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En el Gobierno confían en que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre terminará por debajo del 6%. Las consultoras privadas prevén una desaceleración con respecto al 6,3% de octubre, aunque no todas coinciden en que el dato comenzará con 5.

Desde el Gobierno confían que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre estará por debajo del 6%. Para que eso suceda, se implementó el programa Precios Justos en productos de consumo masivo y, más recientemente, se amplió hacia los combustibles.

En este contexto, las consultoras privadas prevén una desaceleración con respecto al 6,3% de octubre, aunque no todas coinciden en que el dato comenzará con 5. En este marco, el Director del Banco Central, define su política monetaria, según publica Ámbito.

El directorio del Banco Central quiere mantener su tasa de interés sin cambios hasta diciembre, debido a que prevén que la inflación se irá reduciendo con el dato del mes de noviembre y diciembre inclusive.

Pero en diciembre, habrán muchos aumentos estacionales por lo cual, se verá cómo se da la dinámica de precios semana a semana. De confirmarse que en noviembre se reduzca la inflación, sería el menor registro desde junio cuando marcó un 5,3%.

Según consignó la agencia Bloomberg, desde el Banco Central esperan que la inflación cierre en torno al 5,5%. El último Relevamiento de Expectativas del Mercado espera una marca similar a la de octubre con un registro del 6,2%. Para los analistas privados que siguen la evolución de la inflación la hipótesis que alienta el Gobierno es factible.

Para diciembre, el escenario descendente podría modificarse, debido a que tal como señalan distintos analistas, a la inercia de los últimos meses y distintos aumentos previstos, se suman los incrementos estacionales en distintos productos y servicios. Sobre todo, los vinculados a las fiestas.

Este contexto, entonces, le pone un piso algo más elevado al IPC del último mes del año. Aunque todavía es demasiado prematuro para aventurar un número, de acuerdo al último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del BCRA, se espera una inflación de 6,4%. Esto significaría una aceleración con respecto al número esperado para noviembre.

Es algo que, aseguran analistas, suele suceder en diciembre. “Salvo en los años en los que hubo una devaluación previa durante el año, siempre en diciembre se acelera la inflación por el contexto de las fiestas”, explicó a Marín Kalos, director de EPyCA Consultores.

Y agregó: “Este año, se viene de rondar un 6% de inflación en los meses previos. Es una dinámica desconocida para Argentina. Hay una inercia mucho más alta y estamos en un régimen inflacionario con un piso mucho más alto, en torno al 6%, que obviamente no es un piso rígido y ojalá se pueda horadar. Pero estamos en un año que en promedio viene alto”.

“En diciembre hay demanda estacional por las Fiestas, que se suma a los movimientos que suele haber en torno a las cotizaciones de los dólares, que configura ofertas y demandas estacionales muy marcadas”, continuó.

Entonces, “es probable que esa zozobra, más la estacionalidad de los precios por las Fiestas, y un fin de año que se perfila muy estancado en términos de actividad económica, genere efectivamente que diciembre sea un mes donde se pueda recalentar un poco la inflación”, explicó.

Por su parte Eugenio Marí, Economista Jefe de Libertad y Progreso, ratificó que en noviembre se registró una desaceleración en el índice de inflación, en parte por una menor suba del precio de los alimentos.

“De cara a diciembre, otro factor que puede ayudar a moderar la suba del IPC es el Programa de Precios Justos, que, si bien no es una herramienta efectiva de combate contra la inflación, sí podrá tener un impacto transitorio en la medición del Índice de Precios”, sostuvo.

“Esto porque incluye más que nada a productos del rubro de Alimentos y Bebidas, que es el de mayor ponderación en el índice con 23% para la región GBA. Sin embargo, dados los niveles de inflación actuales, en principio estimamos que su efecto no será suficiente como para que se perfore el piso de 6% mensual”, señaló el economista.

El dólar blue se disparó con fuerza y superó el techo de los $300 (a $302), hasta tocar su mayor valor desde la corrida de julio producto de la crisis política ante cambios en el Ministerio de Economía.

El Banco Central continúa con el drenaje de divisas: se desprendió de US$ 48 millones y en lo que va de noviembre acumula ventas por US$ 911 millones. Esto provocó que las reservas perforaran el piso de los US$ 38.000 millones: están en US$ 37.867 millones.

Las reservas cayeron US$ 806 millones en lo que va de noviembre, y el panorama es desalentador para las próximas semanas.

En medio de una fuerte caída de reservas y de un convencimiento en el mercado de que la divisa norteamericana está muy atrasada, las presiones por devaluar se hacen cada vez más fuertes.

Con la fuerte suba de los tipos de cambio financieros, el dólar paralelo anota su mayor ascenso diario en un mes: escala $8 y alcanza los $302, su máximo nivel desde el 27 de julio pasado, cuando cerró a $314. La brecha cambiaria con el tipo de cambio oficial mayorista llega al 86,2%.

La semana pasada el blue acumuló un avance de $4, la mitad a la variación que registra este martes. El dólar informal avanzó $94 en lo que va de 2022, después de cerrar el 2021 en los $208.

El año pasado, el dólar blue registró un alza de 25,3% ($42), la mitad respecto de la inflación del período (50,9%). En 2020 había mostrado un brusco salto de 111%.

«La autoridad monetaria debió intervenir nuevamente en el sector donde operan bancos y empresas con ventas que asistieron a las órdenes de compra sin cobertura y fueron acotando la evolución de los valores del dólar. En noviembre la autoridad monetaria lleva once ruedas consecutivas con pérdidas de reservas y de a poco se encamina a terminar el mes superando la mayor pérdida registrada en julio de este año» dijo Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio. El dólar sin los impuestos ganó 56 centavos a $169,18, según el promedio que surge de los bancos del sistema financiero local. El billete en el Banco Nación avanzó a $168,50.

Las principales empresas fabricantes de alimentos le plantearon un cuadro muy preocupante a Miguel Pesce, titular del Banco Central. Advirtieron que por las últimas restricciones a las importaciones y la disparada de los dólares alternativos habrá un fuerte ajuste en los precios a partir de los próximos días. También mencionaron la posibilidad de desabastecimiento de productos en las góndolas.

El planteo quedó plasmado ayer durante un almuerzo que los ejecutivos de las compañías alimenticias más grandes de la Argentina mantuvieron con el jefe del Banco Central.

Allí, los empresarios comentaron que están recibiendo ajustes en los precios de sus insumos -de entre 20% y 25%- de parte de sus proveedores. Y que estarán obligados a trasladarlos a los precios de sus productos.

Esos aumentos abarcan a los principales insumos -algunos importados- de la industria alimenticia: desde papel y cartón a envases, latas y esencias, entre otros productos que abarcan a distintas ramas de la industria.

El escenario planteado por los industriales da cuenta de un agravamiento de la situación económica. Por la escasez de dólares, las trabas a las importaciones y la suba de los dólares alternativos (contado con liquidación, MEP y «blue»), hasta ahora se habían evidenciado aumentos de precios y faltantes en distintos rubros. Pero los alimentos habían quedado al margen de las anomalías.

Se trata de la mayor venta en un solo día desde que se inició el actual gobierno. Así, el dólar quedó en $99,52 para la compra y $99,72 para la venta, mientras que el blue cerró en $197,50

En la última jornada cambiaria del mes, el Banco Central debió vender USD 290 millones de sus reservas en el mercado mayorista para contener la demanda y evitar la suba de la cotización, que en ese segmento quedó en $99,52 para la compra y $99,72 para la venta, tres centavos por encima del cierre de ayer.

Se trata de la mayor venta de divisas por parte de la autoridad monetaria en un solo día desde que comenzó el gobierno de Alberto Fernández. La venta anterior se había registrado el 4 de febrero de 2020 y había alcanzado los USD 276 millones.

De este modo, la semana del dólar oficial cerró con un alza acumulada de 33 centavos.

“Es la suba semanal más alta desde la última semana de abril”, explicó el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios, quien agregó que en la jornada de hoy se sintió “el impacto pleno de la demanda potenciada por el cierre de octubre” en el volumen negociado en el mercado. “La demanda de divisas excedió a la oferta privada disponible y requirió de las ventas oficiales para atender el faltante,” señaló el analista.

Por otro lado, el contado con liquidación libre trepó hasta los $207 y el dólar blue cerró en $197,5, lo que eleva la brecha cambiaria al 98 por ciento.

Fuente: Infobae

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) acumuló compras por US$ 360 millones en el mercado cambiario en la última semana y, en lo que va de octubre, lleva un saldo de unos US$ 310 millones, un nivel inusualmente alto dado el período de bajas liquidaciones del sector agroexportador y que configura el mejor año de intervenciones en el mercado desde 2012.

Si se tienen en cuenta las últimas siete jornadas hábiles el rally comprador de la autoridad monetaria superó los US$ 500 millones, un fenómeno que responde a una serie de medidas adoptadas tanto por por el BCRA como por la Comisión Nacional de Valores (CNV) para frenar la inercia dolarizadora en tiempos electorales y así evitar sobresaltos en el mercado cambiario y destinar las reservas a los sectores productivos que precisan importar bienes intermedios y de capital.

En cualquier caso, la fuerte suba en los precios internacionales de los productos exportables de la Argentina durante 2020 y los límites a la compra de dólares para atesoramiento y compras de ciertos producto finales permitieron al BCRA acumular US$ 6.530 millones en compras en lo que va de 2021.

Se trata del mejor dato de intervención neta acumulada para esta época del año desde 2012, cuando se habían obtenido US$ 8.081 millones, y muchísimo mejor que los registros de los últimos tres años cuando se habían vendido reservas por US$ 4.450 millones en 2020, US$ 6.505 millones en 2019 y US$ 16.474 millones en 2018.

«La mejora que se está viendo en estas ruedas forma parte de una política cambiaria que pone parche sobre parche para evitar un episodio devaluatorio, lo cual es deseable, pero que implica reforzar este supercepo que se impuso exigiendo el despacho a plaza para pagar las importaciones», explicó a Télam el economista Ricardo Delgado, director de la consultora Analytica.

«Más allá de que este es el peor trimestre para el ingreso de dólares dada la baja liquidación de cosecha, no creo que sea una estrategia demasiado sostenible», analizó Delgado.

En ese sentido, el Central pudo volver a comprar dólares en el mercado por primera vez desde agosto luego de que el miércoles de la semana pasada se modificara el mecanismo por el cual se realizan los pagos anticipados de algunas importaciones, que solo estarán habilitadas para empresas que tengan confirmado el despacho a plaza de los bienes.

La medida estará vigente -en principio- hasta el 31 de octubre y aplica a los casos en que se estén realizando compras en el exterior por mayor valor de lo que se ha ingresado ya que, según argumentó el Central, desde junio que se registran pagos por casi US$ 2.000 millones más que el valor de los despachos de mercadería a plaza.

Según datos informados por la autoridad monetaria en junio se registraron importaciones por US$ 5.600 millones mientras que los pagos alcanzaron los US$ 5.900 millones; en julio fueron US$ 5.400 millones de importaciones y pagos por US$ 5.700 millones; en agosto, US$ 5.400 millones de ingreso de bienes y US$ 6.200 millones de pagos; y en septiembre, US$ 5.500 millones de importaciones y US$ 5.900 millones de pagos.

A esto se sumaron medidas de la CNV para limitar el volumen de operaciones de arbitrajes con bonos que cotizan en pesos y dólares y que son las más usadas para dolarizar carteras por parte de empresas y privados por afuera del mercado de divisas.

El propio presidente del BCRA, Miguel Pesce, reconoció días atrás que «en los momentos donde podemos relajar las regulaciones cambiarias a favor de la producción, de la inversión y del intercambio lo hacemos y en el momento donde necesitamos introducir alguna regulación para evitar un desborde que comprometa la estabilidad cambiaria, lo hacemos también».

«Este año hemos mostrado que tenemos experiencia y éxito en la regulación cambiaria. Tenemos capacidad de proteger las reservas y cuidarlas para aquellos que ahorran que producen y que invierten», aseguró Pesce.

Fuentes de BCRA confirmaron a Télam que se está trabajando con las principales cámaras empresarias para atender cualquier situación puntual que pueda afectar el normal desenvolvimiento de la economía y que es posible que se dé una reunión entre autoridades del Banco Central y de la Unión Industrial Argentina (UIA) en las próximas semanas, aunque aún falta confirmación por cuestión de agendas.

Según Delgado, si bien en el corto plazo la estrategia puede dar resultados -es el mejor octubre de compra de dólares para el BCRA que se tenga registro- no hay forma de pensar en su sostenibilidad si actuar por el lado del oferta de divisas en el mediano y largo plazo.

«Es bastante obvio que el problema estructural de la Argentina es que no hay dólares suficientes para que la economía pueda funcionar en términos normales, en particular para el sector productivo. El día de mañana cuando el sector privado demande más divisas, uno de ellos el sector turismo, no los va a haber. Por eso es imprescindible resolver con la manera de sumar divisas a la economía», afirmó el director de Analytica.

Fuente: Télam Digital

La autoridad monetaria hizo un nuevo pedido a bancos y fintech para que informen sobre las operaciones realizadas en el país en el último año.

El Banco Central avanza en su intento de conocer más a fondo y eventualmente regular la industria de criptomonedas en el país. El organismo que preside Miguel Pesce reiteró un pedido que ya había hecho a las cámaras bancarias y fintech y les solicitó que aporten información sobre las distintas plataformas que operaron con criptoactivos en los últimos doce meses.

Según pudo saber Clarín, el BCRA le dio plazo a los bancos hasta el viernes próximo para reportar sobre sus clientes que «administran, gestionan, controlan y/o procesan movimientos de activos y/o pagos a través de plataformas de gestión electrónica, empleando criptoactivos». También sobre aquellos que: «presten servicios de resguardo o control de los criptoactivos; crearon granjas de minado de criptoactivos y/o hayan implementado plataformas de inversión y/o financiamiento basadas en ellos».

Es decir, el pedido de información no apunta a las personas físicas que operan con criptos, sino a los clientes empresas de las entidades que se desenvuelven en este mercado tan volátil. «No pide información del cliente sino de la entidad que le da servicios», aclararon en la autoridad monetaria. Inicialmente el Banco Central había hablado de «clientes bancarios» en un pedido de información realizado a principio de mes y eso había generado confusión en las entidades, ya que lo habían entendido como un requerimiento de información sobre sus ahorristas. Ahora, el Central remarcó que lo que solicita es datos sobre aquellas empresas que operan con las cripto, no sobre quienes las tienen en su cartera.

El requerimiento oficial llega en un momento de pleno auge de las inversiones en criptomonedas en el país, tras la fuerte escalada del precio de los últimos meses. También, en días de incertidumbre sobre la sustentabilidad de esta inversión, luego de que el Bitcoin, la divisa digital más famosa, perfore el piso de los US$ 50.000 y cierre su peor semana en dos meses.

En el sector la noticia es leída como un primer paso para una regulación del segmento, algo que ya ocurrió en otras latitudes. La circular enviada por el BCRA destaca que: «el diseño, desarrollo y difusión de productos y servicios financieros basados en tecnologías de validación descentralizada, que utilizan técnicas de encriptación para brindar seguridad y que dependen de mecanismos de generación de consenso sin una contraparte central, constituyen procesos cuyo análisis y comprensión resultan particularmente relevantes».

La industria cripto es tan novedosa en el país que, para evitar confusiones, en su comunicación el Central incluyó una definición de criptoactivos. Como no hay un consenso global de toda representación digital o virtual de valor, basada en tecnologías de encriptación, que puede ser digitalmente negociada o transferida, siendo susceptible de ser utilizada como instrumento de pago o con propósitos de inversión», detalló la misiva.

El BCRA hace referencia entonces a activos digitales que estén basados en la tecnología blockchain. Es decir, una base de datos cifrada, que permite el envío de información, no únicamente de transacciones económicas, de manera inalterable y descentralizada. Si bien el bitcoin es la moneda que utiliza esta tecnología más famosa, está lejos de ser la única: en el mundo se calculan que existen más de 8.000 tipos de criptomonedas.

Respecto del impacto de esta medida, la postura de quienes tienen empresas que ofrecen estas divisas digitales está divida. «En los fines prácticos, solo representaría una mayor burocracia», dijo un empresario del sector a este diario. «Si el temor es el origen de los fondos, todo lo que hacemos está bancarizado y tiene factura. Las operaciones se hacen por banco y son totalmente transparentes», remarcó.

Algunas empresas incluso entienden que una mayor regulación oficial «daría margen para hacer más y mejores negocios». En el otro extremo, hay jugadores que temen que estos registros sean el primer paso para un mayor control de las actividades de los ahorristas, que encuentran en las monedas digitales una forma de escapar del peso, lo que a fin de cuentas podría desincentivar el desarrollo del segmento.

«En una industria que recién empieza, una intervención estatal precoz puede matar la innovación de estos emprendimientos», se quejaron.

La entidad monetaria entregó USD 72 millones de sus reservas en dólares. No vendía desde el 29 de enero. No obstante, mantiene un saldo a favor de casi USD 1.200 millones en marzo. El dólar libre bajó a $143. Leve alza para acciones y bonos.

Tal como ocurrió el jueves y el viernes de la semana pasada, cuando quedó en evidencia que el Banco Central se apartó de las compras para darle cabida a una mayor demanda privada en el mercado oficial, este lunes la necesidad de divisas por parte de empresas para afrontar obligaciones con el exterior dejó a la autoridad monetaria con saldo negativo por su intervención, algo que no ocurría desde el 29 de enero, cuando se desprendió de 80 millones de dólares.

Así, el BCRA terminó con ventas netas en el mercado después de una serie de 33 ruedas cambiarias. Las ventas oficiales totalizaron en la rueda unos 72 millones de dólares. Sin embargo, la autoridad monetaria aún mantiene un saldo a favor en marzo próximo a los USD 1.200 millones, en el mes más positivo desde noviembre de 2019.

Vale recordar que en marzo del año pasado, hasta el día 20 y antes de establecerse las medidas de aislamiento por la pandemia el BCRA acumulaba un saldo negativo de USD 137 millones, para terminar el mes con un saldo a favor de 135 millones de dólares.

El monto negociado en el segmento de contado (spot) fue de importantes USD 336 millones, aunque “una demanda muy activa para atender compromisos con el exterior generó una corriente compradora que requirió del auxilio oficial para compensar defecto de oferta”, precisó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio.

Fuentes del mercado puntualizaron a Infobae que “hoy tocó vender. Se acumularon pedidos de importadores y pago de deuda privada”, tras una “racha extraordinaria de 33 ruedas compradoras, desde la última rueda de enero hasta el viernes pasado”.

En tanto, el dólar libre bajó un peso y terminó ofrecido a $144 para la venta. La divisa informal anota una pérdida de un 13,9% o 23 pesos en el transcurso de 2021.

Fuente: Infobae

El Banco Central de la República Argentina (BCRA), anunció este viernes que se pondrá fin al régimen especial que regía para los cajeros automáticos desde el comienzo de la pandemia, por lo que las operaciones dejarán de ser gratuitas.

La gratuidad de las mismas solo se mantendrá para el retiro de efectivo en asalariados, jubilados y beneficiarios de planes sociales, mientras que el resto de los usuarios deberá abonar un ‘extra’ en caso de realizar el trámite en un cajero que no pertenezca a su banco.

La medida que disponía la prohibición del cobro de costos y comisiones por las operaciones en las máquinas sin importar a qué banco perteneciera cada cliente había sido instaurada en el comienzo de la pandemia, para paliar los efectos económicos de la gente y evitar los traslados de las personas por la ciudad.

“La gratuidad del uso de las redes de cajeros se mantiene hasta el 31 de marzo para todos los usuarios del sistema financiero, pero a partir de abril, solo los titulares de tarjetas de débito asociadas a cuentas sueldo, pago de jubilaciones o planes sociales podrán seguir utilizando sin costo alguno cualquier cajero, sin importar a qué banco o red pertenecen. El resto de los usuarios puede utilizar gratuitamente los servicios de cajero automático prestados por su entidad”, indicó el BCRA a través de un comunicado.

Además, se anunció que continuará el límite de $15.000 de extracción diaria por cuenta en una única operación, mientras que la apertura de las cajas de ahorro, su mantenimiento y su tarjeta de débito vinculada seguirán siendo gratuitos por la disposición del BCRA que así lo estipula.

Fuente: ADNSUR

El dólar solidario superó los $ 160, en el promedio de las entidades que releva el Banco Central, y tiene una brecha de $ 16 con el dólar blue.

El paralelo cerró en $ 144, con lo que refleja una cotización que no se mueve desde hace dos días.

El minorista del Banco Nación no tuvo cambios tampoco y quedó en $ 90,50 para la compra y $ 96,50 para la venta. Tampoco el euro tuvo cambios: $ 107 comprador y $ 113 vendedor.

En tanto, el dólar bolsa caía $ 1,41 y estaba en $ 143,4. Hay que tener en cuenta que el MEP está pisado por el Gobierno. Esto fue reconocido por el ministro de Economía, Martín Guzmán, a principios de esta semana.

Estrategia MEP

Guzmán explicó que el Central adquiere bonos en dólares a precio oficial y los vende en pesos a mayor valor. Con esto logra mantener bajo el valor del dólar bolsa al tiempo que absorbe pesos. Pero implica que se gasten reservas.

El ministro afirmó que “el Gobierno no vende bonos por vender bonos. El Gobierno lo que hace es hacer política cambiaria para buscar que haya cierta estabilidad. En estas operaciones de las que se habla no hay ninguna venta neta de títulos público al sector privado”.

“Lo que puede hacer el Gobierno o el Banco Central es agarrar un dólar y comprar un bono en dólares. Después, puede venderlo contra pesos, ganándose la brecha cambiaria”, agregó.

Se estima que por cada dos dólares que compra el Central (en lo que va del mes lleva adquiridos u$s 2.250 millones), uno se pierde en estas compras de bonos.

Volviendo al valor del dólar, el contado con liquidación estaba luego del cierre del mercado de cambios en $ 148,99, 95 centavos menos que el cierre de ayer.

Fuente: El Perfil

 

El tipo de cambio oficial avanza 1,2% en la semana, tutelado por el Banco Central. Las cotizaciones financieras oscilan en la apertura de la jornada. El blue se sostiene en 140 pesos y el dólar ahorro se consigue a 159,21.

El dólar hoy comienza la última rueda de la semana con la misma calma de los últimos días. El Banco Central convalida un deslizamiento semanal en torno al 1,2% del tipo de cambio mayorista, las cotizaciones financieras operan con leves fluctuaciones al alza y a la baja, y el dólar blue abre estable luego de caer 3 pesos en la jornada de ayer hasta su nivel más bajo en seis meses.

Cotización del dólar oficial
La rueda comenzó con una primera postura de venta en el segmento mayorista a 90,87 pesos, 9 centavos arriba del cierre del jueves. Sin embargo, minutos después, la mayor oferta empujó a la baja las posturas de venta hasta los 90,86.

El BCRA busca ralentizar la suba del dólar oficial para anclar la inflación, que en febrero se desaceleró al 3,6% pero sigue en un nivel muy elevado que pone en riesgo la meta del 29% anual del Presupuesto.

Para ello, la entidad que preside Miguel Pesce se vale de la mayor oferta genuina que generan los altos precios de los commodities y que le permitieron comprar más de 700 millones de dólares en lo que va de marzo. Esas divisas que compra en el oficial son las que también le permiten intervenir en las cotizaciones financieras para mantenerlas a raya.

Dólar Banco Nación
El billete minorista abrió sin cambios respecto del cierre de ayer en las pizarras del Banco Nación y se cotiza a 89,75 pesos para la compra y 95,75 para la venta. Este jueves había subido 25 centavos.

De esta forma, al agregar el 30% de impuesto PAIS y el 35% a cuenta de Ganancias, la divisa se consigue en la mayor entidad financiera del país a 157,99 pesos para la venta.

Mientras tanto, el promedio minorista de las 11 de la mañana publicado por el Central se ubicaba en 96,49 pesos para la venta. Así, al agregarle los impuestos, el dólar ahorro ascendía a 159,21 pesos.
Dólar MEP y CCL
Por su parte, los dólares financieros se mueven con leves oscilaciones a la baja y al alza durante la mañana. Cerca del mediodía, el dólar MEP operaba estable a 144,34 pesos y el contado con liqui (CCL) avanzaba 0,9% a 150,46.

De esta forma, la brecha entre el CCL y el mayorista sube al 65%, siempre bajo la tutela del BCRA, que junto con la Anses intervienen en el mercado de bonos para evitar un salto de las cotizaciones financieras que recaliente las expectativas de devaluación.

Dólar blue ahora
Por último, el dólar blue hoy comienza la rueda estable a 137 pesos para la compra y 140 para la venta en las cuevas porteñas. Ocurre luego de que ayer la cotización ilegal perdiera otros 3 pesos. Así, se sostiene en su nivel más bajo desde septiembre de 2020, cuando comenzó el momento más agudo de la corrida, luego de que Pesce anunciara el supercepo. A fines de octubre llegó a tocar los 195 pesos.

En el año, el blue acumula una baja de 26 pesos, que lo llevó bien por debajo del dólar ahorro, del MEP y del CCL.