendo un “gran riesgo” en los en 2020 y 2021″.

“Aun cuando no se produzca en noviembre y diciembre, la hiperinflación seguirá siendo un gran riesgo durante los años 2020 y 2021”, advirtió el extitular del Ministerio de Hacienda durante las presidencias de Carlos Menem y Fernando de la Rúa.

En un artículo publicado recientemente en su blog personal, Cavallo sostuvo que “el Banco Central ya ha comenzado a perder el control de la emisión monetaria y este fenómeno se acentuará apenas se produzca el vencimiento de las LECAPs y las LETES cuyos plazos fueron prorrogados entre tres y seis meses”.

Para el exfuncionario, “si bien es altamente probable que el Gobierno deba disponer muy pronto la suspensión temporaria de todos los pagos de la deuda pública en dólares, incluidas las LETEs, con lo que liberará por varios meses (probablemente por todo el año 2020, como mínimo) al Tesoro de la carga que significan los intereses y la amortización de los títulos que vencen en el período de la suspensión, es inimaginable que pueda volver a suspender el pago de las LECAPs, además de tener que pagar en los plazos originales las LECAPs y las LETES en manos de personas humanas”.

Por otro lado, el veterano economista dijo que “es muy probable que tenga que pagar también las LECAPs y las LETES que constituyen capital de trabajo de empresas comerciales e industriales que de no recibir esos pagos se verían imposibilitados de erogar salarios e impuestos. Lo mismo ocurre con las que están en manos de provincias”.

Según Cavallo, “todos estos pagos, más los que se harán necesarios para financiar el déficit fiscal remanente de cada mes, ahora que ha desaparecido totalmente el crédito público interno y externo, darán paso a una expansión muy rápida de la cantidad de pesos en circulación”.

En ese marco, consideró que “no hay ya espacio para que las LELIQs (que tendrán que transformarse en un encaje remunerado) puedan seguir utilizándose para neutralizar la expansión monetaria”.

“La pérdida de la capacidad de control de la emisión monetaria es la razón por la que se hizo inevitable la introducción de los controles de cambio. Si ellos no hubieran sido introducidos, y, si aún introducidos no se los perfeccionaran con un desdoblamiento que viabilice un mercado libre para todas las transacciones no comerciales, el descontrol monetario llevaría rápidamente a la hiperinflación”, remarcó.

Finalmente, el extitular de Hacienda afirmó que “todas estas precauciones persiguen evitar que la hiperinflación se desate en la transición entre el gobierno saliente y el que resulte elegido, pero no aseguran que no se vaya a producir durante 2020 o 2021”. Por lo cual, “es clave que los asesores económicos de los candidatos adviertan los peligros que se presentan en el horizonte y no sean complacientes”.

La firma alimenticia Arcor no es ajena a la crisis económica local y en este marco resolvió adelantar vacaciones durante las próximas semanas en cuatro de sus establecimientos productivos. La compañía busca sortear la caída de ventas liquidando stocks y achicando costos de producción.

Según explicaron fuentes gremiales, la medida fue acordada con los representantes de los trabajadores y afectaría a más de 2.500 personas de sus plantas ubicadas en Colonia Caroya (Córdoba), Villa Mercedes (San Luis), Salto (Buenos Aires) y Tucumán.

El acuerdo contempla parar las fábricas a partir del próximo 4 de noviembre por dos semanas consecutivas y para el resto de sus establecimientos productivos se seguirán evaluando los pasos a seguir aunque no se descarta que la medida se extienda en los próximos días a más plantas de producción.

Esta drástica decisión fue además antecedida por el cierre de dos de sus establecimientos productivos ubicados en Mendoza y en Río Negro. Más específicamente en Mendoza despidió a 125 operarios de su fábrica dedicada a las mermeladas La Campagonla, la decisión incluyó además el traslado de las operaciones a la provincia de San Luis. En Río Negro, mientras tanto, contaba con una operación menor dedicada a las conservas de tomate que hoy ya pasó a la historia.

Según el diario Ámbito Financiero, la situación que atraviesa Arcor venía siendo, al menos, anunciada por su dueño, Luis Pagani. Sólo un par de semanas atrás el empresario había declarado avizoraba un 2020 «crítico» y abogaba por la conformación de un «gran acuerdo entre todos», incluidos empresarios y sindicalistas porque «la situación es grave y no la puede resolver solo un Gobierno».

De esta manera Pagani adelantaba que Arcor estaba atravesando uno de los peores años en su historia y a pesar de que encuentra una fortaleza en su perfil exportador, la caída de ventas en el mercado local, junto a las millonarias pérdidas que acumuló durante el año pasado, que ascendieron a más de $1.100 millones, la empujaban a tomar decisiones drásticas para salir a flote.

Según detallan desde la firma, durante los primeros ocho meses de este año, sus ventas en el mercado interno cayeron más del 5%. Justamente alrededor del 70% de sus ingresos dependen de la Argentina, en un contexto en el que las exportaciones también vienen cayendo.

La firma Nidera Semillas confirmó el cierre definitivo de una de sus plantas de producción ubicada en la localidad de Miramar, en la provincia de Buenos Aires, en la cual trabajaban 70 personas, entre personal estable y contratados.

La multinacional explicó que la decisión se debe al plan de concentrar sus operaciones en el establecimiento santafesino de la localidad de Venado Tuerto, en Santa Fe.

Desde hace tiempo, la compañía estaba recortando operaciones productivas en Miramar. Ya en 2016 se habían concretado cerca de un centenar de despidos en esa planta dedicada a recibir y seleccionar espigas de maíz y girasol para transformarlas en semillas y despacharlas.

La actividad principal de esa planta se realiza sobre todo entre el verano y el otoño. Actualmente Nidera Semillas pertenece a otra multinacional de gran renombre en el sector agropecuario: Syngenta, que en 2018 concretó su compra por alrededor de u$s 3.000 M. y quien, a su vez, también es parte del grupo chino Chemchina.

«Estamos haciendo un traslado de las operaciones a toda la zona de Venado Tuerto. El objetivo es ser más eficientes en todo lo concernientes al negocio de semillas de maíz y girasol», señaló el responsable de la producción, Estanislao Sestak.

«No es agradable decirle a una persona que ya no tiene trabajo, por más que van a ser indemnizados como corresponde», agregó.