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Devaluación

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Por el impacto de la recesión, el ajuste y la megadevaluación, el salario mínimo, vital y móvil (SMVM) medido en dólares se derrumbó 52,9% desde la asunción de Mauricio Macri. En apenas tres años y medio, Argentina pasó de liderar el ranking salarial en América del Sur a ocupar el séptimo lugar. Según un informe de la Undav, el SMVM bajó de US$580 en noviembre de 2015 a los actuales US$279 por mes, es decir, US$1,3 por hora.

Los saltos cambiarios de 2016 y 2018 fueron el principal motor del deterioro. Desde el cambio de Gobierno, el dólar acumuló un alza del 374% contra una suba nominal del piso salarial de sólo 123%, al pasar de $5.588 a $12.500. Sin embargo, no fue el único factor. La escalada inflacionaria y la decisión oficial de convalidar recomposiciones a la baja en el Consejo del Salario hizo que el salario mínimo perdiera el 29% de su poder adquisitivo en pesos. La mitad de este retroceso se dio en los últimos doce meses.

Según el IET, el poder adquisitivo cayó 9,6% en mayo y acumuló 18 meses de caída

Además de ser el piso salarial de los trabajadores formales que trabajan ocho horas diarias, el SMVM opera como referencia para el sector informal, que no se rige por convenios colectivos sectoriales. Además, es la vara con la que se establece el valor de los planes sociales (fijados en el 50% del salario mínimo) y el salario básico docente (estipulado 20% por encima).

Según los últimos datos disponibles del Indec, el 40% de la población con ingresos cobra menos que el SMVM. El deterioro llega a tal punto que una familia tipo con dos salarios mínimos de $12.500 no llega a cubrir el costo de la canasta básica total, que en abril ascendió a $29.493; es decir, está en situación de pobreza. Como paliativo, el Ejecutivo adelantó a marzo la última cuota pautada en el Consejo del Salario de mitad de 2018 pero no alcanzó para revertir el declive. Para la edición de este año, que se realizará en las próximas semanas, los sindicatos ya adelantaron que pedirán elevarlo a $30.000, en línea con la canasta de pobreza.

El desplome no fue sólo para los trabajadores de menores ingresos. El promedio de los asalariados formales del sector privado perdió el 16% de poder de compra, el mayor retroceso desde 2002. Así lo marcó un informe del IET, que señaló que el salario real se ubicó en mayo en el nivel nivel más bajo en once años. En términos interanuales se hundió 9,6% y acumuló su decimoctava caída consecutiva.

El piso salarial pasó de US$580 en noviembre de 2015 a los actuales US$279

«El abrupto salto en el tipo de cambio del año pasado fue consecuencia directa del modelo económico. La apertura comercial irrestricta, la liberalización de la cuenta de capitales y un proceso de recomposición desmedido en el cuadro tarifario de servicios públicos signan la mayor fuente de volatilidad nominal de los últimos años», señaló el estudio de la Undav. La eclosión de este esquema, sostenido con un endeudamiento récord, terminó con la vuelta al FMI para evitar un default. Claro, el préstamo stand by implicó someterse a las típicas recetas del Fondo: «Cepo monetario, aceleración de la reducción del gasto público y política salarial restrictiva», agregó.

Junto al mayor salto de la pobreza en 16 años, otro de los correlatos del deterioro de los ingresos fue una contracción del mercado interno que terminó de sumir a la economía en una profunda recesión. Según datos del Itega, el consumo se desplomó 14,1% en lo que va del actual mandato.

En una economía desregulada como la del gobierno de Mauricio Macri, la devaluación del peso golpea con fuerza en todos los sectores pero se siente más en los productos de la canasta básica y de primera necesidad. La harina, cuya materia prima es de exportación y hasta hace poco sin retenciones, es uno de los que más aumentos registra.

Sólo en 2018, el paquete de harina trepó en un año 175%, según los datos del Indec. Con la escalada, subieron las facturas, los fideos y el pan.

Los economistas más didácticos solían explicar a través del tiempo la recuperación o caída del poder adquisitivo con un ejemplo bien concreto: el sueldo en kilos de pan. Si se toma como parámetro un salario mínimo, vital y móvil de antes de la asunción de Macri con uno actualizado a septiembre de este año, el resultado es una pérdida del poder de 100 kilos de pan por mes.

Según el relevamiento que hizo InfoCielo en Provincia, en 2015, el kilo de pan estaba a $25 y el salario mínimo era de $ 5.588. Se podían comprar casi 224 kilos de flautas o miñones.

Desde marzo, el salario más bajo de un trabajador registrado es $12.500 y el kilo de pan ya se vende a $100. Haciendo la simple división, el resultado es 125 kilos por sueldo. Así, las cosas, en tres años y medio el trabajador registrado perdió su capacidad para comprar 99 kilos.

Desde las 0 de este martes, la petrolera Axion elevó los precios de sus combustibles un 6 por ciento y horas más tarde lo hizo YPF ajustando los valores de sus surtidores un 4 por ciento en promedio.

La empresa estatizada subió 3,9% las naftas y 4,5% el gasoil mientras que la compañía de la familia Bulgheroni aumentó un 6 por ciento.

Se trata del primer paso de una serie de aumentos que, en mayor o menor medida, implementarán todas las empresas distribuidoras de naftas en la Argentina.

La novedad de esta nueva suba en el costo de los combustibles llega en el mismo día que comienza el programa de Precios Esenciales, que el Gobierno lanzó para contener el acelerado ritmo inflacionario.

Causas del aumento

El crudo Brent (la referencia para el mercado local) se negoció este viernes a u$s73,33 por barril y subía 7,8% en un mes. En el año, el incremento en dólares es del 35,4%.

A esto hay que sumarle la suba del dólar en lo que va del mes, lo que terminará impactando en un sector que está dolarizado en más de 80%.

La última actualización fue concretada a finales de marzo, cuando YPF puso en marcha una suba del 4,5%; mientras que los combustibles de Shell habían saltado un 9,5% promedio en todo el país.

El titular de la Cámara de Empresarios de Combustibles, Raúl Castellanos, antició el jueves un incremento que rondaría el 5 por ciento promedio. «Los números están para que aumenten las naftas, pero también hay una intención del Gobierno para contener los aumentos de precios», dijo a radio La Red.

El CEO de YPF, Daniel González, aseguró que «hay un pequeño atraso» en el precio de las naftas y anticipó movimientos graduales. «Estamos tratando de acompañar la realidad económica con acomodamientos graduales de precios, esa es la intención», dijo en Neuquén, al participar en un seminario sobre energía.

 

 

iProfesional

En el marco del IX Congreso Internacional de Ciencias Económicas de la UB, se anticipó un futuro desalentador: se producirá una fuerte devaluación y más inflación.

Federico Furiase, director de Eco Go; Guido Lorenzo, director de LCG; Bárbara Guerezta, economista senior de Arriazu Macroanalistas, y Ramiro Castiñeira, economista jefe de Econométrica, brindaron una exposición este jueves 11/4 en la segunda jornada del IX Congreso Internacional de Ciencias Económicas de la Universidad de Belgrano.

Con respecto a la economía que se viene, Furiase habló de un “Macricidio”: Sostuvo que, entre 2016 y 2017, se duplicó de US$ 15.000 millones a 30.000 millones el déficit de la cuenta corriente. Según el economista, la consecuencia de este proceso es la de intentar resolverlo con “una macro en modo ajuste del nivel de actividad a la oferta de dólares”, que debería permitir cerrar el déficit externo en US$ 10.000 millones a fin de este año.

Sin embargo, también advirtió que “el ajuste externo tiene un costo muy alto en la inflación”, por la caída de la demanda de dinero y del traslado a precios de la devaluación, que “aumenta la caída del poder adquisitivo de los salarios”. En consecuencia, “el Banco Central tiene que sobrerreaccionar con la suba de tasas de interés, que amplifica la contracción del crédito”.

Según Furiase, la inflación puede comenzar a bajar desde junio al 2 o 2,5% mensual, en el mejor de los casos. Explicó que es “muy difícil” que la economía arranque, “por el ajuste monetario y la demanda enfriada”. “El Banco Central no va a poder bajar rápidamente las tasas de interés”, explicó, “el ajuste externo fuerza un mayor ajuste fiscal, porque el grueso de la deuda pública está en dólares, lo que complica la capacidad de repago y pasa factura con el riesgo país”.

Por su parte, Lorenzo enfatizó el tema de la inflación: “Del 4% mensual se puede transformar en un 10% mensual y escalar rápidamente”. “Si no podemos bajar el riesgo país, la transición a ese tipo de cambio más alto va a ser complicada, porque se puede hacer a la buena o la puede hacer el mercado”, observó.

También dijo que el programa monetario acordado con el FMI fue un “fracaso total”. “La profundización del ajuste no nos está llevando a ningún lado”, agregó, “ya nos quedan pocas anclas nominales”.

Castiñera, por su parte, criticó la cuestión cultural y el modelo de “economía cerrada” basada en “sentarse sobre el dólar y las tarifas hasta que explote”. Finalmente, Guerezta destacó las posibilidades de “bajar las tarifas” a través del desarrollo de la producción de hidrocarburos.

 

urgente24

 

Sólo en marzo, el dólar subió más de un 10 por ciento, por lo que los economistas ya advierten que habrá nuevas subas. Qué, cuándo y cuánto aumentará.

Luego de la fuerte suba del dólar, que en la jornada del miércoles volvió a romper su techo histórico y cerró al borde de los $45, sólo es cuestión de días para que el traslado de la nueva devaluación impacte en los precios. De las naftas a la harina, aquí se indica cuáles son los productos que más podrían subir y a qué estrategias se puede recurrir para evitar que el impacto inmediato.

El golpe más evidente llegará el lunes, cuando suban nuevamente las naftas, en promedio un tres por ciento. Si bien se trata de una cuestión impositiva que ya estaba prevista, los empresarios del sector admiten que con la suba del dólar registrada en el último mes, deberían ajustar los precios entre un cinco y un 10 por ciento en las próximas semanas.

La suba en los precios de los combustibles tiene como consecuencia casi inmediata el incremento en todos los productos de consumo masivo, justamente porque se encarece el precio de traslado. La gran duda de los economistas es qué porcentaje de la nueva devaluación del peso se trasladará a las góndolas, teniendo en cuenta la estrepitosa caída del consumo.

La última encuesta de supermercados realizada por el Indec reveló esta semana una caída del 10,5 por ciento en las ventas de enero, comparadas con el mismo mes de 2018. Damian Di Pace, de la consultora Focus Market relevó que la caída del consumo en febrero fue del 11,3 %. El economista señala a BigBang que el impacto casi inmediato de la suba del dólar se verá reflejado en el precio de las naftas, los alimentos de consumo masivo y, en menor medida, los bienes durables (electrodomésticos y tecnología, por ejemplo) donde los empresarios tienen menos margen para aumentar los precios, justamente, por la caída de las ventas. Tampoco descarta que las tarifas de los servicios públicos sufran nuevos incrementos.

Sube, sube, sube

Pero más allá de la nafta y los bienes durables, los expertos en consumo anticipan que en las próximas semanas podrían llegar las nuevas listas de precios con subas en los productos cuya materia prima sea la harina, como así también los lácteos y todos los tipos de carne. “Si se habla de productos atados al dólar, todo va a aumentar”, explica a BigBang Carolina Suárez, experta en relaciones de consumo, que remata: “Todo lo que viene de afuera se va a ver afectado”.

“Todo va a subir”, resume el economista Juan Valerdi mientras baja de su auto las compras que acaba de hacer en un supermercado mayorista para protegerse de los futuros aumentos. “Cuando sube el dólar, yo voy al supermercado”, relata. Consultado por BigBang, Valerdi señala que en los productos importados o aquellos que requieran de elementos importados la suba será instantánea, mientras que en aquellos que sean “exportables”, tal vez se prolongue más la remarcación de productos.

Valerdi anticipa una suba en las frutas, los lácteos y todos aquellos productos que incluyan una cadena. En el caso de la carne, asegura que la suba será por razones “indirectas”, ya que el grueso de la carne no se exporta, pero el que fija el precio toma como referencia los valores de exportación.

Sostener la góndola

“Los productos que tengan margen importante de ganancia van a ser los que menos van a acompañar la inflación para poder vender su producción”, analiza Valerdi. Suárez pone como ejemplo a una marca que produce tapas de tartas y empanadas que atraviesa una compleja situación económica: “No va a mandar más aumentos por la caída del consumo, va a tener precios más económicos”.

Di Pace tampoco es optimista: “No veo un crecimiento de consumo pronto. Cuando cae el poder adquisitivo respecto al salario caen los volúmenes de venta. ¿Qué significa que crece la pobreza? Que hay gente que está comiendo menos”.

Cómo ahorrar

No son grandes estrategias y, tarde o temprano, la suba se hará sentir en todos los bolsillos:

Ante la suba de las naftas: anticiparse a la suba y llenar al máximo el tanque de nafta del auto.

Alimentos: el incremento en las góndolas sin dudas se hará sentir, aunque hay algunas estrategias como abastecerse de mucha mercadería antes de los nuevos incrementos o recurrir a los supermercados mayoristas.

¿Segundas marcas? Di Pace dice que la caída del consumo es tan fuerte que ya arrastra a las segundas marcas. “El año pasado caían las ventas de las primeras marcas y crecían las segundas. Ahora las segundas también caen, pero menos”, explica. Un reciente informe de la consultora Taquión, al que accedió BigBang, revela que el 78,6 por ciento de los consultados cambió a segundas marcas o marcas más económicas. Sólo un 19,2 afirmó que continúa comprando las mismas marcas que siempre.

 

ElComodorense

El Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación abrió el Procedimiento Preventivo de Crisis solicitado por la fábrica de neumáticos Fate, cuya producción bajó junto con la del complejo automotor. Peligran 430 empleos.

La empresa del grupo Madanes presentó el pedido de apertura de Procedimiento Preventivo de Crisis el 25 de febrero y, desde entonces, Trabajo viene trabajando junto al Sindicato Unico de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna) y la empresa para evaluar las alternativas existentes. El miércoles próximo se realizará una nueva audiencia para seguir abordando la situación de la compañía.

La empresa cuenta actualmente con unos 1.650 empleados bajo convenio. Su planta industrial está ubicada en la localidad de San Fernando, tiene una capacidad productiva de más de 5 millones de neumáticos por año y es proveedora de los principales fabricantes del país como Peugeot, Renault, Volkswagen, Ford y Mercedes Benz, entre otras.

La industria automotriz está en una profunda crisis. A las suspensiones que implementó el año pasado General Motors en su planta de Alvear en el Gran Rosario, se le sumaron en febrero las de PSA Peugeot, las de Honda en Campana y en los últimos días Renault y Fiat en las fábricas de Córdoba, que en total afecta a más de 8.000 trabajadores del sector.

Crisis industrial

El sector automotriz fue uno de los más afectados por la crítica situación que atraviesa la industria argentina en los últimos años. El último dato de producción industrial que difundió esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), muestra que la producción de vehículos automotores cayó 37 por ciento en enero de 2019 respecto a igual mes del año anterior y tuvo el mismo porcentaje de baja en el acumulado anual.

Un informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (Cepa), muestra que la producción de vehículos cayó 16,5 por ciento entre 2015 y 2018, cuando se pasó de fabricar 543.467 unidades a 466.649 unidades.

Los Procedimientos Preventivos de Crisis (PPC) son un reflejo de la recesión que afecta a las empresas y según un informe de la consultora Synopsis, el año pasado lo solicitaron 108 empresas en la jurisdicción nacional.

Este año el número está en ascenso y el más reciente fue el de la embotelladora de Coca Cola Femsa cuyo pedido de procedimiento de crisis no fue aceptado pero se acordó entre la empresa y el gremio la cesantía de unos 35 trabajares.

En la provincia de Santa Fe hubo 284 PPC el año pasado. Según el ministro de Trabajo santafesino, Julio Genesini, en los primeros dos meses de 2019 se tramitaron 150 expedientes, entre nuevos y prorrogados.

Según un relevamiento elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (Cepa) basado en información que ha sido publicada en el Boletín Oficial de ciudad y provincia de Buenos Aires, las quiebras aumentaron 19 por ciento desde que comenzó el gobierno del presidente Mauricio Macri.

Sobre los concursos preventivos, el aumento es mucho mayor: mientras en 2016 fueron 210, en 2017 llegaron a 227 y en 2018 saltaron a 368, un 75 por ciento más en tres años.

De acuerdo al informe del centro de estudios, en total se dieron 2.982 casos de empresas que recurrieron a la justicia o bien para solicitar la quiebra o bien para iniciar una convocatoria de acreedores que permita reestructurar la compañía.

La Capital

Por la caída de las ventas, la devaluación y la inflación Garbarino sólo podrá pagar el 50% de los sueldos, al menos por ahora.

La cadena de electrodomésticos con presencia en el país desde 1951 cuenta con 152 sucursales en todas las provincias el país y tiene 4300 trabajadores. “La compañía está con un problema de liquidez y para no retrasar más el pago de los salarios de los empleados decidió abonar la mitad de los sueldos y trataremos de anunciar que en breve, cuando se cancelará el resto” informó la firma.

Desde Garbarino aclararon que el tema de iliquidez será resuelto en breve y que quieren llevar tranquilidad a sus empleados. Sin embargo, esta decisión se enmarca en un contexto donde todos los sectores enfrentan problemas por la caída del consumo.

Seis empresas del sector automotor suspendieron personal, incluso en Tierra del Fuego el sindicato de la UOM cerró un acuerdo de no despidos por dos años, a cambio de la no reapertura de paritarias. Sin embargo, este año el acuerdo se ajustó y otorgaron un 24%, a cambio las empresas acordaron la posibilidad de suspender empleados.

 

 

Neuquén Al Instante

Es que los argentinos priorizan los destinos locales, por sobre otros países como Brasil, Uruguay, Chile y la ciudad de Miami. En la temporada 2019, hubo 29,5 millones de turistas.

Casi 30 millones de turistas vacacionaron en Argentina durante la temporada 2019, que abarca desde fines de diciembre hasta febrero) y gastaron cerca de $ 150.000 millones en las ciudades que conforman el circuito turístico local.

La estadía media fue de 4,2 días, y el gasto diario de $ 1.194 pesos por persona. “Este verano fue moderado, con algunos destinos mejores que otros”, destacó CAME en un informe y añadió “la gente dejó de ser fiel a sus rumbos tradicionales y buscó la mejor relación entre calidad y precio”.

El tipo de cambio alto favoreció los centros nacionales, que fueron priorizados por sobre países como Brasil, Uruguay, Chile y la ciudad de Miami que compiten con los argentinos en los sectores de la población con ingresos medios y altos.

En este contexto, se destacaron en el verano anuncios de inversiones en el sector por más de $9000 millones para la construcción de 80 nuevos establecimientos turísticos, según datos recopilados por la Secretaría de Turismo de la Nación.

Si bien lo que más se buscó esta temporada fueron las zonas de playas (mar, río, arroyos, etcétera), las zonas de montañas tuvieron alta aceptación. Ayudaron las promociones, especialmente en pasajes aéreos. Lo mismo con las localidades con termas, donde los complejos se mantuvieron con ocupación casi completa durante los fines de semana.

También hubo mucho turismo que fue detrás de las propuestas culturales, recreativas y deportivas, que tienen gran influencia en las decisiones de viajes.

El tiempo fue variado pero mayormente agradable en toda la temporada. Las inundaciones, especialmente en la zona de la costa uruguaya durante la primera quincena de enero, hicieron que turistas cambiaran de dirección hacia otras localidades. Igual, las ciudades con playas afectadas organizaron numerosos eventos que hicieron que la gente viaje igual por otros motivos.

Mar del Plata, Villa Gesell, Villa Carlos Paz, Mendoza, Puerto Iguazú, Las Grutas y Bariloche, estuvieron entre los destinos más buscados por los argentinos para estas vacaciones y repitiendo un poco la tendencia de todos los años de ser centros preferidos.

Una ciudad que este verano logró romper con su estacionalidad y dejar de ser un núcleo sólo de invierno, fue Termas de Río Hondo. Hace tiempo que este polo viene invirtiendo para lograr eso. Construyó un aeropuerto, un autódromo, el museo del automóvil, un hotel, dos costaneras y se hizo la reconversión lumínica. Como resultado: la ciudad pasó de ofrecer una temporada de cuatro meses con 350.000 turistas, como lo hacía 15 años atrás, a ampliarla para disfrutar de diez meses, con 1.100.000 visitantes.

Se observó un turista muy medido en sus consumos, cuidando su bolsillo. Las provincias prepararon opciones para todos los ingresos y muchas promociones.

En la Patagonia, especialmente en Tierra del Fuego, se observó un intenso movimiento de cruceros. En parte ayudó la desburocratización de los trámites de las empresas para ingresar al país y las inversiones por US$70 millones para mejoras de puertos que se están realizando. Se espera que este año ingresen 551 mil pasajeros por esa vía, 12% más que en 2018, y se está desarrollando en simultáneo un plan estratégico para llegar al millón.

Una tendencia que se observa es que cada vez hay menos diferencia en la cantidad de gente que vacaciona en enero y la cantidad que lo hacen en febrero, especialmente en la primera quincena. Eso también está achicando la brecha de precios entre ambos meses.

En las provincias limítrofes con países vecinos creció notoriamente la cantidad de turistas extranjeros provenientes de Brasil, Chile y Paraguay principalmente.

Según los relevamientos realizados por CAME, una semana en puntos de la Costa Argentina como Mar del Plata, para una familia de 4 miembros, rondó este verano entre $14.500 si se elige un modo de viaje económico. En tanto, si se opta por una modalidad de mayor holgura la cifra es de $54.000 (con hotel entre 3 y 4 estrellas, una salida diaria a comer afuera y algunos gastos en entretenimientos, pero sin alquiler de carpas).

Un dato que se conoció en el verano, es que América Latina sólo atrae el 3% del turismo global. Una cifra muy baja pero que muestra el potencial de crecimiento que tiene la región y especialmente la Argentina, que es uno de los destinos que más gustan del continente.

El broche final de esta temporada fue este feriado de carnaval, desde el pasado 1 de marzo hasta hoy 5. Hubo un fuerte despliegue de turistas por todo el país. Hacia la costa se registró un movimiento de 2600 autos por hora entre la tarde del viernes y el mediodía del sábado. Una intensidad similar había en el puente Zárate–Brazo Largo con quienes viajaron hacia el Litoral.

Ámbito

El Presidente reconoció los efectos de la devaluación y la inflación en los argentinos. «Veníamos hace muchos viviendo por arriba de sus posibilidades «, sostuvo. «Hay gente enojada y mucha gente angustiada porque cuesta más llegar a fin de mes», admitió.

Antes de partir a Colonia para reunirse con el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, Mauricio Macri admitió que hay muchos argentinos que sufren con la crisis económica, volvió a responsabilizar de la situación a los anteriores gobiernos y aseguró que la actual coyuntura es «mejor» que la el punto de partida del 2015.

“Doy vueltas por el país todo el tiempo, debo ser el presidente que más ha recorrido el interior del país en sus primeros tres años de gobierno, y lo hago desde el amor que tengo por lo que hacemos y todos ustedes, y por la convicción que estando cerca y escuchándolos, voy a resolver los problemas que tenemos”, le comentó a la entrevistadora al inicio de la charla radial.

«Hay gente enojada y mucha gente angustiada porque cuesta más llegar a fin de mes, porque nos hemos chocado contra una realidad, los entiendo. La Argentina venía hace muchos viviendo por arriba de sus posibilidades», sostuvo el mandatario en diálogo con FM Radio Pasión 96.5, de la localidad puntana de Buena Esperanza.

“Hubo gobiernos que gastaban más de lo que tenían, y de golpe nos encontramos que el mundo nos dejó de dar crédito para sostener eso, y tuvimos una devaluación grande, acompañado de un aumento de la inflación eso nos ha pegado, pero finalmente hemos entendido”, sostuvo en la breve entrevista radial.

“A la luz de las dificultades que hemos enfrentado, entendimos que no podemos vivir de lo prestado, ni gastar más de lo que tenemos. No se pude gastar más de los que se genera todos los meses, para estar más tranquilo y ahorrar un poquito. Los intendentes, los gobernadores y el presidente tienen que gastar menos de lo que le damos de impuestos, que nos cuesta mucho pagar”, añadió.

“Este camino ya lo han logrado muchos países, nuestros países vecinos lo han logrado, como Chile, Paraguay, Uruguay, Perú. Ellos viven con presupuestos realidad, acotados, sin despilfarrar, sin robar”, sostuvo. “Si se gasta más de lo que une tiene facilita el desorden, y eso trae más posibilidad de corrupción, como estamos viendo con las denuncias que se están estudiando del gobierno anterior”, completó.

“Es un camino que nos ha golpeado, que no es fácil, y entiendo a aquellos que están enojados o angustiados, pero créanme que es el único camino: decirnos la verdad, el diálogo, trabajar en equipo. Estamos en minoría en el Gobierno y dialogamos con la oposición, el peronismo, para hacer las reformas fundamentales que esperan los que votaron un cambio. Y a pesar de los golpes, diría que estamos en una mejor posición para encarar el futuro de lo que estábamos en el 2015, en una posición más sólida”, dijo y remarco, las relaciones internacionales, la institucionalidad, la lucha contra el narcotráfico, la conectividad de internet y la «revolución» de los aviones.

En medio de las quejas de los sectores bajos por la falta de empleo y asistencia social, de los sectores medios por los tarifazos, de los empresarios por la suba de impuestos y exiguos incentivos a la producción local, el mandatario se mostró ilusionado con los futuros ingresos de dólares que generarán los productos agropecuarios. «El campo va a tener una cosecha récord que va a permitir generar más actividad» económica, sostuvo.

Enojos y angustias

Al mismo tiempo que brindaba el reportaje telefónico, organizaciones sociales se movilizaban hacia el Ministerio de Salud y Desarrollo Social, así como también había marchas en distintos puntos del Interior, para reclamar actualización de los montos que perciben los beneficiarios de los programas de empleo y la Asignación Universal por Hijo (AUH).

Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), el Frente Popular Darío Santillán y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) llevaban adelante la medida bajo el lema «Tierra, techo y trabajo». La movilización cuenta con el apoyo de sectores del sindicalismo como la Corriente Federal, ATE Nacional, CTA Autónoma, entre otros.

Asimismo, en las últimas horas la Unión Industrial Argentina (UIA) estimó que la actividad del sector cayó 3,5% en 2018. Durante la primera junta del año, que reúne a la mesa grande de la UIA con representantes de todo el país, además de repasar los datos estadísticos del 2018 se manifestó la preocupación de las distintas regiones y sectores productivos por la caída del nivel de actividad.

José Urtubey, del Comité Ejecutivo de la entidad fabril, advirtió que el modelo económico del Gobierno «no nos sirve a los industriales, ni a nadie» y dijo que las perspectivas para 2019 son que la industria va a volver a caer, un 2,5%. «La mitad de la industria está paralizada. Eso sintetiza la crisis que vive el sector. Era obvio que íbamos a terminar así y no hubo modificaciones en el rumbo que tomó el Gobierno nacional», enfatizó el dirigente empresario. Además, recordó que en los últimos tres años, se perdieron 107 mil puestos de trabajo en la industria.

En este marco, el Gobierno convocó para el jueves a la mañana a empresarios y entidades del sector para anunciar el lanzamiento de medidas de estímulo para las economías regionales. En encuentro será a las 9 en el Salón Blanco de la Casa Rosada, y estará encabezado por Macri y el ministro de la Producción, Dante Sica. De acuerdo a lo que trascendió, el objetivo de las medidas en análisis será el de facilitar las ventas al exterior de productos regionales. No se descarta en ese sentido que se modifique el esquema de retenciones.

Ámbito

Los números macroeconómico de Argentina, en clave relativa, volverán a ser muy malos en 2019. Así lo mostró ayer un informe del BBVA Research, que no tiene datos de Ecuador ni de Venezuela.

Todos crecen

En promedio, la región crecerá 1,2% y Argentina es el único país que caerá. Según la entidad, 1%. Eso se compara con el 2,2% de Brasil, el 2% de Mexico, el 3,4% de Chile, el 3% de Colombia, el 4,1% de Paraguay, el 3,9% de Perú y el 1,3% de Uruguay. Además, Argentina fue el único en caer en 2018 y en 2016, también, junto con Brasil.

¿Inflación?

En 2019, los precios subirán 30% en Argentina, dice el BBVA. Eso comparado con el 4,5% de Brasil, el 2,8% de Chile (casi lo mismo que tuvimos en enero), el 3,2% de Colombia, el 3,7% de México, el 4% de Paraguay, el 2,3% de Perú y el 7,4% de Uruguay.

Tasas anormales

Si bien el BBVA estima que el rendimiento de las Leliq caerá hasta 35%, sigue siendo un número altísimo en clave regional. Más que cuadruplica el 8% de Brasil y México. A su vez, Chile cerrará en 3,50%, Colombia en 4,75%, Paraguay en 5,50% y Perú en 3,25%.

El informe también muestra que el déficit fiscal será de 3,3% (es decir, incluyendo intereses) en 2019 y allí nos supera Brasil, con 5,3%. El resto oscila entre 2% y 3% del PIB. A la vez, el rojo en Cuenta Corriente nos sigue mostrando vulnerables, aunque mejorando: tras concluir 2018 arriba de 5%, cerrará 2019 en 3,3%.

El dato alentador, como muestra la tabla, es que el BBVA proyecta que las variables de Argentina se normalizarán aún más en 2020. También ocurrirá lo mismo con el déficit fiscal y el externo: ambos pasarán a 2,3% del PIB en 2020. Un proceso de convergencia necesario para volver a atraer inversiones.

Los riesgos a la baja de esos pronósticos, dice el BBVA, son las elecciones de octubre y una eventual escasez prolongada de flujos de capital que impidan el retorno a los mercados globales en 2020.

El Economista