El mercado petrolero opera bajo dos realidades: la convencional en lucha con los costos y el shale Vaca Muerta como motor de crecimiento y rentabilidad
Industria petrolera argentina. El sector de Oil & Gas en Argentina enfrenta un panorama dual, donde el incremento de los costos de extracción está comprimiendo los márgenes de rentabilidad, especialmente para los productores de hidrocarburos convencionales. Este desafío contrasta con la fortaleza y el crecimiento sostenido de la producción en Vaca Muerta, según el último reporte sectorial de Moody’s Local Argentina. Según informa: iProfesional
El trabajo destaca que el incremento en los «lifting costs» (costos de extracción) registrado en 2024 redujo significativamente los márgenes de rentabilidad para los productores de hidrocarburos convencionales. Durante el año pasado, se evidenciaron mayores costos tanto de extracción como de perforación, lo que llevó a menores márgenes de rentabilidad en las empresas del sector.
Así, en este escenario las productoras convencionales experimentaron un aumento de sus costos operativos de entre un 30% y 40% interanual, lo que explica el desaliento en la inversión y en la caida de productividad que se mantiene como en los últimos años.
Para 2025, Moody’s Local Argentina proyecta que los márgenes de rentabilidad en el segmento convencional se mantendrán iguales o por debajo de los niveles de 2024. Esta expectativa se basa en los importantes desafíos para reducir costos, la apreciación cambiaria y la caída en el precio del crudo registrada en los últimos meses.
La producción de petróleo proveniente de cuencas maduras, predominantemente convencionales, declinó aproximadamente un 5% en 2024 y acumuló otro 4% de caída entre diciembre de 2024 y mayo de 2025. Los márgenes de EBITDA para la producción en áreas maduras disminuyeron hasta un 30%, desde más del 40% en 2023. Los costos de equilibrio para las áreas convencionales se sitúan en un rango de u$s55 a USD 75 por barril.
Vaca Muerta impulsa el crecimiento
En marcado contraste, el sector no convencional de Vaca Muerta, exhibe una dinámica más favorable. La elevada productividad de los pozos de shale mitiga en gran medida el incremento de los costos de extracción, manteniendo márgenes de rentabilidad más elevados. En 2024, registró un fuerte incremento de producción cercano al 28% interanual.
Aunque las productoras de shale también vieron sus márgenes de EBITDA reducirse a un promedio del 45% (desde el 50% en 2023), se mantienen en niveles altos en comparación con el convencional. Los precios de equilibrio para el no convencional son más bajos, en torno a los u$s 40-45 por barril.
Entre los gastos con mayor incremento se encuentran los rubros de transporte, sueldos, servicios contratados, energía y materiales. Asimismo, los costos de perforación para el sector en general aumentaron en torno a un 30%-50% respecto de 2022-2023.
Hacia adelante, las compañías enfocadas en Vaca Muerta continuarán enfrentando desafíos operativos para mantener altas tasas de crecimiento en volumen. Sin embargo, se verán favorecidas por la liberación de cuellos de botella gracias a la finalización de proyectos clave de infraestructura, como el Proyecto Duplicar de Oldelval, la Terminal de Oiltanking y el oleoducto Vaca Muerta Norte.
Estas obras permitieron incrementar el transporte de crudo desde la Cuenca Neuquina hasta 540 mil barriles por día, desde los 220 mil en 2023. Se esperan altos niveles de CAPEX en Vaca Muerta, que serán financiados a través de la generación de flujo de fondos propia y un incremento en el nivel de endeudamiento.