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El stock de pasivos remunerados de la entidad monetaria disminuyó casi $2 billones el jueves 30 de noviembre. El stock de las Letras de Liquidez del BCRA se achicó. Qué hicieron los bancos con ese dinero.

En los últimos días creció el debate acerca del voluminoso stock de deuda que emite el Banco Central, los pasivos remunerados bajo las Leliq y los Pases Pasivos que indexan al ritmo de la tasa de política monetaria, hoy en el 133% nominal anual o un 253% anual según la tasa efectiva, al renovar capital e intereses a lo largo de un año.

El 29 de noviembre, dicho stock alcanzó un nuevo récord. Los Pases pasivos (a un día de plazo) se ubicaron en los $14,6 billones ($14.641.698 millones), de los cuales $4,2 billones estaban constituidos por FCI (Fondos Comunes de Inversión); las Leliq (Letras de Liquidez a 28 días) se situaron en $9,5 billones ($9.524.633 millones), mientras que las Nobac (Notas del BCRA a 90 días) sumaron 115.851 millones de pesos. Esto totaliza unos $24,3 billones ($24.282.182 millones), a los que podrían adicionarse el equivalente a cerca de USD 5.200 millones en concepto de Lediv, que son Letras del BCRA a tasa 0%, pero que están atadas a un eventual aumento del tipo de cambio oficial.

No obstante, los pasivos remunerados registraron un muy importante descenso de casi 2 billones de pesos el jueves 30 de noviembre. Los Pases pasivos contabilizaron $14,7 billones ($14.699.956 millones); las Leliq, unos $7,5 billones ($7.529.063 millones) más Nobac por 115.066 millones de pesos. Componen un total de $22,3 billones ($22.344.085 millones), es decir un recorte de $1.938.097 millones o un 8% en solo día.

La pregunta que surge entonces es ¿a dónde fue a parar esa enorme masa de pesos?

Un estudio de la consultora EcoGo precisó que “desde la semana previa al balotaje (10/11/23), los bancos están empezando a ver un deterioro de su fondeo, con salidas en términos reales del 28,6% de las cuentas remuneradas y de 13,6% de los fondos mayoristas. La caída en los depósitos a plazo fijo minoristas es significativamente menor (9,1% acumulado), aunque el retroceso acumulado en el último año es mucho mayor (35,3% versus 24,4% de las empresas)”.

¿A dónde va el flujo de fondos? “La mayor parte se destinó a FCI que han incrementado fuertemente las colocaciones en Pases en el BCRA, pasando de $0,6 billón ($600.000 millones) el 10 de noviembre a $4,2 billones en la actualidad. Otra parte fue destinada a Lediv, que aumentaron $0,7 billón ($700.000 millones) en el mismo período, hasta que el BCRA cortó la cobertura”, indicaron desde EcoGo.

“Por otro lado, los bancos ya están completamente corridos de las Leliq, que pasaron de $14,2 billones antes del balotaje a tan solo $7,5 billones la semana última. Además en la última semana ni siquiera destinaron el fondeo a Pases, aunque una parte podría haber sido alocada en la nueva licitación del Tesoro, donde sin vencimientos or delante y con una buena cantidad de pesos en los depósitos, Finanzas logró conseguir $915.000 millones de financiamiento neto que irán directo a financiar el déficit elevado de diciembre. De esta manera, el Tesoro acumula en los depósitos cerca de $2 billones que serán suficientes para financiar las necesidades remanentes de este año y que incluso sobrará para los primeros meses de este año”, acotaron los expertos de la consultora dirigida por Mariana Dal Poggetto y Sebastián Menescaldi.

Por último, es relevante el crecimiento de la Base Monetaria -el dinero con el que funciona la economía- a partir del 10 de noviembre pasado, cuando totalizó $7,7 billones ($7.719.679 millones), hasta los $8,1 billones ($8.141.499 millones) el 28 de noviembre, que implica un alza de $421.840 millones o un 5,5 por ciento.

¿Qué hacer con la deuda del BCRA?

El crecimiento exponencial de los títulos de deuda que emite el BCRA fue una constante durante la administración de Alberto Fernández, que contó con la conducción de Miguel Pesce al frente de la autoridad monetaria. Hoy el stock de Leliq y Pases Pasivos representa casi tres veces la Base Monetaria y unos USD 62.000 millones al tipo de cambio oficial que también casi triplican las reservas internacionales brutas de la entidad.

Cómo abordará el gobierno de Javier Milei el difícil manejo de este excedente de pesos que amenaza con volcarse al mercado -con gran repercusión sobre la inflación y el precio del dólar- es otra gran pregunta que tratan de responder los analistas financieros.

Un estudio de GMA Capital reseñó que “una de las urgencias a tratar según Milei, además del ajuste fiscal sin gradualismo, es el desarme de las Leliq. La próxima gestión recibirá un stock de pasivos remunerados superior a $24 billones, es decir, 9,6% del PIB. Según el propio Milei, este cuadro debería ser corregido antes de liberar el mercado de cambios. En caso contrario, el riesgo de una hiperinflación sería inminente”.

“No obstante, más que la cifra nominal, es clave tener en cuenta la tasa real que estos pasivos devengan. Y es que en 29 de los 47 meses de gestión actual la tasa de política monetaria fue negativa una vez descontada la inflación. De cara a los próximos meses, hay consenso de que la nominalidad se aceleraría -producto de la corrección de precios relativos-, por lo que la tasa vigente probablemente siga siendo negativa”, añadieron desde GMA Capital. “Por ahora, los pesos están encapsulados en los balances de los bancos. Si desarmaran pases (por ejemplo, motivado por una salida de depósitos), en cambio, esto sería monetariamente expansivo, algo que haría que los pesos girasen más rápidamente en la economía y la caída de la demanda de pesos tomara envión. Como resultado, podríamos ver mayores presiones sobre la inflación y el dólar”, puntualizó el informe.

“Por el lado monetario, la magnitud alcanzada por los pasivos remunerados del BCRA y el bajo nivel de reservas imponen un límite a la idea original de dolarización. En este sentido, parecería haberse adoptado un camino más moderado, buscando reestructurar dichos pasivos para poder romper rápidamente con la dinámica endógena y devolver grados de libertad a la política monetaria. El mantenimiento inicial de algún tipo de restricción al acceso al mercado de cambios -probablemente para ciertos pasivos con el exterior como servicios, deuda de importadores, dividendos, etcétera- harán que por un tiempo se mantenga algún tipo de desdoblamiento del mercado de cambios. La magnitud de la brecha y duración de la situación dependerá del punto de partida y de la cuantía de las restricciones, pero fundamentalmente, de la generación de confianza y de expectativas de convergencia. La consistencia del programa fiscal juega aquí un rol central”, consideró José María Segura, economista Jefe de PwC Argentina.

Germán Fermo, estratega en mercados internacionales del Grupo IEB (Inverir en Bolsa), subrayó que “los pasivos remunerados sí son un problema y hay que pegarle fuerte a ese problema. Recordemos que los intereses que devengan esos pasivos representan el 8% del PBI, por lo tanto es una bomba que hay que desactivar si uno quiere corregir ese problema. Si no se liquidan rápidamente esos pasivos no veo manera de resolver rápidamente -unos dos años- el problema de la inflación. Muy probablemente lo que se decida en los próximos días con los pasivos remunerados del central va a definir el éxito o el fracaso del Presidente. Si no se soluciona el drama de estos pasivos es imposible aniquilar la inflación. Y sin ello ni aniquilás la inflación . Y sin aniquilar la inflación te termina comiendo toda la dinámica de la economía argentina, como le paso a Mauricio Macri.

“Las Leliqs son un problema derivado del déficit fiscal financiado con emisión monetaria. De allí que un eventual alivio en la carga de intereses de los pasivos del Central no debería verse como un sustituto del ajuste fiscal. No es la dinámica de las Leliq a lo largo de 2023 la que explica la aceleración inflacionaria. Son otros los factores que la determinan: a) la falta de financiamiento genuino del déficit fiscal, cubierto por emisión directa e indirecta del Banco Central; b) la sostenida caída de la demanda de dinero -aumento de la velocidad de circulación-, que achica la base imponible del ‘impuesto inflacionario’”, evaluaron los economistas Jorge Vasconcelos y Maximiliano Gutiérrez, del IERAL de la Fundación Mediterránea.

El equipo económico de Javier Milei tuvo su primera baja antes de comenzar. Emilio Ocampo, designado por el presidente electo para presidir el Banco Central desde antes de la primera vuelta electoral, se bajó para ocupar ese lugar, según pudo saber Infobae de fuentes de La Libertad Avanza.

Ocampo fue el primer funcionario designado por Milei para integrar su gobierno el pasado 22 de septiembre. En plena campaña para la primera vuelta electoral, Milei lo mencionó como un protagonista central de su plan de dolarizar la economía y suprimir el BCRA. “Emilio Ocampo va a ser el presidente del Banco Central y lo va a cerrar”, dijo entonces Milei.

La posible llegada de Luis Caputo al ministerio de Economía, quien planea un esquema diferente para resolver el desarme del stock de Leliq, fue el factor determinante para la salida de Ocampo del equipo de Milei.

El nombre que más suena para ocupar la presidencia del Banco Central es del de Demián Reidel, quien fue vicepresidente de la entidad durante la gestión de Federico Sturzenegger. Tras un largo paso por Wall Street, Reidel regresó a la Argentina a fines de 2015 para integrarse al BCRA convocado por Sturzenegger, de quien fue alumno. Reidel tuvo un rol esencial en salida del control de cambios en el comienzo del gobierno de Mauricio Macri. Hace pocos días, cambió su bio de X en la que se presenta como “desarmador de cepos”.

Si bien no hay confirmación oficial, voces como la del ex secretario de Comercio Miguel Braun dan como un hecho ambas designaciones. En un mensaje en la red social X, señaló: “Excelente noticia Caputo-Reidel. Tienen la capacidad técnica y la coordinación para salir de la crisis de corto plazo, y es una señal de que la dolarización, como explicó @JMilei, se definirá más adelante cuando sea factible”.

Lo que terminó por detonar la salida de Ocampo fue su oposición con el plan de Caputo, lo que hacía imposible iniciar una gestión en tándem de ambos funcionarios en dos lugares centrales de la administración pública. Fuentes de esas conversaciones aseguraron a Infobae que no obstante este cambio, el plan de dolarizar la economía sigue en pie ya que Caputo está de acuerdo con su implementación, aunque no en los mismos plazos y con el mismo diseño que Ocampo.

En un informe de su consultora, Anker, Caputo señaló: “Creemos que habrá una hoja de ruta ordenada y no disruptiva para la dinámica del mercado, y descartamos un escenario de dolarización a cualquier precio”.

Durante las últimas horas, ante un escenario en el que se fueron completando la mayoría de los casilleros del gabinete con excepción del Palacio de Hacienda, la dolarización anunciada por Milei a lo largo de la campaña fue puesta en duda. Y Ocampo estaba en el centro de esa disputa, ya que siempre le había dejado en claro a Milei que su presencia en el BCRA tenía como condición la puesta en marcha de la dolarización según su propio modelo, explicitado en su libro Dolarización, una solución para la Argentina, en coautoría con Nicolás Cachanosky.

“Si no vamos a hacer este plan de dolarización, mejor que llamen a otro”, explicó Ocampo desde el comienzo de su acercamiento a la política, después de una extensa carrera en el sector privado, que incluyó funciones ejecutivas en bancos como Chase Manhattan, Salomon Brothers, Citigroup y Morgan Stanley en Nueva York y Londres. Desde 2006 regresó a la Argentina

En base a ese plan y a la designación de Milei, Ocampo armó un equipo de 20 profesionales y lo puso a trabajar en unas oficinas de Palermo, ubicadas frente al Malba, para afinar su plan. Desde hace cerca de dos meses, se ocuparon de peinar cada área del Banco Central para rediseñar su formato y arrancar la dolarización. Al frente de ese equipo se ubicó Mariano Flores Vidal, ex gerente general del BCRA, para aportar su conocimiento del funcionamiento interno de la entidad. Flores Vidal, a quien Ocampo considera su mano derecha en esa tarea, también se apartó del proyecto.

Fuente: Infobae

El dinamismo de la política cumple con la premisa que es el arte de lo imposible, ¿Quién iba a pensar que Arcioni está a punto de convertirse en el líder absoluto de esta provincia?.

¿Y porque casi aseveramos esto? Por qué en el día de ayer en comunicación telefónica con los equipos técnicos de Sergio Massa se filtró una información que es un bombazo para Chubut cuando nos preguntaron cómo lo vemos a Arcioni para el Banco Central.

Desde hace un tiempo se habla de dos cargos para Mariano Arcioni, el primero antes de colocarlo en la boleta para integrar el Parlasur era la embajada de España pero Ricardo Alfonsín actual embajador en ese país jugó con Massa y continuará en ese cargo si Sergio finalmente se consagra presidente.

El segundo cargo que suena para Arcioni es el Banco Central y si esto se llega a dar Mariano tendrá las llaves de las arcas para solucionar el endeudamiento de Chubut o por lo menos seguir manejando los hilos de la emisión de letras o el re perfilamiento de la deuda de la provincia.

Pero Mariano está en condiciones de obtener de Massa el premio a la lealtad por lo tanto podría ser Ministro, obtener un cargo importante en Energía o hasta presidir YPF, el definirá con sus Jefe Político y sus aliados en la Patagonia que cargo sea el mejor para su futuro político que lo tendrá en los próximos cuatro años como protagonista principal.

Quién se relame es el Ministro de Economía Osca Antonena quién se iría con Arcioni ya que todos estos años de experiencia en el manejo de la “Caja de Chubut” ya sea con los endeudamiento o la emisión de letras le da un lugar privilegiado y se ha convertido en un hombre de confianza para el actual gobernador por lo que podría emigrar a Bs. As al Banco Central o seguir manejando el sistema de endeudamiento provincial.

El economista Carlos Melconian consideró que la propuesta de dolarización que presenta La Libertad Avanza (LLA) «están a punto de archivarse» porque «sus propios ideólogos se están dando cuenta que no va» y admitió que dentro de su equipo una de las opciones que se analiza es un «desdoblamiento cambiario».

«Yo creo que está a punto de archivarse ese proceso (la dolarización) porque sus propios ideólogos se están dando cuenta que no va. Están detrás profesionales muy competentes como Roque Fernández y Carlos Rodríguez que entienden y muy bien lo que está pasando y se están corriendo de estas opciones«, sostuvo Melconian.

En declaraciones al programa de Marcelo Longobardi en Radio Rivadavia, el eventual ministro de Economía en una presidencia de Patricia Bullrich, reconoció que su equipo analiza como alternativa de transición un «desdoblamiento» del mercado de cambios con un dólar comercial y uno financiero hasta tanto se den las condiciones para la unificación.

Melconian sostuvo que «la palabra cepo ya quedo obsoleta» porque «en el correr de los meses se transformó en telaraña».

Con este escenario, adelantó que su propuesta de bimonetarismo plantea un cambio en el Código Civil y Comercial para que las transacciones que hoy se formalizan en pesos pero requieren de artilugios legales y contables porque en realidad se realizan en dólares tengan legalidad.

«Ese movimiento se tiene que dotar de legalidad» y necesita de una reforma del Código Civil Comercial como para, por ejemplo, que la compra de un  auto pueda realizarse y registrarse en dólares.

Melconian aclaró que «la bimonetariedad es la convivencia del peso y del dólar» pero remarcó que «no es un tipo de cambio libre y flotante» en el inicio del proceso.

El economista explicó que se irá desarmando «la telaraña» que es el cepo actual manteniendo «políticas macroeconómicas sensatas» y en ese sentido dio como ejemplo que se prohibirá el ingreso de dólares temporarios para especulación en el mercado financiero y salida libre.

«No se va a poder entrar dólares para hacer una diferencia y sacarlos cuando quieran», advirtió.

Añadió que «el Banco Central va a tener un régimen cambiario diferencial y una alternativa es la división entre dólar financiero y dólar comercial».

«La estabilización cambiaria y el régimen económico es uno de los 20 temas que tenemos en la cabeza, mientras que un tercio (por el resultado de la elección) sólo habla de un tema (dolarización) y el otro no habla de nada (en alusión al ministro de Economía, Sergio Massa)», graficó Melconian.

Por otra parte, consideró que la posibilidad de una «transición ordenada se fue acotando» y observó que no aprecia voluntad en el oficialismo de que sea una «transición colaborativa».

 

El Gobierno observará con extrema atención el dato de inflación que dará esta tarde el INDEC.

Confían que el número será inferior al 8,4% que marcó el mes de abril.

En los economistas, no hay un consenso sobre el tema: mientras que algunos sostienen que tocará el 9%.

Otros afirman que será del 7%.

El Banco Central de igual manera, ya decidió lo que hará con la tasa de interés de los plazos fijos.

Tras el incremento que realizó en mayo, la tasa de referencia llegó al 97% para los plazos fijos y 154,28% efectivo anual.

En términos mensuales, equivale a un 8% nominal o 12,86% efectivo.

Una expectativa de la baja de la inflación haría que el Banco Central liderado por Miguel Pesce decida sostener el nivel de tasas y no hacer cambios al respecto.

Qué pasará con las tasas, según los economistas

El economista Gustavo Ber consideró que el Banco Central mantendrá la tasa «sin modificaciones, a la espera de evaluar cómo sigue la dinámica en los próximos meses. En medio de un período pre electoral, resultaría además lo más conveniente para evitar acelerar la nominalidad de la economía, por sus implicancias negativas entre otras sobre los pasivos remunerados y la actividad económica».

Para el economista de la Universidad de Avellaneda Pablo Ferrari:

“Las consultoras privadas no estiman que sea mucho más elevado que el de abril, por lo que, si es así, por la lógica de suba de tasas que viene utilizando el BCRA, no debería subir”.

Para Joel Lupieri, economista de Elypsis, “es probable que, dada la dinámica de precios que se viene imponiendo, el BCRA continúe con la tendencia de seguir ajustando las tasas al alza”.

Según su opinión, es importante que, en momentos de incertidumbre, la autoridad monetaria continúe con una política firmemente restrictiva para avanzar en la búsqueda de ir aplacando, tanto las expectativas de deprecación del peso, como la escalada inflacionaria.

El dólar blue terminó estable y cerró a $484 en la punta vendedora mientras el Banco Central (BCRA) siguió vendiendo reservas.

La divisa informal acumuló una merma de $6 en la semana, debido a las necesidades de pesos de las empresas por principio de mes, y la brecha con el oficial se mantuvo debajo del 100%.

El BCRA vendió divisas por tercera jornada consecutiva por US$ 62 millones en el mercado de cambios, y sumó ventas por US$ 186 millones en las últimas tres ruedas, para atender la demanda del mercado.

En la bolsa porteña los dólares financieros quedaron debajo del blue tras operar en baja y el dólar MEP o Bolsa subió hasta los $471,9 y la brecha con el oficial quedó en 96,2%.

El dólar Contado con Liquidación cayó hasta los $481,4 y el spread con el oficial se ubica en 99,3%.

La divisa legal sin impuestos aumentó 73 centavos y cerró en $256 según el promedio de los principales bancos privados del sistema financiero y en el Banco Nación avanzó $1,50 hasta los $254.

El dólar Qatar cotizó a $512,38 y se mantiene encima del blue desde hace once ruedas, mientras que el dólar turista o tarjeta, que aplica para consumos en el exterior con tarjetas de débito y crédito se ofreció a $448,3.

El ahorro o dólar solidario, con la carga impositiva se vendió a $422,7 y el mayorista, que regula el BCRA, cerró en $ 244,4 en la venta y con una rueda para terminar la semana acumula una suba de $3,60, lejos de los $5,10 del final de la anterior.

El senador nacional Ignacio «Nacho» Torres, se pronunció respecto de la decisión del Banco Central de la República Argentina (BCRA) de venderles a las provincias sólo el 40% de los dólares que requieren para afrontar los vencimientos de deuda. La medida fue comunicada a través de la Circular A7782.

Torres elaboró un Proyecto de Declaración en la Cámara Alta, en el que recordó que la provincia de Chubut, conjuntamente con Tierra del Fuego y Neuquén, son «las que más aumentaron sus exportaciones en términos porcentuales durante el primer semestre del año 2022, con subas interanuales del 86,6%, 87,4% y 200%, respectivamente» y recordó que, durante el mismo año, se presentó un Proyecto de Comunicación en el que se planteaba la necesidad de que el Poder Ejecutivo Nacional «arbitrara los medios necesarios para que -en el momento de pago de las regalías provenientes de la actividad hidrocarburífera- se liquidara y pagara a las Provincias Beneficiarias, a modo de compensación, la brecha existente entre el dólar oficial y el valor dólar MEP«.

Sin embargo, sostuvo el Senador Nacional, «en un sentido absolutamente contrario a lo solicitado y a la realidad económica de nuestro país, el Banco Central emitió la Comunicación ‘A’ 7782, mediante la cual básicamente se termina imponiendo un nuevo ‘cepo’ cambiario para las provincias en materia de pago de vencimientos de deuda en dólares, permitiéndoles adquirir hasta un 40% de las divisas que requieren para afrontar dichas obligaciones«.

En el mismo sentido, Torres recordó que «en 2016, Chubut emitió deuda nominada en moneda extranjera por 650 millones de dólares, la cual fue refinanciada en 2021, sin mencionar que sobre la misma pesan significativos importes de capital que aún permanecen impagos«.

Sobre esto último, el Senador Nacional sostuvo que «la nueva normativa impartida por el Banco Central impactará de forma negativa y contundente sobre los presupuestos provinciales, principalmente en el caso de Chubut, considerando que la obligación de pago del 60% de la deuda con recursos que podrían destinarse a obras provinciales, o la obligación de refinanciar dicho porcentaje establecida por reciente Comunicación del organismo monetario, dan cuenta de que el federalismo del Gobierno Nacional encuentra su propio vencimiento en lo discursivo, mientras que, en la realidad, terminarán dilapidando la situación financiera de varias provincias«.

Lo aprobó el directorio de la entidad financiera. El nuevo billete conmemora el desarrollo de la ciencia y de la medicina en la Argentina. También analizan emitir uno de $5.000.

El directorio del Banco Central (BCRA) aprobó la emisión de un nuevo billete de $2.000 y que se integrará a la actual línea peso. «Fue diseñado en colaboración con Casa de Moneda y conmemora el desarrollo de la ciencia y de la medicina en la Argentina», se anunció oficialmente.

Según trascendió, es probable que éste billete de mayor denominación esté en la calle en el segundo semestre de este año y tendrá como protagonistas al Instituto Nacional de Microbiología Dr. Carlos Malbrán, en el reverso, y a los doctores Cecilia Grierson y Ramón Carrillo, precursores en el desarrollo de la medicina en nuestro país, en el anverso.

Esta noticia llega tras tres años de resistencia por parte del BCRA a imprimir billetes de mayor denominación, incluso pese a los insistentes reclamos de los bancos al respecto. Desde el sector bancario consideran que se trata de una respuesta tardía, pero bienvenida. Y el lanzamiento «responde a una necesidad del sistema, que está colapsado», según dijo una fuente cercana al Gobierno a Ámbito.

El último anuncio en materia de nuevos billetes que había habido en Argentina fue en junio del año pasado, cuando se anunció el lanzamiento de una nueva familia que recuperó las figuras de los próceres nacionales (desplazadas en el anterior Gobierno por las de animales autóctonos), e incorporó imágenes de mujeres destacadas a fin de resaltar el rol femenino en la historia nacional.

Y es que, el BCRA insistió en varias ocasiones que lo que busca es impulsar el uso de los medios electrónicos de pago en las transacciones con medidas innovadoras que permiten su desarrollo a partir del programa Transferencia 3.0 y consideraba que el lanzamiento de billetes de mayor denominación atentaría contra esa política.

Sin embargo, hace unos meses empezaron a circular más fuertemente versiones sobre que esta medida estaría por llegar y, a media que se iban haciendo más fuertes, se fue haciendo más evidente que la noticia era casi un hecho. Esos rumores indicaban, sin embargo, que los billetes serían de $5.000 y $10.000, pero no será así por el momento. Los planes del Gobierno, por ahora, solo contemplan el de $2.000, que se anunció, y, aunque el de $5000 no se aprobó aún, está en estudio.

Cabe recordar que, hasta ahora, el papel de mayor denominación es el de $1.000, que por la evolución de la inflación, ha perdido mucho poder adquisitivo y eso trae complicaciones a los bancos, que se quejan de los costos de la logística, los problemas de desgaste de los cajeros y las quejas de los clientes.

Fuente: Ambito

En el Gobierno confían en que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre terminará por debajo del 6%. Las consultoras privadas prevén una desaceleración con respecto al 6,3% de octubre, aunque no todas coinciden en que el dato comenzará con 5.

Desde el Gobierno confían que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre estará por debajo del 6%. Para que eso suceda, se implementó el programa Precios Justos en productos de consumo masivo y, más recientemente, se amplió hacia los combustibles.

En este contexto, las consultoras privadas prevén una desaceleración con respecto al 6,3% de octubre, aunque no todas coinciden en que el dato comenzará con 5. En este marco, el Director del Banco Central, define su política monetaria, según publica Ámbito.

El directorio del Banco Central quiere mantener su tasa de interés sin cambios hasta diciembre, debido a que prevén que la inflación se irá reduciendo con el dato del mes de noviembre y diciembre inclusive.

Pero en diciembre, habrán muchos aumentos estacionales por lo cual, se verá cómo se da la dinámica de precios semana a semana. De confirmarse que en noviembre se reduzca la inflación, sería el menor registro desde junio cuando marcó un 5,3%.

Según consignó la agencia Bloomberg, desde el Banco Central esperan que la inflación cierre en torno al 5,5%. El último Relevamiento de Expectativas del Mercado espera una marca similar a la de octubre con un registro del 6,2%. Para los analistas privados que siguen la evolución de la inflación la hipótesis que alienta el Gobierno es factible.

Para diciembre, el escenario descendente podría modificarse, debido a que tal como señalan distintos analistas, a la inercia de los últimos meses y distintos aumentos previstos, se suman los incrementos estacionales en distintos productos y servicios. Sobre todo, los vinculados a las fiestas.

Este contexto, entonces, le pone un piso algo más elevado al IPC del último mes del año. Aunque todavía es demasiado prematuro para aventurar un número, de acuerdo al último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA, se espera una inflación de 6,4%. Esto significaría una aceleración con respecto al número esperado para noviembre.

Es algo que, aseguran analistas, suele suceder en diciembre. “Salvo en los años en los que hubo una devaluación previa durante el año, siempre en diciembre se acelera la inflación por el contexto de las fiestas”, explicó a Marín Kalos, director de EPyCA Consultores.

Y agregó: “Este año, se viene de rondar un 6% de inflación en los meses previos. Es una dinámica desconocida para Argentina. Hay una inercia mucho más alta y estamos en un régimen inflacionario con un piso mucho más alto, en torno al 6%, que obviamente no es un piso rígido y ojalá se pueda horadar. Pero estamos en un año que en promedio viene alto”.

“En diciembre hay demanda estacional por las Fiestas, que se suma a los movimientos que suele haber en torno a las cotizaciones de los dólares, que configura ofertas y demandas estacionales muy marcadas”, continuó.

Entonces, “es probable que esa zozobra, más la estacionalidad de los precios por las Fiestas, y un fin de año que se perfila muy estancado en términos de actividad económica, genere efectivamente que diciembre sea un mes donde se pueda recalentar un poco la inflación”, explicó.

Por su parte Eugenio Marí, Economista Jefe de Libertad y Progreso, ratificó que en noviembre se registró una desaceleración en el índice de inflación, en parte por una menor suba del precio de los alimentos.

“De cara a diciembre, otro factor que puede ayudar a moderar la suba del IPC es el Programa de Precios Justos, que, si bien no es una herramienta efectiva de combate contra la inflación, sí podrá tener un impacto transitorio en la medición del Índice de Precios”, sostuvo.

“Esto porque incluye más que nada a productos del rubro de Alimentos y Bebidas, que es el de mayor ponderación en el índice con 23% para la región GBA. Sin embargo, dados los niveles de inflación actuales, en principio estimamos que su efecto no será suficiente como para que se perfore el piso de 6% mensual”, señaló el economista.

El dólar blue se disparó con fuerza y superó el techo de los $300 (a $302), hasta tocar su mayor valor desde la corrida de julio producto de la crisis política ante cambios en el Ministerio de Economía.

El Banco Central continúa con el drenaje de divisas: se desprendió de US$ 48 millones y en lo que va de noviembre acumula ventas por US$ 911 millones. Esto provocó que las reservas perforaran el piso de los US$ 38.000 millones: están en US$ 37.867 millones.

Las reservas cayeron US$ 806 millones en lo que va de noviembre, y el panorama es desalentador para las próximas semanas.

En medio de una fuerte caída de reservas y de un convencimiento en el mercado de que la divisa norteamericana está muy atrasada, las presiones por devaluar se hacen cada vez más fuertes.

Con la fuerte suba de los tipos de cambio financieros, el dólar paralelo anota su mayor ascenso diario en un mes: escala $8 y alcanza los $302, su máximo nivel desde el 27 de julio pasado, cuando cerró a $314. La brecha cambiaria con el tipo de cambio oficial mayorista llega al 86,2%.

La semana pasada el blue acumuló un avance de $4, la mitad a la variación que registra este martes. El dólar informal avanzó $94 en lo que va de 2022, después de cerrar el 2021 en los $208.

El año pasado, el dólar blue registró un alza de 25,3% ($42), la mitad respecto de la inflación del período (50,9%). En 2020 había mostrado un brusco salto de 111%.

«La autoridad monetaria debió intervenir nuevamente en el sector donde operan bancos y empresas con ventas que asistieron a las órdenes de compra sin cobertura y fueron acotando la evolución de los valores del dólar. En noviembre la autoridad monetaria lleva once ruedas consecutivas con pérdidas de reservas y de a poco se encamina a terminar el mes superando la mayor pérdida registrada en julio de este año» dijo Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio. El dólar sin los impuestos ganó 56 centavos a $169,18, según el promedio que surge de los bancos del sistema financiero local. El billete en el Banco Nación avanzó a $168,50.