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Sobre el mediodía, el Ministro de Salud de Chubut Fabián Puratich, anunció en conferencia de prensa que los dos laboratorios designados para éstos análisis en Chubut se encuentran uno en Trelew y el otro en Esquel.

En las últimas horas, llegaron al país reactivos para poder descentralizar los estudios que solo realiza el Instituto Malbrán de Buenos Aires para detectar Coronavirus. En los próximos días comenzará la distribución de los mismos desde Buenos Aires hacia las diferentes provincias.

De esta manera, la ciudad con más habitantes de la Provincia, deberá enviar las muestras hacia el valle y aguardar los resultados, también informó que los resultados estarán en el mismo día. Sin dudas, es un avance significativo para continuar enfrentando la Pandemia en la provincia y reducir el tiempo de espera para los análisis. Recordemos que en el primer caso sospechoso de Covid-19 en la ciudad los resultados demoraron casi 10 días, el segundo lleva, a la fecha, 5 días de espera.

Toda la comunidad está pendiente del comunicado oficial sobre los resultados de la persona que llegó de Brasil y a los días comenzó con síntomas sospechosos.

El número de decesos en el país transalpino es el más alto del mundo.

La pandemia de coronavirus ha provocado 889 muertes en las últimas 24 horas en Italia, ha informado este sábado la Agencia de Protección Civil italiana.

De este modo, el número de decesos en el país se elevó a 10.023, el más alto del mundo.

Al mismo tiempo, para esta fecha el número de casos ha aumentado en 5.974, pasando de 86.498 a 92.472, lo que posiciona a Italia como el segundo país con más casos en el mundo, después de EE.UU.

La región norteña de Lombardía sigue siendo el epicentro del brote en Europa: hasta la fecha allí han fallecido 5.944 pacientes con covid-19 y se ha registrado un total de 39.415 casos.

Por otro lado, en Italia 12.384 personas se han recuperado completamente de la enfermedad.

Mientras tanto, 26.676 pacientes siguen hospitalizados con síntomas, 3.856 permanecen en cuidados intensivos y 39.533 están en aislamiento domiciliario, indicó Actualidad RT.

Este sábado comenzaron a llegar trenes y se reactivó el metro. Pero todavía hay fuertes controles a los que llegan. Ahora Beijing lucha contra los “casos importados”.

La ciudad china de Wuhan, la cuna de la pandemia del nuevo coronavirus,​ se abría progresivamente al mundo este sábado tras dos meses de aislamiento casi total, en un tímido proceso de vuelta a cierta normalidad, aunque todavía con fuertes controles a los recién llegados. Mientras las cifras oficiales muestran que la propagación de la enfermedad se ha logrado limitar hasta números muy inferiores a lo que ahora se ve en otros países.

De manera muy simbólica, el primer tren de pasajeros autorizado desde el inicio del confinamiento se detuvo poco después de medianoche en la estación de Wuhan. La imagen se divulgó en todos los medios locales.

A bordo iban decenas de habitantes bloqueados en el exterior de la ciudad desde finales de enero, cuando las autoridades decretaron una cuarentena para intentar frenar la epidemia de coronavirus.

Pero los viajeros que terminan su recorrido en Wuhan deben contar con una serie de documentos que acrediten su buena salud, y son cuidadosamente escrutados por personal vestido con atuendos de protección integral.

«Mi hija y yo estábamos emocionadas cuando el tren se acercó» a Wuhan, sonríe una mujer de 36 años, que prefirió no dar su nombre. Debido al confinamiento, no veía a su marido desde hacía diez semanas. Una eternidad para su hija. Al verlo, «corrió hacia su padre y yo no pude evitar llorar», relata la mujer a la AFP.

Cientos de pasajeros esperan para abordar un tren Shanghai, China, muchos de ellos con destino a Wuhan, que este sábado volvió a abrir su estación ferroviaria. /AFP

Hasta ahora, nadie podía ingresar en la ciudad, salvo personal médico y trabajadores encargados de suministrar bienes de primera necesidad. Pero desde el miércoles las autoridades están levantando progresivamente las restricciones.

El metro de la capital de la provincia de Hubei también retomó las operaciones y la ciudad comienza a recordar lejanamente a la animada urbe de 11 millones de habitantes de antes del 23 de enero, cuando el gobierno impuso una cuarentena para controlar el brote que surgió en diciembre y se prevé que concluya el próximo 8 de abril.

«Fui al supermercado esta mañana. La fila era muy larga y había mucha gente en la calle», relata a EFE un residente de Wuhan que pide el anonimato. «Todo el mundo llevaba mascarillas y mantenía metros de distancia entre una y otra persona. ¡Pero mucho mejor ahora, en cualquier caso! Estoy muy contento», agregó.

Pasajeros en fila para salir de la Estación del Ferrocarril de Wuhan, en la provincia de Hubei, en el centro de China, este sábado. /XINHUA

A partir del domingo, además, volverán a operar los vuelos desde y hacia Hubei, aunque no en Wuhan, que deberá esperar hasta el 8 de abril para autorizar salidas de la urbe, y habrá de aguardar más aún antes de retomar los vuelos internacionales y los que la conectan con la capital china.

Los primeros casos de coronavirus aparecieron en diciembre en Wuhan. Y la ciudad paga un duro precio por esta epidemia, con más de 50.000 personas contaminadas y más muertos que cualquier otra ciudad en China. Un total de 2.538 decesos, según las cifras oficiales.

El sábado, otras tres muertes fueron anunciadas por las autoridades sanitarias, pero los trágicos balances se han reducido de forma espectacular en las últimas semanas.

El viernes, un responsable local indicó que Wuhan es considerada ahora como una zona de «bajo riesgo».

Casos importados

Mientras, el gobierno chino ha puesto en marcha en los últimos días una serie de medidas dirigidas a limitar los nuevos casos de contagiados del Covid -19 procedentes de otros focos de la enfermedad en el mundo, que Beijing denomina «importados».

Por segundo día consecutivo, China registró este viernes 54 nuevos casos de este tipo, 17 de ellos en Shanghái, el mismo número que el jueves.

Las calles de Wuhan siguen semidesiertas y los habitantes usan trajes para protegerse de la pandemia./ REUTERS

A la vista de estas cifras, en un momento en el que las autoridades sanitarias aseguran que apenas hay un par de contagios locales a la semana en todo el país y atemorizados por un posible repunte a raíz de estos casos «importados», Shanghái ha seguido la estela de la capital china: desde este sábado, todo viajero procedente del extranjero deberá someterse a una cuarentena en lugares designados por el gobierno local.

Es este un paso que ya había dado Beijing días atrás, y comenzó a aplicar en la medianoche del viernes el veto temporal de acceso al país asiático para ciudadanos extranjeros.

Menos pacientes graves

En trayectoria inversa, es decir, descendente, los casos de contagios «activos» en China que, según el parte divulgado este sábado por la Comisión Nacional de Sanidad, suman 3.128, de los cuales 921 están graves, la primera vez que esta estadística se sitúa por debajo del millar desde enero.

El total de infectados diagnosticados en China desde el inicio de la pandemia es de 81.394, entre los que han muerto 3.295 personas y se ha dado de alta a 74.971 personas tras haber superado con éxito la enfermedad.

El país también certificó 3 muertes, todas ellas acontecidas en Wuhan.

Máquinas paradas, cielos más limpios

Y aunque la pandemia ha paralizado a China de manera momentánea y son varios los indicadores económicos que empiezan a mostrar un claro frenazo, las consecuencias para el medio ambiente son alentadoras.

Los datos publicados este sábado por el Ministerio de Ecología revelaron que en las 337 ciudades chinas a las que se realiza seguimiento de la calidad del aire, el número de días con buena calidad fue de 78,3

En la región de Beijing-Tianjin-Hebei, por ejemplo, la densidad media de las partículas contaminantes PM2,5 cayó un 15,7 % interanual en los dos primeros meses del año, mientras que el porcentaje de días de buena calidad del aire aumentó 11,6 puntos porcentuales hasta suponer el 47,3 % de los días del citado periodo, informó El Clarin.

El confinamiento en casa salvo para realizar una serie de actividades limitadas fue anunciado anoche por el primer ministro Leo Varadkar.

Las calles de Dublín estaban hoy mayormente vacías al inicio de dos semanas de cuarentena decretada por el gobierno por el coronavirus, aunque en algunos supermercados y comercios se formaron largas colas pese a las recomendaciones de las autoridades.

El confinamiento en casa salvo para realizar una serie de actividades limitadas fue anunciado anoche por el primer ministro Leo Varadkar, que detalló que las nuevas medidas se adoptaron por temor a que el sistema de salud se vea desbordado en los próximos días por el coronavirus.

Varadkar ordenó a los ciudadanos que permanezcan en sus hogares, excepto para ir o volver a trabajar, en el caso de empleos considerados esenciales, para ir a comprar comida, acudir a citas médicas, realizar ejercicio no más allá de un radio de 2 kilómetros o por motivos familiares vitales.

También indicó que aquellas personas mayores de 70 años y otras consideradas vulnerables ante la enfermedad, deberán aislarse hasta el próximo 12 de abril.

«Estas son acciones radicales destinadas a salvar el mayor número de vidas posibles en los próximos días y semanas», dijo.

El número de muertos por el virus en Irlanda alcanza ya los 22, según las últimas cifras oficiales divulgadas ayer, cuando se reveló que el total de afectados alcanza los 2.121.

Varadkar apeló hoy a Twitter para desalentar las compras compulsivas luego de que medios del país informaran de largas colas esta mañana frente a supermercados y otros comercios habilitados a seguir operando, en una Dublín por otro lado prácticamente vacía de gente.

«No hay necesidad de hacer todas las compras o el aprovisionamiento esta mañana», escribió el premier.

«Lo de los 2 kilómetros es para hacer ejercicios cerca. Se puede ir más allá de los 2 km para comparar comida y medicamentos. Los suministros están bien. Todos tenemos un papel que jugar al enfrentar este desafío», agregó.

Las nuevas medidas siguen a las adoptadas el pasado martes en el Reino Unido, donde el primer ministro, Boris Johnson, anunció ayer su positivo por coronavirus, junto con el titular de Salud, Matt Hanckock.

El gobierno de Irlanda, un país de 5 millones de habitantes, ya había ordenado a principios de este mes el cierre de escuelas, universidades y bares en todo el país.

El Parlamento adoptó ayer una ley de emergencia, que prevé principalmente un congelamiento de los alquileres, así como créditos de emergencia.

Tras el anuncio de Varadkar, la policía irlandesa ha prometido que desplegará patrullas de alta visibilidad en las calles a fin de «alentar» a los ciudadanos a adherirse a las nuevas limitaciones en la vida pública impuestas por la pandemia.

En conferencia de prensa en Dublín, el jefe de la policía irlandesa, el comisario Drew Harris, dijo hoy que 2.500 agentes estaban desplegados por todo el país para garantizar que las personas cumplan con las nuevas restricciones, informó el diario The Irish Times en su página web.

La policía detendrá a la gente para asegurarse que su viaje sea «esencial» y para ver si portan la identificación correspondiente, y aquellas personas que vean a presuntos infractores deben denunciarlo a la policía, señaló Télam.

Juan tiene 40 años y es profesor de Historia en la UBA. No viajó ni estuvo en contacto con enfermos, pero contrajo el Covid-19. Luego de su internación, se quedará en un departamento que le prestaron para hacer la cuarentena. En diálogo con Infobae cuenta que deberá medir su oxígeno en sangre a diario y esperar que el último test de negativo.

Juan está contento, o eso parece detrás del enorme barbijo que usa en la ambulancia. Sale de la clínica rumbo a un lugar que le prestaron para hacer la cuarentena. Cuenta con un aparato que se coloca en el dedo para medir el oxígeno en la sangre (saturómetro) y sabe que tiene avisarles a los médicos si el nivel desciende a menos de 94. Con el alta, en el sanatorio de Palermo le entregaron también un par de hojas con la historia clínica. En letras impresas, se lee el diagnóstico: neumonía por COVID-19.

Es profesor de Historia en la UBA y en la Universidad de General Sarmiento y, desde el 9 de marzo, viene soportando los ataques de tos y la dificultad para respirar con estoicismo y hasta buen humor. Su caso se hizo conocido porque fue la primera transmisión viral comunitaria o, como se dice popularmente, es el «primer caso autóctono». Y porque peregrinó durante días para que le hicieran un test,  e incluso fue a dar clases y jugar al fútbol antes de que descubrieran que tenía el coronavirus.

Todavía nadie sabe cómo ni quién se lo transmitió; no tuvo fiebre ni viajó a ningún lado. Pero pasó una semana internado en aislamiento y parece soportar con entereza que le manden mensajes y mails con acusaciones infundadas sobre los estudios que le hicieron. Lo castigan por su apellido, claro. Sabe que tiene 40 años y una carrera propia de estudio y trabajo, pero no le perdonan ser hijo de un científico conocido públicamente por su apoyo al gobierno actual.

Eso lo entristece un poco, sí, porque el primer estudio de coronavirus se lo hicieron primero con un kit de diagnóstico rápido en el sanatorio, después de que los resultados de otros estudios virales dieran negativo y una tomografía mostrara señales preocupantes. Y porque el segundo estudio se lo hicieron más tarde en el Malbrán para confirmar la sospecha de los médicos del sanatorio. El laboratorio científico de su padre no tuvo nada que ver, insiste. Como buen historiador, Juan respalda sus dichos con documentos personales, a los que accede esta periodista.

Lo bueno, dice, es que cada día le avisan que dio «negativo» el estudio realizado a alguna de las personas con las que estuvo en contacto durante esos días en que peregrinaba por distintos médicos y nadie le hacía el test famoso porque no tenía más que 37 grados ni se había movido de Buenos Aires. El «negativo» de los otros le da un respiro a sus maltrechos pulmones.

Su entorno le dice que no mire pantallas, pero le es imposible. No sólo el teléfono celular es su principal forma de contacto con el mundo desde una semana atrás; también lo será durante los próximos 14 días, en que tendrá que seguir aislado. Todos los días se comunicará con su médico para contarle cómo se siente y pasarle algunos parámetros (temperatura, saturación de oxígeno). También seguirá informándose de lo que pasa en el mundo. Dormirá y verá alguna serie, como Unbelievable. Después de todo, nada le resulta ajeno al docente universitario que supo ser periodista hace años.

Juan no puede ver a nadie -ni a su pareja y su hijito- y tiene que quedarse estrictamente en el domicilio hasta que lo autoricen a salir. Aceptó esas condiciones y las cumplirá al pie de la letra, asegura. Un amigo le avisó que le dejó la heladera llena.

Juan pide que le den unos días para acomodarse, mientras espera los resultados de los estudios que le volverán a hacer hasta obtener dos resultados negativos. Por lo menos, bromea, ahora podrá cambiarse de ropa interior. «Que me digan zurdo con prepaga me divierte», se encoge de hombros. «Contá que también uso un iPhone», provoca, mientras se baja de la ambulancia con cuidado. Ahora sí, intentará relajarse. Empieza otra vida.

Desde hace más de una semana, un duro resfrío tumbó a Martín García Moritán. Con el correr de los días, la salud del embajador argentino ante las Naciones Unidas fue empeorando. Apenas podía hablar, y llegó a tener 40 grados de fiebre. El jueves lo internaron en uno de los más prestigiosos hospitales de Nueva York, la ciudad más afectada de los Estados Unidos por la pandemia del coronavirus, y prácticamente hoy en cuarentena. Este viernes, a García Moritán se le iba a poner un respirador artificial y posiblemente también lo iban a llevar al sueño inducido para revertir una severa neumonía.

Fuentes de la familia consultadas por Clarín presumen que tiene coronavirus, pero no pudieron responder porqué aún no le habían dado los resultados del test que le hicieron hace días para ver si tenía coronavirus. Fue internado en el Weill Cornell este jueves. Hermano del ex vicecanciller Roberto Garcia Moritán, el hoy embajador ante las Naciones Unidas está hace cuatro años en su misión, que justo estaba por terminar. Tiene dos nenes chicos viviendo allá de su matrimonio con Claudia Corti, alta funcionaria del consulado en Nueva York, y tiene otros tres más grandes en Buenos Aires.

García Moritán es uno de los diplomáticos más apreciados en una Cancillería muy dividida. Hoy muchos funcionarios no para de hablar en las redes de lo molestos que están por el trato que le venían dando desde la anterior gestión y la actual, y el rol que están cumpliendo ahora. Justo cuando perdieron sus jubilaciones especiales, embajadores y cónsules debieron afrontar todo el aluvión de argentinos varados en el exterior, y los numerosos problemas que se les presentaron. Salvo el embajador en EE.UU, Jorge Argüello; Carlos Chacho Alvarez, en Perú; o Luis María Kreckler entre Suiza y China -aunque él es de carrera- una quincena embajadores políticos nombrados no llegó a asumir aún, y están sin asumir funciones.

Por cierto, ya hubo un par de casos de coronavirus en Cancillería, y otros sospechosos. Un caso confirmado es el del encargado de negocios en Venezuela, embajador Eduardo Porretti, y otro es el de Juan Corteletti, jefe de Gabinete en la secretaría de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería. Ni el primero había salido de Caracas en los últimos meses, ni el segundo había viajado fuera de Buenos Aires. Entre tanto, permanece internada por posible COVID 19 la presidente del gremio de diplomáticos, que es embajadora, y también su marido.

El canciller Felipe Solá -que con su jefe de Gabinete Guillermo Justo Cháves, su viceministro, Pablo Tettamanti, y el vocero del ministerio Lisandro Sabanés era de los pocos que seguía yendo al edificio de Arenales y Esmeralda- ordenó cerrar el ministerio este viernes, para una completa desinfección.

Los casos confirmados de coronavirus en el estado de Nueva York llegaron este jueves a 44.635, con unos 519 muertos. Es el epicentro estadounidense de la enfermedad, según el gobernador Andrew Cuomo. Hay en Estados Unidos 96.000 casos, y más de mil muertos. Este viernes, el Congreso de ese país aprobó por una amplia mayoría un paquete de estímulo fiscal de más de dos billones de dólares -alrededor del 10% del PBI nacional- para enfrentar la crisis. También autorizó la liberación de 150.000 millones de dólares para apoyar a la gestión de los gobiernos locales y estatales, y otros 130.000 millones para reforzar el sistema de salud, ya que en los distritos más golpeados, como el estado de Nueva York, ya está colapsado.

Cuatro pasajeros murieron a bordo del crucero Zaandam, anclado frente a las costas de Panamá, donde aguarda asistencia después de ser rechazado en viarios puertos latinoamericanos por sospechas de casos de coronavirus. Se trata de personas de edad avanzada.

«Holland America Line confirma que cuatro pasajeros mayores han muerto en el Zaandam. Nuestros pensamientos y oraciones están con sus familias y estamos haciendo todo lo posible por apoyarlos en estos momentos difíciles», dijo la empresa en un comunicado publicado en su página de internet.

Poco antes de conocerse la noticia, el gobierno panameño le negó al crucero de bandera holandesa Zaandam el tránsito por el Canal de Panamá.

El administrador de la vía marítima, Ricaurte Vásquez, remarcó que el barco quedará en cuarentena si se confirma algún caso del nuevo coronavirus a bordo.

«El Ministerio de Salud no dio el permiso, el buque está en aguas territoriales panameñas, pero se tiene que encontrar aislado», dijo Vásquez en una teleconferencia con periodistas.

«No nos han comunicado si hay casos positivos de coronavirus a bordo, lo que nos han comunicado es que el buque no puede transitar (por el Canal) por razones de salubridad», añadió.

El crucero Zaandam tiene unas 1.800 personas a bordo, de las cuales varias decenas tienen síntomas gripales. Y este viernes está siendo asistido en altamar por el buque Rotterdam, que partió de San Diego, en Estados Unidos, con suministros, personal y kits de prueba del nuevo coronavirus.

Incluso se prepara un plan para que los pasajeros del Zaandam pasen al Rotterdam.

En el comunicado, además, se indicó que «varios pacientes con síntomas respiratorios fueron evaluados para COVID-19 y dos individuos dieron positivo».

«Por precaución, el 22 de marzo, cuando Zaandam vio por primera vez a una serie de invitados que se presentaban en el centro médico con síntomas similares a los de la gripe, tomamos medidas de protección inmediatas, incluida la solicitud de que todos los invitados se autoaislaran en sus camarotes e implementaran todos otras precauciones. Todos los invitados y la tripulación recibieron máscaras e instrucciones sobre cuándo y cómo usarlas», resaltó.

«Se ha confirmado que efectivamente el buque tiene personas que tienen síntomas (de COVID-19)», por lo que se ha implementado un protocolo de aislamiento para que «no tengan contacto con los equipos del Canal de Panamá», precisó Vásquez.

«Aquí no hay áreas grises. Aquí es o no es. Si hay un positivo el buque entra en cuarentena», enfatizó Vásquez, aunque reconoció que mantener el crucero en cuarentena es «complicado» para los pasajeros y para Panamá, por lo que se barajan posibles alternativas.

El Zaandam zarpó el 7 de marzo de Buenos Aires hacia San Antonio, en la costa central de Chile, pero debió alterar su recorrido ante las medidas drásticas que tomaron los gobiernos sudamericanos por la expansión del coronavirus.

Intentó atracar en varios puertos, pero se encontró con que todos los países sudamericanos fueron cerrando sus fronteras por la pandemia.

El parte médico de Salud de esta mañana confirmó dos nuevos casos positivos del coronavirus Covid-19, entre ellos, el intendente de El Bolsón, Bruno Pogliano de 41 años, quien regresó recientemente de España.

El otro positivo es un niño de cuatro años, también de esa localidad. Ambos están internados en el hospital de la ciudad andina.

Además, Salud consignó la muerte del médico cipoleño de 59 años, que estaba en un centro privado de Neuquén.

Se informó que Pogliano y el menor se encuentran en “buen estado”, recordando que ambos tienen “antecedentes de viajes por el exterior”, informó Río Negro.

Según este informe, en Río Negro se registra “una persona fallecida por coronavirus, una curada, cinco casos positivos, (tres de Cipolletti internados en Neuquén y dos de El Bolsón), y nueve sospechosos»: dos de Roca, dos de Bariloche, uno en El Bolsón, internado en Bariloche; uno de Cinco Saltos, internado en el Policlínico de Cipolletti; y los restantes en Allen, Cipolletti y Beltrán.

“Estamos totalmente desprotegidos”. Oscar Chachague vivencia situaciones que, en los últimos 22 años como camionero, jamás vio en las rutas.

Los camioneros recorren kilómetros y más kilómetros transportando mercaderías. No son alcanzados por las medidas restrictivas para circular por el coronavirus y más allá de los controles, la Policía no suele detenerlos como a los vehículos particulares. Pero de todas formas, se ven sumamente afectados.

Por lo general, logran cargar combustible pero en muchas estaciones, ni siquiera pueden bajar a comer algo, higienizarse o descansar un rato, como es habitual, porque esos sectores están cerrados para impedir la circulación de gente.

Rubén Hernández, otro camionero oriundo de Esquel, transporta mercadería refrigerada y congelada a toda la Patagonia.

“En la mayoría de los pueblos saliendo de Buenos Aires han puesto montículos de tierra en las entradas secundarias. Dejan una principal donde hay patrullas policiales que deciden quién entra y quién no”, explicó.

Reconoció que recién en un mercadito de Saladillo logró abastecerse para comer. “Siempre que llegás a la noche, te querés dar un baño para dormir un rato y seguir viajando. Se ha complicado mucho”, contó.

“En Fernández Oro, pude cargar combustible pero me hicieron quedar arriba del camión. No pude usar duchas ni baños”, planteó el camionero barilochense que hoy transporta fruta hasta Buenos Aires.

“Somos seres humanos y nos cuidamos. Tenemos un tiempo de descanso para bajar y ni siquiera podemos hacerlo. En El Bolsón a los camiones los aíslan. No te dejan parar en el pueblo y tenés que continuar”, añadió Chachague.

Contó que en su paso por Choele Choel, se encontró con un colega que había salido de Comodoro Rivadavia y llevaba dos días sin comer porque “no lo dejaban bajar a comprar. Ni combustible le querían cargar”.

El camión de Chachague, uno de los que dieron su testimonio. Foto: gentileza

Sistema de atención

Ante los reclamos del gremio de camioneros, el gobierno anunció que 260 estaciones de servicio de YPF de todo el país mantendrán “un sistema de atención de 24 horas en la red de estaciones de servicio para que los trabajadores puedan acudir ante circunstancias extraordinarias”.

“Estamos arriesgándonos un montón. Es complicado. Yo salí de mi casa el 12 de enero y todavía no he vuelto. Ahora voy rumbo a Esquel pero tomamos la decisión con mi familia de no volver a casa porque anduve por Buenos Aires levantando mercadería”, recalcó Hernández.

Para los días de viaje se preparó un kit con lavandina en spray, agua con lavandina y de tanto en tanto, se toma un tiempo para desinfectar todo. “Mi familia está preocupada por mí y porque soy el sostén de la casa. Si me llego a enfermar… Esperemos que pase rápido”, dijo.

Gustavo Ferreira, otro camionero de Bariloche, traslada manzanas para el Mercado de Abasto de Beccar. “Salí de la localidad de Villa Regina y acá estamos. Poniendo el pecho a las balas. Las rutas están vacías y algunas estaciones también. Tenemos que ir especulando”, relató.

Los dos vuelos de Aerolíneas Argentinas que arribarán esta tarde y esta noche procedentes de Miami y Cancún respectivamente, constituirán el final, por ahora, de los vuelos especiales programados para traer de regreso a los argentinos que quedaron varados en el exterior cuando se impusieron las restricciones destinadas a mitigar la propagación del coronavirus y marcarán el cese de las operaciones en el aeropuerto Internacional de Ezeiza.

Entre esta madrugada y la mañana aterrizaron tres vuelos, uno de Qatar Airways, que procedente de San Pablo tocó pista a las 2,51, y dos de Aerolíneas Argentinas, uno a las 3,34 que había partido ayer desde Madrid y otro a las 6,43 que venía de Miami.

Para lo que resta del día está previsto el arribo de otro vuelo de Miami a las 18,10 y uno de Cancún a las 21,10, que se convertiría en el último en aterrizar en el aeropuerto de Ezeiza, que si bien estará operativo, no recibirá ni despachará más vuelos, cumpliendo con las disposiciones del Gobierno Nacional en cuanto a la suspensión de los vuelos especiales y el cierre de fronteras.

Ayer, en tanto, se registró un movimiento de ocho vuelos, uno de Lufthansa Cargo, procedente de Frankfurt; dos de Aerolíneas Argentinas, desde Punta Cana y Miami; tres de Latam, uno procedente de San Pablo y dos de Santiago de Chile; uno de Eastern Airlines procedente de Miami y uno de Cubana de Aviación, que llegó desde La Habana.

Fuentes de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) confirmaron a Télam que «no habrá por el momento más vuelos especiales», aunque admitió que «se están analizando pedidos» de algunas aerolíneas para realizar algunos desde Europa y Estados Unidos para trasladar a extranjeros que se encuentran en el país y que podrían, a su vez, traer argentinos desde el exterior.

«Se analizará cada pedido en particular y se resolverá en consecuencia, de acuerdo a las directivas emanadas del presidente de la Nación», indicaron las fuentes a Télam.

En tanto, fuentes de Cancillería reportaron que aún quedan más de 10 mil argentinos sin poder regresar al país, que tendrán que «esperar» que las condiciones sean más favorables para concretar su traslado, mientras las sedes diplomáticas recibieron instrucciones para ocuparse de atender la situación de los «varados».