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Los funcionarios de Georgia (sudeste de EEUU) confirmaron en un tercer recuento de votos que el presidente proyectado por los medios, Joe Biden, ganó las elecciones presidenciales en el estado, dijo hoy el secretario de Estado local, Brad Raffensperger, durante una conferencia de prensa.

«Hemos contado los votos emitidos legalmente tres veces y los resultados permanecen sin cambios», dijo Raffensperger.

Los resultados finales del estado muestran que Biden derrotó al presidente Donald Trump por 11.784 votos de diferencia.

El viernes, el equipo de Trump anunció que presentó una moción para anular los resultados de las elecciones en Georgia, señalando que había «decenas de miles» de votos emitidos ilegalmente, pero un juez federal de Estados Unidos desestimó la demanda, reseñó la agencia de noticias Sputnik.

Georgia seguirá siendo el centro de atención, ya que el estado celebrará la segunda vuelta de las elecciones el 5 de enero, con los senadores republicanos David Perdue y Kelly Loeffler enfrentando a los demócratas Jon Ossoff y Raphael Warnock, respectivamente.

Los demócratas necesitan ganar los dos escaños del Senado para asegurarse 50 lugares, una mayoría efectiva considerando que la futura vicepresidenta Kamala Harris emitirá votos de desempate.

Los republicanos controlan actualmente 53 escaños en el Senado de la nación.

Este fin de semana Trump estuvo en Georgia apoyando la campaña de Perdue y Loeffler, pero sus aseveraciones públicas y destempladas acerca de que ganó las elecciones nacionales del 3 de noviembre y de que fue víctima de un fraude que hasta ahora no pudo probar, empezaron a causar cierto temor en las filas partidarias de que terminen siendo contraproducentes para la suerte de los candidatos a senadores republicanos.

Hace dos días, Felipe Solá llegó a la quinta de Olivos cerca de las cuatro de la tarde para escuchar el primer diálogo político entre Alberto Fernández y Joseph Biden. Cuando ingresó al pasillo que desemboca al despacho presidencial, el canciller comprendió que había cometido un error imposible de enmendar. La cita diplomática era en Balcarce 50, y nadie le había avisado.

A las cuatro de la tarde, en el primer piso de la Casa Rosada, Alberto Fernández aguardaba en silencio la comunicación con Biden. No estaba solo: el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Economía, Martín Guzmán, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello, y el secretario de Medios de Comunicación, Juan Pablo Biondi, eran de la partida.

Cuando la conversación diplomática había terminado y se acercaba la hora del té, Solá ingresó al despacho presidencial. El canciller no escuchó nada del diálogo protagonizado por Alberto Fernández y Biden.

Solá abandonó la Casa Rosada y aceptó un reportaje de los periodistas Diego Iglesias y Gisela Busaniche, que conducen El mejor país del Mundo, un programa de Radio con Vos. La nota empezó a las 17.37 del lunes 30 de noviembre.

-¿ Y cuáles fueron los ejes centrales de la conversación (entre Alberto Fernández y Biden)?-, preguntó Iglesias al canciller.

-El presidente (Alberto) Fernández le pidió dos o tres cosas. En forma medio general, pero muy importantes para la Argentina. Una es el visto bueno, la ayuda, la buena fe, la buena voluntad, del director de Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional. Porque actualmente no estamos teniendo mucha suerte en este sentido con el director que deberá cambiar, que tendrá que cambiar después del 20 de enero. El gobierno que se va no está teniendo las mejores actitudes, en ese sentido, en el Fondo. Y el presidente Biden le dijo que él iba tratar de liberar, saldar, esa es la palabra que usó, los problemas financieros de América Latina.

Alberto Fernández nunca mencionó al representante de Estados Unidos en el board del Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando dialogó con Biden. El presidente sí hizo referencia al FMI, y a la ayuda del papa Francisco en la negociación de la deuda externa, pero Solá inventó toda la conversación que le contó a los periodistas Iglesias y Busaniche.

A las 19.11 del lunes 30 de noviembre, una gacetilla del Ministerio de Relaciones Exteriores aterrizó en todas las redacciones de la Argentina. El texto oficial repetía las declaraciones de Solá asegurando que Alberto Fernández había exigido el desplazamiento del director de los Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional.

Y a la misma hora, un cable de una agencia internacional multiplicaba a nivel global la recreación del canciller sobre el diálogo Alberto Fernández-Biden. En Washington, adonde están los cuarteles generales del FMI, la noticia firmada en la Argentina causó un inesperado estruendo diplomático.

Mark Rosen es operador de Wall Street y amigo personal de Steven Mnuchin, secretario del Tesoro de los Estados Unidos. Mnuchin le propuso ser director de Estados Unidos en el FMI, y Rosen aceptó sin dudar. Nunca había trabajado en la administración pública, pero es enfocado, tiene buen carácter y ya conoce las reglas del juego en DC.

Rosen se sintió traicionado cuando leyó el cable con las declaraciones de Solá. Nunca había operado en contra de la Casa Rosada y siempre tuvo buen trato con Sergio Chodos, director del Cono Sur ante el Fondo Monetario Internacional.

Chodos es un funcionario con muchísima experiencia y no se sorprendió cuando Rosen llamó desde Washington a Buenos Aires. El director de los Estados Unidos en el FMI estuvo calmo, planteó su protesta formal, y Chodos se comprometió a ejecutar un rápido control de daños.

Chodos cumplió con su palabra. Apoyado por Guzmán logró que el vocero presidencial, Juan Pablo Biondi, se comunicara con la agencia internacional e hiciera una desmentida soft de la inesperada exégesis que hizo Solá sobre la conversación reservada entre Alberto Fernández y Biden.

Y fuera de agenda, para aplacar aún más el incidente diplomático, Guzmán y Chodos mantuvieron un distendido diálogo con Rosen, que ya había recuperado su tono afable. Los tres funcionarios conversaron acerca de las negociaciones de la Argentina y el FMI, y al final acordaron un almuerzo fuera de protocolo cuando la pandemia así lo permita.

“Nosotros valoramos tu trabajo”, le dijo Guzmán a Rosen para atenuar la tensión que las declaraciones de Solá causaron en los despachos más influyentes del FMI.

La libre interpretación de Solá respecto a la charla entre Alberto Fernández y Biden parte de un supuesto que es erróneo. Un director de Estados Unidos en el FMI necesita una aprobación parlamentaria que se obtiene después de pasar una rigurosa audiencia en la Cámara de Senadores. Y ello implica que Biden, aún si quisiera, no podría reemplazar a Rosen por un director más afín al programa del Partido Demócrata.

Desde esta perspectiva, Alberto Fernández, Guzmán y Chodos deberán convivir con Rosen durante largos meses de 2021, cuando la negociación con el FMI atraviese sus horas más críticas.

La Casa Rosada atenuó la previsible escalada diplomática del board del FMI ante las declaraciones de Solá. Pero la conducta del canciller puede complicar hacia adelante la agenda global de Alberto Fernández. No es habitual que un ministro de Relaciones Exteriores invente una conversación entre su presidente y el presidente electo de los Estados Unidos.

-¿Qué pensás de las declaraciones de Solá sobre el FMI y el director de los Estados Unidos?-, le preguntaron ayer al presidente en la Casa Rosada.

-Fue un error de Solá. Nunca hablamos de eso-, contestó Alberto Fernández.

Joe Biden presentó este martes a su equipo económico, con una fuerte apuesta a la participación femenina y a la diversidad, y compuesto por personalidades consagradas en su ámbito, con el objetivo de revivir la economía del país, que tiene el doble de desempleo que antes del coronavirus y con su crecimiento amenazado.

«Son tiempos difíciles, pero la ayuda está en camino», afirmó el demócrata al presentar a su escuadra, encabezada por Janet Yellen, quien se convertiría en la primera secretaria del Tesoro si es confirmada por el Congreso, informó la agencia de noticias AFP.

El demócrata aseguró que había elegido un «equipo de primer nivel» que está «probado y experimentado» para abordar la crisis económica del país.

Yellen se desempeñó como presidenta de la Reserva Federal (FED) de 2014 a 2018, cuando puso mayor énfasis que sus antecesores en maximizar el empleo.

Biden también nombró a Cecilia Rouse como presidenta de su Consejo de Asesores Económicos, y a Heather Boushey y Jared Bernstein como miembros del consejo.

Eligió asesores liberales que durante mucho tiempo priorizaron los esfuerzos del Gobierno y los trabajadores para abordar la desigualdad económica que, a medida que el brote de coronavirus aumenta, se amplía cada vez más.

«Desde la crisis económica y laboral más desigual de la historia moderna, podemos construir una nueva economía estadounidense que funcione para todos los estadounidenses, no solo para algunos», manifestó Biden durante un discurso en un teatro en su feudo Wilmington, Delaware, informó la cadena de noticias CNN.

Biden aprovechó la ceremonia para efectuar un llamado al Congreso a que apruebe un «robusto» paquete de ayuda frente a necesidades que son «urgentes», tras semanas de estancamiento de las negociaciones entre demócratas y republicanos.

Ambos campos difieren sobre la cuantía de un eventual nuevo plan de alivio y hacia dónde se debe dirigir la ayuda.

Yellen afirmó que frente a la actual crisis, a la que calificó de «histórica», “es esencial” actuar de forma urgente y advirtió que «la inacción podría provocar una recesión retroalimentada que cause aún más daños».

Los dichos de Yellen llegaron luego de que un grupo bipartidista de senadores propusiera un plan de alivio para la economía por cerca de 900.000 millones de dólares, ante la creciente urgencia de dar apoyo a muchos desempleados que agotaron sus prestaciones y ahorros.

Hasta ahora el gobierno del presidente Donald Trump y el Congreso fracasaron a la hora de negociar un segundo plan de rescate para la economía, después de un primer programa lanzado al inicio de la pandemia por 2,2 billones de dólares.

El plan presentado hoy marca una línea intermedia entre la aspiración de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, que defiende un plan por 2 billones de dólares y los 500.000 millones que los republicanos -que controlan el Senado- están dispuestos a aprobar.

La recuperación económica comienza a languidecer ante la nueva ola de infecciones, que puede recrudecer luego de los desplazamientos del pasado fin de semana largo por el Día de Acción de Gracias, y se teme lo que podría pasar después de Navidad y Año Nuevo.

Mientras tanto, las malas noticias económicas se acumulan y el presidente de la FED, Jerome Powell, advirtió ayer que las perspectivas de futuro siguen siendo «extraordinariamente inciertas».

Por su parte, el secretario del Tesoro de Trump, Steve Mnuchin, quien tenía previsto una reunión telefónica con la demócrata Nancy Pelosi, anunció el mes pasado que no otorgaría extensiones para cinco programas de préstamos que expirarán el 31 de diciembre, incluyendo resguardos para la deuda corporativa y municipal y la compra de préstamos para pequeñas empresas y organizaciones sin fines de lucro.

En Estados Unidos, el país del mundo con más casos y más muertes por la pandemia -más de 13,66 millones y 269.948 respectivamente-, el fin de año marca también una cuenta regresiva para 12 millones de personas que van a agotar sus prestaciones por desempleo el 26 de diciembre.

También van a expirar las protecciones contra el desalojo para los que alquilan y el alivio para el pago de la deuda estudiantil que actualmente está en vigencia.

«Sería inexcusable irnos (al receso de Navidad) sin lograr un acuerdo», afirmó el senador demócrata Joe Manchin, que junto a la senadora republicana Susan Collins y otros congresistas están impulsando un plan de consenso.

El presidente electo de EE.UU., Joe Biden, habló este lunes con el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, así como con los presidentes Alberto Fernández de Argentina, Carlos Alvarado de Costa Rica y Uhuru Kenyatta de Kenia.

El equipo de transición de Biden informó en un comunicado de que el demócrata agradeció a los cuatro líderes la felicitación por su triunfo en las elecciones, aún no reconocido por el presidente saliente de EE.UU., Donald Trump.

Fuente:EFE

El presidente electo de EE.UU., Joe Biden, pareció echar un balde de agua fría sobre la idea de que los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders formen parte de su gabinete al sugerir que, en cambio, le gustaría mantenerlos en el Senado para que lo ayuden a avanzar en una agenda progresista.

Biden le dijo a NBC en una entrevista transmitida el martes por la noche que ya hay «una representación significativa entre los progresistas» en la administración, aunque «no hay nada realmente fuera de la discusión».

«Pero una cosa es realmente importante: sacar a alguien del Senado, sacar a alguien de la Cámara (de Representantes), particularmente a una persona de importancia, es realmente una decisión difícil que tendría que tomarse», dijo Biden. «Tengo una agenda muy ambiciosa y muy progresista, y se necesitarán líderes realmente fuertes en la Cámara y el Senado para lograrla», agregó.

Biden dijo que estaba dispuesto a considerar nombrar a un republicano que votó por el presidente Donald Trump para un puesto en su administración. Dijo al respecto: «Quiero que este país esté unido. El propósito de nuestra administración es, una vez más, unirnos. No podemos mantener en marcha este diálogo político virulento. Tiene que terminar».

Es probable que los comentarios desanimen a aquellos de la izquierda que quieren ver a Biden designar a progresistas prominentes en los puestos más altos de su administración.

Sanders, en campaña para ser secretario de Trabajo
Sanders ha intensificado recientemente una campaña para convertirse en secretario de Trabajo en el gabinete de Biden y ha buscado el apoyo de los principales líderes sindicales, informó anteriormente CNN. En un comentario particularmente directo a Wolf Blitzer de CNN a principios de este mes, el autodenominado socialista demócrata dijo que aceptaría el cargo si se le ofreciera. «Si tuviera una cartera que me permitiera ponerme de pie y luchar por las familias trabajadoras, ¿lo haría? Sí, lo haría», dijo Sanders.

Warren ha sido una progresista favorita para dirigir el Departamento del Tesoro, pero CNN informó esta semana que Biden elegirá a Janet Yellen, expresidenta de la Reserva Federal, como su secretaria del Tesoro. Warren elogió a Yellen como una «elección excelente para secretaria del Tesoro» en un tuit el lunes. La describió como «inteligente, dura y con principios», y «una de las presidentas de la Fed más exitosas de la historia».

«Espero trabajar con la secretaria Yellen para fortalecer nuestra economía, abordar la desigualdad y proteger a los consumidores», escribió Warren en un segundo tuit.

Si Biden descarta a los legisladores electos, no solo afectaría a nombres de alto perfil como Warren y Sanders. El representante de Michigan Andy Levin ha sido respaldado por varios sindicatos como candidato para dirigir el Departamento de Trabajo. Y la representante de Ohio Marcia Fudge tiene apoyo en algunos sectores para ser la próxima secretaria de Agricultura. Una prohibición de facto de nombramientos de las filas del Congreso cortaría los caminos de ambos hacia el gabinete.

La situación actual del Senado

Georgia podría darles a demócratas la llave del Senado 3:02
Warren y Sanders son ambos de estados con gobernadores republicanos, lo que significa que si dejaran el Senado para unirse a la administración, los gobernadores tienen el poder de nombrar republicanos para llenar sus escaños hasta una elección especial. Pero el gobernador de Vermont, Phil Scott, sugirió que ocuparía el escaño con un independiente que se uniría a los demócratas, como hace Sanders.

Los republicanos controlan actualmente el Senado por un margen muy estrecho. Sin embargo, el control del Senado quedará determinado por dos elecciones de segunda vuelta en Georgia que tendrán lugar a principios de enero.

Si los republicanos mantienen el control del Senado, esto podría afectar a quiénes designa Biden y quiénes son confirmados por una mayoría de votos. Warren y Sanders son estrellas de la izquierda progresista y podrían tener dificultades para ganar los votos de los republicanos o incluso de algunos demócratas moderados.

Biden ya ha anunciado quiénes serán varios funcionarios de alto rango de la Casa Blanca y otros puestos a nivel de gabinete. Su primer anuncio de que Ron Klain se desempeñaría como jefe de gabinete de la Casa Blanca recibió elogios tanto de los demócratas del establishment como de los progresistas del partido. Warren calificó a Klain como una «elección excelente» que se ha «ganado la confianza de todo el Partido Demócrata». La representante de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez dijo que la selección de Klain fue «una buena noticia y una elección alentadora».

Los anuncios que ya hizo Biden para su gabinete

Analista: Biden elige gabinete con foco en la diversidad 0:59
El martes, Biden anunció a seis miembros clave de sus equipos de seguridad nacional y política exterior. Cada uno de los seleccionados por Biden se pronunció en un evento en Wilmington, Delaware. Biden nombró a Antony Blinken como su elección para secretario de Estado, a Alejandro Mayorkas como secretario de Seguridad Nacional, Avril Haines como directora de Inteligencia, Linda Thomas-Greenfield como embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Jake Sullivan como asesor de Seguridad Nacional y John Kerry como enviado presidencial especial para el clima. Blinken, Mayorkas, Haines y Thomas-Greenfield requerirán la confirmación del Senado, pero Sullivan y Kerry no.

El presidente electo y su equipo de transición han seguido adelante a pesar de los obstáculos puestos por la administración Trump. Trump se ha negado a reconocer el resultado de las elecciones, que Biden ganó de manera decisiva. Y ha repetido afirmaciones falsas sobre manipulación electoral y fraude electoral generalizado. Pero después de semanas de ser proyectado como el ganador de la elección, el equipo de Biden informó el martes que la Administración de Servicios Generales informó a Biden que el Gobierno de Trump está listo para comenzar el proceso de transición formal.

Guillermo Justo Chaves, aseguró este martes que el gobierno argentino espera con «optimismo» que la asunción del demócrata Joe Biden en la presidencia de los Estado Unidos «genere nuevas reglas de juego en la región».

«Somos optimistas, porque esperamos que el cambio de administración en los Estados Unidos genere nuevas reglas de juego en la región», sostuvo Chaves, quien se mostró confiado en que la próxima gestión norteamericana se inclinará hacia una «lógica del multilateralismo».

Para el funcionario ese nuevo escenario permitirá que el «presidente Alberto Fernández vaya asumiendo cada vez más protagonismo, a través de un liderazgo regional de equilibrio y no tanto ideológico».

En una entrevista con Radio Nacional Libertador de Mendoza, el funcionario consideró «muy positivo» que la agenda de la próxima administración Biden «ya muestra un cambio de rumbo» en sus designaciones al frente de la Reserva Federal y de la Secretaría de Estado.

Chaves destacó la necesidad del retorno al «multilateralismo» para que «los países funcionen con una dinámica de igualdad, y que las potencias mundiales no tengan un comportamiento hegemónico, sino que estén sometidas a decisiones de carácter colectivo», según se informó en un comunicado.

«El cambio de signo político en los Estados Unidos se ha expresado ya a favor del retorno al acuerdo climático. Nosotros nos guiamos por la agenda de trabajo que está presentando Biden, que ya muestra un cambio de rumbo. Es indudable que hay un cambio regional a partir de las elecciones en EE.UU., por lo menos en forma indirecta», aseguró, y mencionó «la posibilidad de recuperar la relación con Brasil».

Chaves se refirió a la reciente Cumbre de Líderes del G20, que se llevó a cabo el fin de semana pasado, donde dijo el presidente Alberto Fernández «expresó de manera muy contundente» la necesidad de «recuperar algunos principios, fundamentalmente la cooperación, la solidaridad, el rol del Estado y la necesidad de salir de la pandemia (de coronavirus) diferentes a cómo entramos, con otro tipo de capitalismo».

Ya en el orden interno, el funcionario sostuvo que a Argentina «vivió dos pandemias: la económica que nos dejó (Mauricio) Macri con una gran pobreza, una inflación por arriba del 50% una gran caída en la actividad económica y la infraestructura industrial parada, y después vino la otra pandemia con una crisis en el sistema sanitario gravísima».

Con ese contexto, dijo que el Gobierno nacional trabaja con el foco puesto «en la recuperación del crecimiento, el empleo, salir de la idea individualista de las ideas neoliberales y de la economía vinculada al mundo de las finanzas».

Eso, reflexionó, requiere «volver a creer que la recuperación del aparato productivo debe ser el motor para la generación de empleo, y entender que el rol del Estado es fundamental como articulador social y promotor en esa tarea».

En otro orden, el jefe de Gabinete de la Cancillería subrayó que «desde el primer día de Gobierno, planteamos un cambio drástico en la política sobre la Cuestión Malvinas, trabajamos en la recuperación de una política de reclamo permanente de soberanía sobre Malvinas, luego de la desmalvinización planteada en la política exterior argentina por el macrismo».

«La Argentina durante ese periodo abasteció de datos a los británicos, información científica técnica, y con eso hubo un grave perjuicio para nuestros recursos naturales» puntualizó, al tiempo que ratificó la decisión del Gobierno argentino de «seguir trabajando para sacar a Gran Bretaña de la zona de confort en que la puso Macri».

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, mandó un mensaje al presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, al decir que rechazaría cualquier esfuerzo estadounidense de unirse de nuevo al pacto nuclear iraní.

«No puede haber marcha atrás hacia el acuerdo nuclear anterior», expresó el mandatario israelí durante un homenaje en recuerdo por el primer primer ministro del país, David Ben Gurión.

El jefe del Gabinete agregó que ambos países deben «mantener una política inflexible para garantizar que Irán no desarrolle armas nucleares», citó la agencia de noticias Sputnik.

El Plan de Acción Integran Conjunto (PAIC) fue firmado en 2015 por Estados Unidos, bajo la vicepresidencia del mandatario electo Biden, Rusia, China, Francia, Reino Unido, Alemania e Irán, pero en 2018 Washington decidió retirarse.

El primer ministro israelí señaló que los acuerdos de normalización logrados entre Israel y varios países árabes son una confirmación de que es la postura correcta y recordó que gracias a la posición firme de su país «muchos países árabes» cambiaron completamente hacia Irán».

«Hay líderes emergentes y valientes que comprenden los beneficios que tiene la paz. Si seguimos reforzándonos y vinculándonos con el mundo árabe moderado habrá más países árabes que ampliarán el círculo de la paz», aseguró, replicado por la agencia de noticias ANSA.

En la misma línea enfatizó: «No permitiremos que Irán incremente su presencia militar en Siria ni permitiremos a sus filiales actuar contra nosotros».

Sin embargo, Biden mencionó que Estados Unidos regresaría al PAIC de 2015, pero con nuevos ajustes, sin especificar cuáles serían las modificaciones.

Las declaraciones de Netanyahu se dan cinco días después de que el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, remarcara que «Estados Unidos no está en posición de poner condiciones», rechazando así la posibilidad de que sea Teherán el que dé el primer paso para la vuelta de Washington al pacto.

«Como miembro de Naciones Unidas y miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos tiene un deber con la aplicación de la resolución 2.231», aseguró Zarif, el miércoles pasado.

«Si Estados Unidos cumple sus compromisos con la Resolución 2231, Irán cumplirá los suyos y, segundo, si Estados Unidos busca unirse otra vez al acuerdo, Irán está preparado para negociar los términos y condiciones sobre su membresía en el pacto», advirtió, en una entrevista concedida al diario Iran Daily.

Las tensiones entre Washington y Teherán han ido aumentando desde que Estados Unidos se retiró del acuerdo en 2018, y repuntaron en enero después de que el Ejército estadounidense matara en un bombardeo en Irak al jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria, Qasem Soleimani.

El estado de Georgia (EE.UU.) confirmó este jueves la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales tras completar el recuento manual de los votos que apenas modificó los resultados.

Biden obtuvo 2.475.141 votos (49,5 %) por delante del todavía presidente, Donald Trump, con 2.462.857 (49,3 %), según la Secretaría de Estado de Georgia, la autoridad electoral en el estado.

China envió sus felicitaciones a Joe Biden por su elección como presidente de Estados Unidos, casi una semana después del anuncio de la victoria del candidato demócrata.

«Respetamos la elección del pueblo estadounidense. Enviamos nuestras felicitaciones a Biden y a (la vicepresidenta electa Kamala) Harris», declaró ante la prensa el vocero de la diplomacia china, Wang Wenbin.

Mientras que muchos líderes de todo el mundo felicitaron al exvicepresidente de Barack Obama el mismo 7 de noviembre, China se demoró hasta este viernes para reconocer su victoria, ya que afirmaba que quería esperar los resultados definitivos del escrutinio.

El presidente saliente Donald Trump no admitió aún su derrota.

El portavoz del Ministerio chino de Relaciones Exteriores reiteró que el resultado de la elección estadounidense sería «confirmado conforme a las leyes y procedimientos en vigor en Estados Unidos».

La lentitud de la reacción china puede hacer pensar que Beijing apostaba a una reelección de Trump, percibido en China como alguien que ha debilitado a su país y a Occidente, a pesar de que contribuyó ampliamente a deteriorar las relaciones entre ambas potencias, por ejemplo, a través del lanzamiento de una guerra comercial, señaló Télam.

El presidente electo, Joe Biden, anunciará quién ocupará los principales puestos de su administración en los próximos días y semanas.

El proceso comenzó el miércoles con el anuncio de la Oficina de Transición de Biden de que Ron Klain, uno de los asesores de campaña más confiables de Biden, había sido elegido para servir como su nuevo secretario general. Considerado durante mucho tiempo como la elección más probable para el puesto principal, Klain se desempeñó anteriormente como secretario genera del vicepresidente Al Gore, durante la administración de Clinton, y de Biden, durante su mandato como vicepresidente con el presidente Barack Obama.

Cada uno de los designados para el gabinete de Biden deberá ser confirmado por el Senado de Estados Unidos, que actualmente está controlado por los republicanos. Dos elecciones de segunda vuelta en Georgia, el 5 de enero, podrían determinar qué partido controla el Senado y afectar el proceso de confirmación del gabinete.

El gabinete incluye al vicepresidente y los jefes de 15 departamentos ejecutivos: Agricultura, Comercio, Defensa, Educación, Energía, Salud y Servicios Humanos, Seguridad Nacional, Vivienda y Desarrollo Urbano, Interior, Justicia, Trabajo, Estado, Transporte, Tesorería y Asuntos de Veteranos.

Varios puestos clave también tienen rango a nivel del gabinete: el secretario general de la Casa Blanca, el administrador de la Agencia de Protección Ambiental, el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, el Representante Comercial de Estados Unidos, el presidente del Consejo de Asesores Económicos y el administrador de la Administración de Pequeñas Empresas.

Esta lista se actualizará con base en las conversaciones con los aliados y asesores de Biden y los demócratas con conocimiento del asunto.

LEE: El Departamento de Estado está impidiendo que Biden acceda a mensajes de líderes extranjeros

Aquí está quién ha sido mencionado en conversaciones sobre posibles roles principales en la administración de Biden:

Secretario general de la Casa Blanca
Ron Klain (anunciado el 11 de noviembre)

Klain, un antiguo asistente de Biden que fue un importante asesor de campaña, se desempeñó como secretario general de Biden en la Casa Blanca de Obama y también fue un asistente principal del presidente.

Anteriormente se desempeñó como secretario general del entonces vicepresidente Al Gore y de quien fuera secretaria de Justicia, Janet Reno. Klain fue designado en 2014 por el presidente Barack Obama para servir como coordinador de respuesta al Ébola de la Casa Blanca. En 2000, fue consejero general del Comité de Recuento de Gore. Klain ha sido uno de los principales asesores de preparación de debates de Biden, Obama, Bill Clinton, Gore, John Kerry y Hillary Clinton.

Cargos superiores de la Casa Blanca
Cedric Richmond

Copresidente del equipo de transición y de la campaña presidencial de Biden, se cree que el congresista demócrata de Louisiana está siendo considerado para varios puestos en el ala oeste. Richmond anteriormente se desempeñó como presidente del Grupo de Legisladores Negros del Congreso.

Secretaria de Estado
Susan Rice

Rice sirvió en la administración de Obama como embajadora en la ONU y asesora de Seguridad Nacional. Se desempeñó en la administración de Clinton como asesora especial del presidente y directora principal de Asuntos Africanos de la Casa Blanca, secretaria adjunta de la Oficina de Asuntos Africanos del Departamento de Estado y directora de Organizaciones Internacionales y Mantenimiento de la Paz en el Consejo de Seguridad Nacional. Rice fue una de las pocas mujeres en la lista de Biden para compañera de fórmula.

En un momento se pensó que Rice era la opción clara para suceder a Hillary Clinton como secretaria de Estado, pero en 2012 retiró su nombre de la consideración para evitar una amarga batalla por la confirmación del Senado. Rice fue blanco de críticas republicanas después de los comentarios que hizo en los programas de televisión defendiendo el manejo de la administración de Obama del ataque, del 11 de septiembre de 2012, contra el consulado de Bengasi en el que mataron al embajador Chris Stevens y otros tres estadounidenses.

Antony Blinken

Blinken sirvió en la administración de Obama como vicesecretario de Estado, asistente del presidente y principal asesor adjunto de Seguridad Nacional. Se desempeñó como asesor de Seguridad Nacional del entonces vicepresidente Biden y asesor adjunto del presidente durante el primer mandato de Obama. Ha sido miembro sénior del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y director de personal demócrata en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos.

Durante la administración de Clinton, Blinken se desempeñó como miembro del personal del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, y ocupó cargos como asesor especial del presidente, director sénior de Asuntos Europeos y director sénior de Redacción de Discursos y luego de Planificación Estratégica. Fue el principal redactor de discursos de política exterior de Clinton.

Blinken también está siendo considerado como asesor de Seguridad Nacional.

Senador Chris Coons

Coons ocupa actualmente el mismo escaño por Delaware que ocupó Biden durante décadas en el Senado. Aliado desde hace mucho tiempo de Biden, fue uno de los primeros miembros del Congreso en respaldar al ex vicepresidente cuando declaró su aspiración a la candidatura presidencial para 2020. Coons forma parte de las siguientes comisiones del Senado: Relaciones Exteriores, Asignaciones, Poder Judicial, Pequeñas Empresas y Emprendimiento y Comisión Selecta de Ética. A lo largo de su carrera en el Senado, Coons ha sido conocido por trabajar al otro lado del pasillo y forjar relaciones sólidas con republicanos de alto perfil que compartían intereses comunes.

Secretaria del Tesoro
Lael Brainard

Brainard actualmente se desempeña como miembro de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal. Anteriormente se desempeñó como subsecretaria del Departamento del Tesoro de Estados Unidos y consejera del secretario del Tesoro durante la administración de Obama. Brainard fue la representante de Estados Unidos ante los viceministros de Finanzas del G20 y los viceministros de Finanzas del G7 y fue miembro de la Junta de Estabilidad Financiera. Durante la administración Clinton, Brainard se desempeñó como asesora económica nacional adjunta y asesora adjunta del presidente. También se desempeñó como representante personal de Clinton ante el G7/G8.

Si es elegida, la gobernadora de la Reserva Federal sería la primera mujer en ocupar ese cargo de poder. Brainard no es una elección de consenso. Los progresistas del partido tienen otros favoritos, pero su designación tampoco desencadenaría el tipo de guerra ideológica interna que la administración entrante seguramente quiere evitar.

Sarah Bloom Raskin

Raskin fue vicesecretaria del Departamento del Tesoro de Estados Unidos durante la administración de Obama. Anteriormente fue gobernadora de la Junta de la Reserva Federal. Antes de unirse a la Junta de la Reserva Federal, Raskin fue la comisionada de Regulación Financiera del estado de Maryland.

Aparte de la senadora Elizabeth Warren, Raskin sería la mejor opción para la mayoría de los progresistas. El hecho de que sea menos conocida en el mundo político en general también podría favorecer.

Secretaria de Defensa
Michèle Flournoy

Si es elegida y confirmada, Flournoy sería la primera mujer secretaria de Defensa. Flournoy se desempeñó como vicesecretaria de Defensa para la política de Obama. Antes de su confirmación, Flournoy ayudó a dirigir el equipo de transición de Obama en el Departamento de Defensa. A mediados de la década de 1990, Flournoy se desempeñó como vicesecretaria adjunta principal de Defensa para Estrategia y Reducción de Amenazas, así como vicesecretaria adjunta de Defensa para Estrategia.

Cofundó el Center for a New American Security, un grupo bipartidista de expertos, y WestExec Advisors, una firma de asesoría estratégica. Flournoy fue asesora sénior en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.

Secretario de Seguridad Nacional
Alejandro Mayorkas

Mayorkas fue vicesecretario de Seguridad Nacional durante la administración de Obama y se desempeñó como director de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos del Departamento de Seguridad Nacional (USCIS, por sus siglas en inglés).

Mientras estuvo en el USCIS, Mayorkas supervisó la implementación del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, conocido como DACA, que fue un decreto bajo Obama para proteger a los jóvenes inmigrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños de ser deportados. El presidente Donald Trump tomó medidas para poner fin al DACA en 2017 y, en última instancia, la Corte Suprema le impidió hacerlo.

Lisa Monaco

Monaco desempeñó un papel fundamental en el Comité de Selección de vicepresidente de Biden y se desempeñó como asesora de Seguridad Nacional y Contraterrorismo de Obama. Antes de ese trabajo, Monaco se desempeñó como fiscal general adjunta para la Seguridad Nacional en el Departamento de Justicia y fue secretaria general del entonces director del FBI, Robert S. Mueller III.

Secretario de Justicia
Senador Doug Jones

Jones es el senador junior por Alabama. Perdió la reelección a principios de este mes ante el republicano Tommy Tuberville. El presidente Bill Clinton nombró a Jones fiscal federal para el Distrito Norte de Alabama, y Jones fue el fiscal principal que demandó a los miembros del Ku Klux Klan responsables del atentado con bomba en la Iglesia Bautista de 16th Street. Jones también estuvo involucrado en el procesamiento de Eric Rudolph, cuyo ataque -en 1998- a una clínica de abortos en Birmingham mató a un agente de policía fuera de servicio.

Sally Yates

Yates fue despedida por Trump de su papel como secretaria de Justicia interina. La sorprendente medida se produjo después de que CNN y otros medios informaron que Yates les dijo a los abogados del Departamento de Justicia que no hicieran alegatos legales defendiendo el decreto de Trump sobre inmigración y refugiados.

El decreto de Trump, firmado en enero de 2017, prohibió a los ciudadanos de siete países de mayoría musulmana ingresar a Estados Unidos durante los siguientes 90 días, suspendió la admisión de todos los refugiados durante 120 días y suspendió indefinidamente el programa de refugiados sirios. El decreto fue bloqueado más tarde por un juez federal, pero la Corte Suprema finalmente confirmó una versión revisada de la prohibición.

Yates había sido designada por Obama y estaba lista para servir hasta que se confirmara al candidato de Trump a secretario de Justicia.

Secretaria del Interior
Representante Deb Haaland

Haaland es una congresista de Nuevo México y es una de las primeras mujeres nativas americanas en servir en el Congreso. Biden ha dicho que quiere una administración que se parezca al país. Haaland, la vicepresidenta de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes, sería la primera secretaria del gabinete nativoestadounidense si recibiera una oferta y la aceptara. Haaland también dirige la Subcomisión de Parques Nacionales, Bosques y Tierras Públicas.

Secretaria de Trabajo
Sara Nelson

Nelson es la presidenta internacional de la Asociación de Auxiliares de Vuelo-CWA. Consolidó su imagen como una estrella en ascenso del movimiento sindical durante un cierre prolongado del Gobierno, que se extendió desde diciembre de 2018 hasta enero de 2019. Durante el cierre, Nelson apareció en la televisión por cable y usó las redes sociales para advertir sobre los peligros de no pagar a los trabajadores de los aeropuertos y llamó a una huelga general en una reunión de la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) en enero.

Senador Bernie Sanders

Sanders se está acercando a posibles partidarios en el sector para pedir su apoyo mientras organiza una campaña para el puesto. Pero es visto como una posibilidad remota y hasta ahora ha recibido reacciones mixtas de los líderes sindicales. En sus comentarios públicos antes y después de las elecciones, se centró en una agenda de 100 días para el Congreso. Pero dado que es probable que los demócratas necesiten ganar las dos vueltas de Georgia para tomar el control del Senado, dirigir una agencia poderosa podría haberse vuelto más atractivo.

Sanders le dijo a Wolf Blitzer, de CNN, el miércoles que si Biden le pedía que se uniera a su gabinete como secretario de Trabajo, aceptaría la designación. «Si tuviera un portafolio que me permitiera ponerme de pie y luchar por las familias trabajadoras, ¿lo haría? Sí, lo haría», dijo Sanders.

El alcalde de Boston, Marty Walsh

Walsh es la elección del presidente de la AFL-CIO, Richard Trumka, para el puesto, un gran respaldo en lo que pronto podría convertirse en un debate polémico entre demócratas moderados y progresistas, que favorecerán al senador Bernie Sanders o al representante de Michigan Andy Levin. Walsh creció en una familia sindical y se convirtió en uno de los principales líderes sindicales de Boston antes de ser elegido alcalde.

Representante de Michigan Andy Levin

Levin es un progresista popular que también está aumentando su base de apoyo con los líderes sindicales, incluso en Trabajadores de Comunicaciones de Estados Unidos. Los Trabajadores de Autos Unidos también son probablemente aliados para el congresista de Michigan. Al igual que Walsh, Levin tiene experiencia como organizador con los principales sindicatos. Pero también tiene credibilidad con los activistas climáticos por haber ayudado a crear la Iniciativa de Empleos Verdes de Michigan.

Secretario de Salud y Servicios Humanos
Vivek Murthy

Murthy, doctor en Medicina Interna, es copresidente de la Junta Asesora de Coronavirus de Biden. Anteriormente se desempeñó como director general de Sanidad de Estados Unidos después de ser designado por Obama. Renunció en abril de 2017 a petición de la administración de Trump. Fue confirmado por el Senado después de enfrentar la oposición de los republicanos del Senado por pedir que se trate la violencia con armas de fuego como un problema de salud pública.

Secretaria del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano
Alcaldesa Keisha Lance Bottoms

Bottoms es la alcaldesa de Atlanta y es una estrella en ascenso del Partido Demócrata. Pasó a ser el centro de atención nacional cuando denunció el vandalismo en su ciudad como «caos» después de las manifestaciones por la muerte de George Floyd, un hombre negro que fue asesinado por la Policía en Minneapolis. Bottoms es una exjueza y miembro del concejo municipal. Fue considerada como una posible compañera de fórmula de Biden.

Secretaria de Educación
Randi Weingarten

Weingarten es la presidenta de la Federación Estadounidense de Maestros de la AFL-CIO y desde hace mucho tiempo ha impulsado la reforma educativa. Antes de ocupar ese cargo, fue presidenta de la Federación Unida de Maestros, AFT Local 2. Weingarten sirvió en una comisión de reforma educativa creada por el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo. También presidió el Comité Laboral Municipal de la ciudad de Nueva York.

Administrador de la Agencia de Protección Ambiental
Jay Inslee

Inslee es el gobernador del estado de Washington y anteriormente sirvió en la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Fue aspirante presidencial demócrata en las elecciones de 2020. Inslee se dedica a abordar el cambio climático y otros problemas ambientales, e hizo del medio ambiente el foco central de su aspiración presidencial de 2020. Mientras estuvo en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, se desempeñó en la Comisión de Energía y Comercio y en la Comisión Selecta sobre Independencia Energética y Calentamiento Global.

Embajador en la ONU
Pete Buttigieg

Buttigieg es el exalcalde de South Bend, Indiana, y ex aspirante presidencial demócrata de 2020. La precandidatura de Buttigieg fue histórica: fue el primer hombre gay en lanzar una campaña competitiva para presidente. Y rompió barreras al ser el primer candidato gay en ganar delegados en las elecciones primarias para la candidatura presidencial de un partido importante.