La tradicional marcha de los días 4 atrajo a una multitud que se concentró en la plaza San Martín y después se trasladó hasta la delegación regional de Seros, donde se mantiene desde hace ya más de 20 días la ocupación por parte de un grupo de jubilados provinciales.
Después de varios meses de marchas reducidas, la movilización de ayer fue contundente en respuesta a las últimas manifestaciones en favor del desarrollo minero o de una instancia de discusión sobre la actividad extractiva. A su vez, contó con apoyo de los sindicatos que vienen en lucha con paros y medidas de fuerza, reclamando pago de haberes en tiempo y forma, normalización de Seros, mejoras en las escuelas y el boleto estudiantil gratuito, entre otras cosas.
Al arribar a Seros, cerca de las 19 horas tuvo lugar un festival con espectáculos musicales y artísticos, se sirvió mate cocido y tortas fritas para los asistentes, así lo dió a conocer El Chubut.
En ese marco se dio lectura al comunicado de la asamblea de vecinos autoconvocados por el No a la Mina, el cual inquiría “al gobernador Mariano Arcioni, a los diputados, cuáles son las voces que escuchan, qué idioma hablan. Tratan a la meseta chubutense como un botín de guerra, el plomo, la plata y el uranio se convierten en garantía de una deuda que diluyeron y que fugan al exterior, y no les importa rematar el río, el acuífero, la oveja, el guanaco, la meseta o el mar. Siguen con el plan de saqueo que no es más que devastarnos por los bancos y los bolsillos de unos pocos”.
Los vecinos del No a la Mina acusan a las autoridades de “no poder controlar ni gestionar una planta de residuos, no pueden remediar ni controlar el desastre de la laguna Chiquichano, no pueden garantizar el suministro de agua a las ciudades de la costa, y siguen insistiendo con la megaminería”.
“Impulsan la megaminería pero condenan a la mitad de los pibes del país a la pobreza. Secuestran los salarios de los trabajadores estaltales, impulsan a los jubilados a una protesta indefinida, los que congelan la economía de la provincia”.
