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Gerardo García fue apresado mientras viajaba en un vehículo en La Paz. No se sabe de qué se lo acusa y su situación legal será evaluada por la oficina del fiscal. La ex titular de la cartera de Cultura, Wilma Alanoca, está acusada de ordenar actos violentos.

La policía boliviana arrestó a Gerardo García, vicepresidente del Movimiento por el Socialismo (MAS), el partido del depuesto presidente Evo Morales, mientras que se dictó orden de captura para una de sus ministras.

García fue apresado el jueves mientras viajaba en un vehículo en el centro de La Paz, junto al conductor del vehículo, indicó el diario El Deber, basado en fuentes policiales.

En el momento de su arresto, García tenía con él varias computadoras y equipos biométricos, que se supone que pertenecen a las oficinas electorales, y sellos del ministerio de Desarrollo Rural de Bolivia, señala la información, que reproduce la agencia Ansa.

En un breve contacto con la prensa, el vicepresidente del MAS sólo logró declarar que estaba transportando ese equipo y documentos a las oficinas del partido de Morales en la ciudad de La Paz. No se sabe de qué se lo acusa y su situación legal será evaluada por la oficina del fiscal, en primer lugar en relación con el uso de bienes del estado, cuando ya no es un funcionario público.

En tanto, la fiscalía boliviana emitió una orden de arresto contra la ex ministra de Cultura Wilma Alanoca, en relación con un caso relacionado con algunos cócteles molotov que se descubrieron el 9 de noviembre en una instalación de esa repartición.

La policía encontró bombas Molotov en un garaje que se supone que se utilizan para llevar a cabo actos de violencia durante las movilizaciones en El Alto y La Paz.

Cuatro personas que fueron arrestadas y encarceladas por esta investigación señalaron a Alanoca como la persona que habría dado la orden de fabricar esos dispositivos explosivos. Tras estos acontecimientos, el fiscal emitió numerosas órdenes de arresto contra los involucrados, entre ellos, la ex ministra.

Por el momento, se desconoce el paradero de Alanoca, a pesar de que es una de las personas que solicitaron asilo político a México, informó Télam.

El presidente Xi Jinping se mostró dispuesto a poner fin al conflicto arancelario en el que las dos principales potencias económicas del mundo se encuentran inmersas desde marzo de 2018.

El presidente de China, Xi Jinping, aseguró hoy que su país quiere «trabajar en un acuerdo» con Estados Unidos para resolver la guerra comercial, pero advirtió que tomará represalias si es necesario.

Se trata del primer comentario público en varias semana del máximo mandatario del gigante asiático sobre la posibilidad de llegar a un pacto con Washington para poner fin, al menos de forma temporal, al conflicto arancelario en el que las dos principales potencias económicas del mundo se encuentran inmersas desde marzo de 2018.

«Si fuese necesario, tomaremos represalias, pero hemos estado trabajando activamente para tratar de no tener una guerra comercial. Nosotros no comenzamos esta guerra comercial y no es algo que queramos», apuntó Xi en un foro económico en Beijing.

Y agregó que «siempre hemos dicho que no queríamos empezar la guerra comercial, pero no tenemos miedo», informó EFE.

El primer ministro respondió así a los cargos contra él que presentó la fiscalía israelí por fraude, cohecho y abuso de confianza.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró que los cargos por corrupción anunciados por el fiscal general del país, Avichai Mandelblit son «un intento de golpe» contra él. Y remarcó que son «falsas acusaciones por motivos políticos».

«Estamos presenciando un intento de llevar a cabo una revolución legal. Es un proceso contaminado por intereses extranjeros con el objetivo de derrocar a un primer ministro derechista», declaró, en una comparecencia ante la prensa en Jerusalén, poco después de que el fiscal anunciara que lo acusaba formalmente de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres causas abiertas contra el primer ministro.

«Todo esto tiene como objetivo mi caída», enfatizó. «Este es un día triste. Hay que estar ciego para no ver que algo malo está sucediendo en el sistema legal», agregó el premier. 

Netanyahu se convirtió este jueves en el primer jefe de gobierno en la historia de Israel acusado de corrupción, lo que podría acabar con la carrera política del líder que más tiempo ha gobernado desde el nacimiento del Estado hebreo.

La acusación del fiscal Mandelblit podría tener importantes consecuencias políticas, pues ocurre horas después de que el presidente Reuven Rivlin encargara al Parlamento encontrar un primer ministro, luego de que Netanyahu y su rival Benny Gantz fracasaran en formar un gobierno, informó Clarín.

La policía dispersó con gases lacrimógenos a los manifestantes que llegaron de El Alto al centro de la ciudad.

La policía lanzó este jueves gas lacrimógeno contra una multitudinaria marcha de opositores al gobierno interino de Bolivia, que descendió de El Alto hasta la vecina La Paz con algunos féretros de las ocho víctimas de un reciente enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.

Los manifestantes huyeron despavoridos por las calles aledañas a la céntrica plaza San Francisco, adonde habían llegado miles de pobladores de El Alto, según periodistas de la AFP.

Varios locales cerraron sus puertas ante el pánico generalizado.

La policía disolvió la protesta cuando las personas, en su mayoría indígenas aymaras, quisieron montar los ataúdes sobre una tanqueta militar en protesta por la represión del pasado martes.

Ese día ocho hombres murieron por heridas de bala, durante un choque con fuerzas combinadas de la policía y el ejército, en inmediaciones de una planta de distribución de gas.

El gobierno de la presidente interina Jeanine Áñez, que reemplazó a Evo Morales tras la renuncia y exilio en México del líder indígena, negó su responsabilidad en las muertes. En un mes de protestas han muerto 32 personas.

Las bombas lacrimógenas empleadas por la policía este jueves generaron una estampida. En el suelo podían verse algunos féretros.

«Nos quieren matar y hay libertad para matar, hay orden para que nos maten en El Alto», dijo una mujer que se identificó como Ana Méndez, de 55 años, y quien acompañaba la protesta.

Un grupo de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTOP), especializada en disturbios, intervino en motocicletas. «Hemos sido matados», gritó una mujer, «y ahora somos gasificados». 

Algunos de los féretros fueron bajados al suelo en plena calle por los manifestantes, tras haber acompañado a los vehículos que los traían de El Alto, mientras pedían ayuda para atender a gente afectada por los gases.

El Alto es foco de protestas contra el gobierno interino de Bolivia, que asumió el poder tras la renuncia de Evo a la presidencia, el pasado 10 de noviembre, y que califica las manifestaciones de actos de «terrorismo», además de asegurar que en las acciones de respuesta no se ha disparado ni una bala por parte de los militares.

La Defensoría del Pueblo confirmó que los ocho civiles fallecidos recibieron impactos de proyectiles de armas de fuego, cuya autoría se investiga.

El gobierno interino de Bolivia mantiene que los disparos mortales no son de militares, pero por ahora no hay versión oficial sobre los autores.

El operativo militar y policial escoltaba un convoy de camiones cisterna desde la refinería de una empresa estatal a La Paz, donde escasean y están racionados combustibles como el gas y la gasolina, informó Clarín.

El ex presidente también cuestionó a Jeanine Áñez y dijo que “no encabeza un gobierno, sino una dictadura”.

El ex presidente boliviano Evo Morales acusó este jueves al Gobierno provisorio de Jeanine Áñez de «crear un montaje» para encarcelarlo y, según denunció, «detener los avances» del país.

Desde México, donde está asilado, Morales sostuvo que la intención es hacerle «un juicio internacional», y destacó que apelan «a la manipulación judicial para encarcelar a líderes antiimperialistas, de izquierda y progresistas es algo que ya hicieron con Lula, Cristina y Correa».

«Denuncio al gobierno de facto en Bolivia por crear un montaje con intención de hacerme un juicio internacional. Apelar a la manipulación judicial para encarcelar a líderes antiimperialistas, de izquierda y progresistas es algo que ya hicieron con Lula, Cristina y Correa», lanzó Morales.

Y agregó: «Lo único que quieren es detener los avances del pueblo. Al igual que en esos países hermanos, en Bolivia la verdad triunfará».

Más temprano, y en relación con el inminente llamado a elecciones, Morales consideró que tiene «derecho a presentarse», pero que está dispuesto a «renunciar» si eso favorece la «pacificación del país».

«Tengo derecho a presentarme, pero si esto va en detrimento de la pacificación del país, renuncio», explicó Morales, que recibió asilo político en México, en una entrevista publicada en el sitio web del semanario alemán Der Spiegel.

Bolivia está sacudida desde hace un mes por una grave crisis, a raíz de la controvertida elección de un cuarto mandato de Evo Morales, que desde entonces dimitió y abandonó el país.

Consultado sobre cuándo regresará a su país, Evo fue terminante: «Si fuera posible, ahora mismo. Extraño mucho mi casa. Extraño mi trabajo… Trabajaba todos los días desde las cinco de la mañana hasta las diez u once de la noche».

«Ahora es probable que las generaciones futuras tengan que continuar esta lucha», añadió Morales.

Según opinó, la administración encabezada por Jeanine Áñez «no es un gobierno de transición, es una dictadura». Y apuntó: «Si quieren demandarme, que lo hagan, me las arreglaré. Pero no pueden encarcelarme porque soy inocente».

La presidenta interina envió el miércoles un proyecto de ley al parlamento para organizar nuevas elecciones presidenciales y legislativas, un mes después de los comicios del 20 de octubre, que marcaron el inicio de la violenta crisis política.

El texto, que debe ser aprobado por el parlamento, donde el Movimiento hacia el Socialismo (MAS) de Morales es mayoritario, anularía aquellas elecciones, informó Clarín.

La proclamada presidenta provisional propone designar vocales electorales en 15 días.

La proclamada presidenta provisional de Bolivia, Jeanine Añez, anunció este miércoles que entregó un proyecto de ley para convocar a elecciones lo antes posible.

«Primero vamos a estar lo más apegado a la Constitución. Hemos elaborado un proyecto base de ley. Probablemente pueda ser corregido, consensuado, enriquecido por todos los sectores que están involucrados en la lógica de pacificar el país y de elegir a nuestros gobernantes», dijo Áñez.

Además, según detalló la prensa local, la idea de Áñez es designar vocales electorales en un plazo de 15 días.

«Lo vamos a hacer en conjunto con organismos internacionales y con todos aquellos que quieran enriquecer ese proyecto base que nos va a ser útil para todos los bolivianos», agregó Añez.

Ratificó que en caso de no encontrar consensos dentro del órgano Legislativo, el gobierno interino no descarta la posibilidad de convocar a los comicios nacionales mediante un decreto.

Al respecto, la presidenta de la Cámara de Senadores, Eva Copa, dijo que ello sería una acción inconstitucional.

«Nosotros no podemos permitir que se realice una elección por decreto cuando la Asamblea Legislativa está funcionando con legalidad y legitimidad», manifestó.

La Cámara de Senadores remitió este miércoles a la Comisión de Constitución un proyecto de «ley excepcional y transitoria para la realización de elecciones nacionales y subnacionales».

La senadora Copa dijo que la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido de Evo Morales, dimisionario presidente de Bolivia, busca concretar una mesa de diálogo para encaminar las elecciones generales en el país, informó Clarín.

Lo informó a través de un comunicado de la casa real.

El príncipe Andrés de Inglaterra, hijo de la reina Isabel II anunció este miércoles que se aleja de sus actividades públicas debido al escándalo que lo golpeó por su amistad con el magnate estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de abusos sexuales de menores, y que apareció muerto en su celda.

Lo hizo a través de un comunicado en el que detalló que le pidió permiso a la reina debido a que, según precisó, su asociación con el delincuente sexual convicto Epstein se ha convertido en una «gran distracción» para el trabajo de la familia real.

El comunicado del príncipe Andrés se dio a conocer poco después de que el gran grupo británico de las telecomunicaciones BT y tres universidades australianas decidieran romper sus relaciones con él.

Fue por una entrevista que se dio a conocer el sábado por la noche, en la que el príncipe Andrés no tomó, según estas entidades, la distancia necesaria con Epstein, acusado de pederastia y encontrado muerto en la cárcel, y no tuvo palabras de compasión para las víctimas.

El príncipe se limitó a refutar las acusaciones de una mujer reclutada por Epstein, que afirmó haber sido forzada a mantener relaciones sexuales con él cuando ella tenía 17 años.

El operador British Telecom anunció el miércoles que no continuaría financiando un programa educativo si el duque de York seguía siendo el padrino del programa.

Además, tres universidades australianas, la Bond University de Queensland y las universidades Murdoch y RMIT de Melbourne, anunciaron que ya no querían colaborar con el príncipe en una asociación que ayuda a los empresarios y a las compañías emergentes.

El martes, varias empresas anunciaron su reticencia a seguir patrocinando la asociación del príncipe, llamada Pitch@Palace.

El príncipe Andrés, de 59 años y octavo en la línea de sucesión al trono, reconoció en su entrevista que sus relaciones con Epstein han podido poner a la familia real en aprietos, pero cree no haber perjudicado la reputación de la reina Isabel II, informó Clarín.

Lo anunció la jefa de la Cámara Alta, Eva Copa, del MAS. El llamado alienta la salida del diálogo a la crisis. El debate quedó empañado por tres muertes en un piquete.

La bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido que responde al ex presidente Evo Morales y que tiene el control mayoritario del Parlamento de La Paz, anunció que el Senado debatirá este miércoles un proyecto de ley con una convocatoria “inmediata” a nuevas elecciones. La novedad se produjo luego de que esa misma agrupación hubiese cancelado horas antes una sesión considerada “clave” en la que se iba a analizar la renuncia del ex presidente Evo Morales y de la que saldría eventualmente una fecha electoral.

“Los asambleístas tenemos la predisposición de ir a una elección. Por eso mañana estamos convocando a la plenaria en la Cámara de Senadores para poder encarar un anteproyecto de ley para llamar a una nueva elección lo más antes posible”, dijo la jefa del Senado, la masista Eva Copa, en una conferencia de prensa.

En la misma ocasión, la legisladora pidió el repliegue de las Fuerzas Armadas que han sido llamadas para controlar diversas marchas en el país. La exhortación se produjo el mismo día en quetres manifestantes murieron durante la represión a un piquete del MAS ante una refinadora de El Alto y que buscaba impedir la salida de combustible para paliar el desabastecimiento que sufren vastas zonas del país. El área es controlada por militares, a los que importantes sectores del masismo culpan de una represión indiscriminada, en particular luego de que el gobierno interino de la presidenta Jeanine Añez promulgara un decreto que los exime de responsabilidades penales.

La cancelación de la sesión en la Asamblea legislativa fue interpretada como la búsqueda de un canal de negociación con el gobierno interino de Áñez que permita resolver tanto el tratamiento de la renuncia a la presidencia de Evo Morales como una fecha electoral, despejando así una salida a la crisis. La sensación de que había abierto un canal de diálogo fue confirmada más tarde por el anuncio de que hoy se trataría un proyecto de ley en el Senado con el cronograma electoral.

En las últimas horas, hubo llamados de la Conferencia Episcopal Boliviana, de la ONU y de otras instancias nacionales e internacionales para poder alcanzar acuerdos que permitan normalizar Bolivia, en convulsión política desde los comicios del último 20 de octubre que fueron considerados como un fraude por una polémica auditoría de la OEA. Una semana después de la elección, y ante la gravedad del informe del organismo regional, Morales decidió llamar a nuevas elecciones sin aclarar si sería o no candidato.

Finalmente, Morales dimitió el 10 de noviembre luego de que las fuerzas militares le retiraron su apoyo en medio de fuertes manifestaciones a favor y en contra a su persona, salpicada por la manipulación de votos. El ex presidente buscaba un cuarto mandato tras lograr una habilitación a una prohibición constitucional y tras perder un referendo en 2016 que rechazó su reelección. Refugiado en México desde el 12 de noviembre, Morales acusó a la OEA de sumarse al “golpe de Estado”.

Ayer, antes de que el MAS suspendiera la sesión en la Asamblea, las bancadas de Unidad Demócrata y el Partido Demócrata Cristiano, que respaldan a la presidente interina Añez, habían descartado asistir, presumiendo que en ella rechazarían las renuncias de Morales y su vice Álvaro García Linera, para así posibilitar su retorno a territorio de Bolivia. El gobierno de Añez amenazó el domingo con convocar a nuevos comicios por decreto si no hay un acuerdo con el MAS.

En una extensa entrevista con DPA, Morales volvió a cambiar el guión de anteriores reportajes y esta vez reiteró que no piensa en volver a ser presidente, aunque aclaró que la desmovilización de su partido depende de que haya garantías y una investigación sobre las muertes ocurridas desde su renuncia. También apuntó que el ex presidente español José Rodriguez Zapatero, comprometido en fallidos procesos de diálogo con el chavismo venezolano, podría liderar una mediación en Bolivia.

Este miércoles, la OEA discutirá una resolución para instar a Bolivia a llamar “urgentemente” a elecciones. El proyecto pide el “inmediato cese de la violencia”. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ente autónomo de la OEA, las protestas dejaron al menos 23 muertos y 715 heridos, informó Clarín.

El control de este codiciado metal es un factor central para entender el porqué de los enfrentamientos en el país.

En el Estado de Potosí, ubicado al sudoeste de Bolivia, los municipios rurales en los alrededores del salar de Uyuni, el depósito de litio más grande del mundo, temen por el futuro de sus proyectos de desarrollo.

Una nueva planta de procesamiento del cereal quinoa en San Agustín. Cinco nuevas escuelas y cuatro centros de salud, parte del programa Bolivia Cambia. Nuevos sistemas de agua potable en otros cuatro municipios. “La planta está a salvo porque ya tenemos casi toda la financiación pero los demás no sabemos”, dijo Emilio Muraña Huanca, del Ayuntamiento de San Agustín controlado por del partido de Evo Morales, Movimiento al Socialismo (MAS).

La noticia de la renuncia y la marcha de Morales llegó a estos ayuntamientos del Potosí rural como si fuera una erupción del volcán Ollagua, de 5.868 metros de altura, que domina el horizonte al oeste. “No sé si hubo fraude electoral, pero sí sé que la oposición había decidido que denunciaría el fraude semanas antes de las elecciones”.

Lo más chocante para estos campesinos quechua en las áreas rurales del departamento de Potosí que han logrado importantes mejoras de sus vidas desde que Morales y el MAS llegaron al poderen el 2006, es que la capital de Potosí, la legendaria ciudad de la plata y del saqueo, escenificó durante más de un mes violentas protestas diarias contra el presidente de izquierda que acabaron por mermar su popularidad.

Es más, era precisamente el proyecto más querido de Evo Morales, –aprovechar el litio del salar de Uyuni en el departamento de Potosí para crear una nueva industria de baterías y, con un poco de suerte, hasta de vehículos eléctricos–, lo que fue utilizado por la derecha en Potosí para movilizar la ciudadanía contra el presidente. 

Morales estaba acostumbrado a las permanentes movilizaciones de la derecha en Santa Cruz, la conservadora ciudad al norte, con sus grandes empresarios y su población blanca. Pero Potosí, dominado por el icónico Cerro Rico, vaciado de plata en una fiebre de extracción en el siglo XVII, es una ciudad simbólica para la izquierda, poblada por indígenas y mineros. Para Evo Morales, el litio, como todos los minerales en el subsuelo de Potosí a lo largo de cinco siglos, se acabaría convirtiendo en la maldición de la materia prima.

La némesis del presidente

Marco Pumari tiene 38 años. Es hijo de un minero, indígena (aunque no se define así) y presidente del comité cívico Potonista. Pumari, ambicioso y oportunista, quiso imitar el éxito del comité cívico en Santa Cruz del ultraconservador Luis Fernando Camacho, el llamado «Bolsonaro boliviano», que viene organizando constantes paros contra el presidente de izquierda a lo largo de los años.

En Potosí, una ciudad mucho mas pobre (y mucho más indígena) que Santa Cruz, lograr que se levantara el pueblo contra Morales sería una tarea más difícil. Pero tres semanas antes del inicio de la campaña electoral, Pumari dio con la formula. Sacaría provecho de un agravio histórico: el miedo colectivo en la ciudad a que la extracción de las riquezas de su subsuelo beneficiara a otros, pero no a los potosinos.

En ese caso, no se trataba de Francisco Pizarro ni del rey de España sino de la empresa alemana ACI Systems. Había firmado un contrato con el gobierno de Morales para producir hidróxido de litio del mineral extraído en el salar y fabricar baterías de ion litio para el mercado europeo. Una empresa china Xinjiang Tbea Group-Baocheng haría lo mismo para Asia.

Ambas empresas participarían en sociedades mixtas en las que el accionista mayoritario sería la empresa estatal Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB). La región de Potosí cobraría un royalty del 3% para completar la cadena nacional de suministro impulsado por el Estado, YLB firmó un contrato con la fabricante de vehículos eléctricos Quantum con una planta en Cocha­bamba. 

Abundaban las dudas respecto a la viabilidad del plan. Pero pocos se imaginarían que Morales pudiera ser tachado de vende patrias por promocionar un proyecto de desarrollo industrial nacional.

Pero Pumari lo consiguió. Arremetió contra el gobierno por “abrir las venas” (Eduardo Galeano dixit) del salar de Uyuni sin que Potosí se viera beneficiado. Un royalty del 3% era insultante. Pumari pronunció discursos furiosos contra el plan del presidente y logró el apoyo de la derecha y parte de la izquierda potosinas. El comité cívico organizó bloqueos por toda la ciudad y manifestaciones a veces violentas. Pumari hasta se declaró en huelga de hambre para reivindicar un trozo del pastel más grande para Potosí de la industria del preciado litio.

Potosí de repente descubrió una identidad regionalista y se sumó a Santa Cruz –siempre secesionista cuando la izquierda gobierna en La Paz– en la presión por conseguir más autonomía y hasta un Estado federal.

“Hay una enorme frustración en Potosí por haber sido un símbolo de la riqueza pero sin desarrollo; siempre se ha sentido abandonada así que es natural que diga que con el litio no le vuelva a pasar”, dijo Hernando Larrazábal, ex director boliviano del Banco Interamericano de desarrollo . Pero “Morales tiene que establecer equilibrios; si le da excesivamente por la riqueza mineral a Potosí tendría que darle a las regiones que tienen gas”.

Finalmente, Morales cedió. Rompió el contrato con la empresa alemana tal y como Pumari había pedido. Se comprometió a invertir en una fabrica de baterías en la ciudad de Potosí y de trasladar la sede de YLB desde La Paz a la caótica ciudad de Uyuni en medio del salar. Hasta los royalties tal vez serían negociables.

Pero ya era tarde. Llegaron las anunciadas acusaciones de fraude electoral. La renuncia de Morales y la llegada a la presidencia de Jeanine Áñez, que se reunió con Camacho y Pumari antes de pronunciar su primer discurso, pareció consumar la victoria del nuevo movimiento potosino. Pero en municipios rurales del departamento de Potosí, el cambio de régimen no provocó las mismas escenas de alegría que en la capital. “El campo está con Evo, pero la ciudad, no”, dijo una indígena que cruzaba a Uyuni desde Chile.

Es más, la nueva derecha que se prepara para tomar el poder en Bolivia parece menos interesada que Evo Morales en crear una industria nacional de litio. “Este golpe de estado es porque Estados Unidos quiere nuestro litio”, dijo un manifestante aymara el viernes en una concentración de protesta en la plaza Murillo, en el centro de La Paz, informó Clarín.

Junto con la ONU y la Unión Europea, reclamaron que hoy mismo el gobierno interino y la oposición se reúnan. Y piden un urgente llamado a elecciones.

La Iglesia católica de Bolivia llamó este lunes al gobierno interino, a todos los partidos políticos y a la sociedad civil a un «diálogo» para poner fin a una crisis en la que está inmerso el país y que se tornó más violenta tras la renuncia de Evo Morales, presionado por la oposición y las fuerzas armadas.

Los obispos bolivianos, en coordinación con la Unión Europea y Naciones Unidasllamaron a un diálogo este mismo lunes para «pacificar el país, y consensuar las condiciones de unas nuevas elecciones generales y los vocales para un nuevo Tribunal Supremo Electoral», mientras las protestas no cesaban en el país contra el gobierno interino.

El diálogo es el camino apropiado para superar las diferencias entre bolivianos», dijo el secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana, Aurelio Pesoa, en conferencia de prensa. «Celebrar elecciones transparentes es el mejor camino para superar las diferencias», agregó.

Al mismo tiempo, Pesoa llamó a los medios de comunicación y «líderes de opinión» a «bajar el tono de las declaraciones públicas para facilitar el diálogo y el entendimiento entre todos».

«Dios bendiga y ayude a todos, especialmente a los líderes políticos y sociales, para cumplir la responsabilidad personal e histórica que tienen en la pacificación del país, concluyó.

Los obispos propiciaron acercamientos desde la semana pasada entre el gobierno interino de la derechistas Jeanine Áñez y sectores afines a Morales, quien renunció el domingo 10 de noviembre y se asiló en México luego de que recrudecieran las protestas que denunciaban un fraude electoral en los comicios del pasado 20 de octubre.

También Jean Arnault, enviado del secretario general de la ONU, y un delegado de la Unión Europea se han reunido en los últimos días con el gobierno de Áñez y organizaciones sociales en un intento de restaurar la paz.

Denuncias de amenazas

En tanto, en medio de un clima todavía crispado, el ministro de Gobierno (interior), Arturo Murillo, denunció, sin aportar pruebas, que «un grupo criminal quiere atentar contra la presidenta» Áñez, quien, dijo, tuvo que suspender un viaje al interior del país: «Está en peligro su vida», aseguró. «Hay gente, por supuesto, venezolana, cubana, colombiana metida en esto, está el narcotráfico por detrás», agregó el funcionario.

A su vez, la ministra de Comunicación, Roxana Lizárraga, acusó este lunes al ex presidente Morales de tratar de provocar confrontaciones entre bolivianos. «Lo que está causando es una convulsión. No es el pacificador (..), nos está chantajeando», declaró.

Vecinos de El Alto llamaron en tanto a cercar desde este lunes la ciudad vecina de La Paz, capital administrativa del país, para forzar «la renuncia inmediata» de Áñez, informó Clarín.