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La jefa de la Agencia Federal Médico Biológica de Rusia, Veronika Skvortsova, anunciado que la vacuna estará lista dentro de 11 meses.

El desarrollo de la vacuna de la Agencia Federal Médico Biológica de Rusia (FMBA, por sus siglas en ruso) contra el coronavirus ha concluido su primera fase, ha anunciado este lunes la responsable de dicha institución, Veronika Skvortsova.

Precisó que todas las etapas de pruebas y desarrollo finalizarán en junio y aproximadamente dentro de 11 meses la vacuna estará lista.

«La vacuna ha pasado la primera fase del desarrollo. Se trata de una vacuna recombinante, [que proviene] no a partir de un virus vivo, sino de proteínas que tienen los llamados ‘epítopos’, o sitios de unión al virus», ha explicado Skvortsova.

Un epítopo es la parte de la macromolécula del antígeno que reconoce el sistema inmunitario (por los anticuerpos, linfocitos B y los linfocitos T).

Tres prototipos de vacuna

Este 20 de marzo, se informó que los investigadores de la FMBA desarrollaron tres prototipos de vacuna contra el covid-19.

«Esta jornada en el FMBA de Rusia se han creado tres prototipos de vacuna, que consisten de proteínas recombinantes basadas en epítopos de la proteína S superficial del SARS-CoV-2», informaron desde la institución. Precisaron, además que «ya han comenzado las investigaciones de inmunogenicidad en ratas».

En las últimas 24 horas, en el territorio de Rusia se han registrado 71 nuevos casos de covid-19, lo que eleva el número total de infectados a 438, según lo anunció el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin.

El primer ministro ha precisado que para la mañana de este lunes, 23 de marzo, 17 personas se han recuperado de la infección, publicó Actualidad RT.

La búsqueda de la vacuna contra el coronavirus desató una carrera armamentista global.

En los tres meses desde que el virus inició su letal propagación, China, Europa y Estados Unidos se han puesto en carrera para llegar primero a la fabricación de una vacuna. Pero a pesar de la cooperación que existe entre esos países en muchos niveles -incluso entre sus empresas, que suelen ser feroces competidoras-, sobre esos esfuerzos sobrevuela la sombra de un enfoque nacionalista que podría darle al país ganador la chance de privilegiar a su propia población y de ese modo tomar la delantera para revertir las catastróficas consecuencias económicas y geoestratégicas de la crisis.

Lo que empezó siendo un tema de quién se quedaba con los aplausos científicos, las patentes y en definitiva las ganancias de una exitosa vacuna, se ha convertido de pronto en un tema urgente de seguridad nacional. Y detrás de esa contienda hay una cruda realidad: cualquier vacuna que demuestre ser potente contra el coronavirus -ya hay pruebas clínicas en marcha en Estados Unidos, China y Europa-, seguramente será escasa, ya que el gobierno de ese país se asegurará de vacunar primero a su propia población.

China tiene a 1000 científicos trabajando en una vacuna, y los primeros resultados ya son de origen militar: los investigadores de la Academia Militar de Ciencias Médicas de China han desarrollado la fórmula considerada con más posibilidades de éxito en el país, y ya están reclutando voluntarios para las pruebas en humanos.

China «no estará detrás de otros países», dijo el martes en una conferencia de prensa el experto en control de calidad de productos biológicos de la Academia China de Ciencias, Wang Junzhi.

Y la carrera ya tomó tintes propagandísticos , como la foto que se viralizó de Chen Wei, viróloga del Ejército Popular de Liberación de China, recibiendo una inyección de la que fue publicitada como la primera vacuna, y que luego resultó ser una foto falsa.

Los testeos del nuevo coronavirus, cada vez más requeridos

El presidente Donald Trump mantuvo reuniones con ejecutivos de los grandes laboratorios para asegurarse de que en territorio norteamericano se produzca una vacuna y que el país tenga control de su suministro. El gobierno alemán dice que Trump intentó seducir a la farmacéutica alemana CureVac para que desarrollara y fabricara la vacuna, llegado el caso, en Estados Unidos.

La empresa negó haber recibido una oferta, pero su máximo inversionista dejó en claro que hubo algún tipo de contacto.

Consultado por la revista alemana Sport 1 sobre cómo habría sido ese contacto con Trump, Dietmar Hopp, cuyo holding Dievini Hopp BioTech es propietario del 80% de CureVac, dijo: «No hablé personalmente con Trump. Él se comunicó con la empresa y ellos me informaron y me preguntaron qué opinaba, y les contesté de inmediato que estaba totalmente descartado».

Danza de millones

La noticia de ese acercamiento fue suficiente para que la Comisión Europea le ofreciera 85 millones de dólares más a la empresa, que ha había recibido apoyo del consorcio de vacunas europeo.

Ese mismo día, la empresa china ofreció 133,3 millones de dólares por el 20% del capital accionario de otra empresa alemana que está en carrera por la vacuna, BioNTech.

«Esto ha sido como un llamado de atención mundial sobre la importancia estratégica de la biotecnología», dice Friedrich von Bohlen, director gerente del holding que es principal accionista de CureVac.

Y así como los países insisten en construir sus propios drones, sus propios aviones furtivos, y sus propias ciberarmas, tampoco quieren depender de una potencia extranjera para acceder a los fármacos que necesitan en una crisis sanitaria.

Tras dos décadas de expatriar la producción de fármacos a China y la India, «ahora todos queremos el proceso de producción en casa», dice von Bohlen.

Algunos expertos consideran saludable y positiva esta competencia geopolítica, siempre y cuando el éxito se comparta con el mundo, algo que los funcionarios de los gobiernos se ocupan de asegurar cada vez que pueden.

Lo que no dicen es cómo se hará, y lo que es más importante, cuándo. Y muchos analistas recuerdan lo que ocurrió durante la epidemia de gripe porcina del virus H1N1 en 2009, cuando a la empresa australiana que fue las primeras en desarrollar una vacuna unidosis se le exigió que satisficiera primera la demanda en Australia, antes de cumplir con las órdenes de pedido que llegaban de Estados Unidos y otros países.

Los ejecutivos de las farmacéuticas líderes del mundo informaron el jueves que están trabajando en conjunto y con los gobiernos para garantizar el pronto desarrollo y la equitativa distribución de una vacuna. Pero también les imploraron a los gobiernos que cuando la vacuna esté disponible, no hagan acopio de dosis, ya que sería devastador para el verdadero objetivo de erradicar del todo la pandemia.

«Sería un error garrafal caer en conductas nacionalistas que interrumpirían la cadena de suministro e irían en detrimento de los pueblos del mundo», dice Severin Schwan, CEO de la farmacéutica suiza Roche.

Conscientes de ese riesgo, varios gobiernos y ONG de Europa ya han dado pasos para impedir que Estados Unidos o China acaparen el monopolio de una potencial vacuna contra el coronavirus.

La Coalición de Preparación para una Epidemia es una organización multinacional que viene recibiendo millones de dólares en donaciones de varios países europeos y de la Fundación Bill & Melinda Gates para desarrollar una vacuna contra el ébola, desde el brote de 2014-2016 que tuvo devastadores efectos en África Occidental.

Todas las donaciones y financiamientos que recibe la organización se reciben bajo el compromiso de un acceso igualitario que garantice que «las vacunas adecuadas estén primero disponibles para las poblaciones dónde y cuándo necesiten frenar un brote o impedir una epidemia, sin importar su capacidad de pago», dice un comunicado del grupo.

En los últimos dos meses, la Coalición financió 8 de las investigaciones más prometedoras para bloquear el coronavirus, entre ellas la de la empresa alemana CureVac.

En cuanto a la oferta que habría recibido de parte del gobierno de Trump, CureVac se ocupó de emitir un comunicado cuidadosamente redactado donde niega la venta o traspaso de la empresa. «Tal vez alguien hizo un comentario al pasar, pero no hubo ninguna oferta escrita por parte de Estados Unidos», dice Von Bohlen.

Pero no hizo falta una oferta escrita: el mero rumor alcanzó para que los funcionarios de la Unión Europea le ofrecieran más financiamiento a la empresa.

El organismo sigue instando a todos los países a que «implementen un enfoque integral, con el objetivo de frenar la transmisión del covid-19 y aplanar la curva»de infecciones.

El director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha anunciado que finalmente ha comenzado la primera prueba de una vacuna contra el coronavirus.

«El primer ensayo de la vacuna ha comenzado, solo 60 días después de que se compartiera la secuencia genética del coronavirus. Este es un logro increíble. Elogiamos a los investigadores de todo el mundo que se han unido para evaluar sistemáticamente la terapéutica experimental», reza su comunicado, difundido a través de Twitter.

El proyecto ‘Solidaridad’

El gerente de la OMS ha explicado que múltiples ensayos pequeños con diferentes métodos no pueden brindar «la evidencia clara y sólida que necesitamos sobre qué tratamientos ayudan a salvar vidas».

Por ello la OMS y sus socios están organizando un estudio en muchos países en el marco del cual «algunos de estos tratamientos no probados se comparen entre sí», señaló Ghebreyesus.

«Este gran estudio internacional está diseñado para generar los datos sólidos que necesitamos, para mostrar qué tratamientos son los más efectivos. A este estudio lo hemos denominado ensayo ‘Solidaridad'», ha señalado el jefe del organismo.

De acuerdo con la OMS, muchos países ya han confirmado que se unirán al proyecto, entre ellos: Argentina, Bahrein, Canadá, Francia, Irán, Noruega, Sudáfrica, España, Suiza y Tailandia.

«Un enfoque integral»

Asimsimo, Ghebreyesus ha subrayado que la OMS sigue instando a todos los países a que «implementen un enfoque integral, con el objetivo de frenar la transmisión del covid-19 y aplanar la curva»de infecciones.

«Este enfoque está salvando vidas y dando tiempo para el desarrollo de vacunas y tratamientos», ha asegurado el funcinario.

Mientras tanto, el coronavirus ha dejado al menos 8.200 muertos y más de 207.000 infectados a nivel global, según datos de la Universidad de Johns Hopkins en EE.UU, señaló Actualidad RT.

El Ministerio de Defensa de China aseguró este martes haber desarrollado “con éxito” la vacuna recombinante contra el coronavirus y señaló que se prepara para su producción “a gran escala”, de acuerdo a un comunicado emitido por la Academia de Ciencia Militar de este país.

La vacuna ha sido aprobada para el inicio de los estudios clínicos en humanos, de acuerdo a normas internacionales y reglamentaciones nacionales, señala el organismo.

La droga fue desarrollada en el espacio de un mes por un equipo de investigación liderado por la doctora Chen Wei, reconocida por su estudios sobre los virus del SARS y del Ébola.

“La vacuna es el arma científicas más poderosa para terminar con el coronavirus”, indicó Chen en una aparición ante la cadena china CCTV, citada por el Daily Mail.

La doctora Chen Wei lideró el equipo de investigación

“Si China es el primer país en inventar un arma así y logramos nuestras patentes, eso demuestra el progreso de nuestra ciencia y la imagen de un país gigante”, expresó la experta.

Se cree que el COVID-19, una nueva cepa de coronavirus, surgió en diciembre en la ciudad de Wuhan, en el centro de China. Desde entonces no ha parado de expandirse por todo el mundo, llegando a convertirse en una pandemia.

En total, se han confirmado 195.892 casos de coronavirus, aunque se cree que el número real podría ser mucho mayor debido a la falta de métodos de prueba para toda la población. En tanto se han reportado 7.865 muertes y 80.840 recuperados.

China, el país más afectado, tiene 81.058 casos confirmados con 3.230 muertos y 68.798 curados. Mientras que en Italia, el segundo foco más grande del mundo, se han confirmado 31.506 casos con 2.503 muertes y 2.941 recuperados.

Según las autoridades sanitarias, habría que esperar entre un año y 18 meses antes de que esté disponible para el público.

Numerosos países están sumergidos en el proceso de obtener una vacuna contra el coronavirus. En Estados Unidos, uno de los países metido en esta carrera científica (y económica), las cosas parecen estar avanzando a buen ritmo, tanto que, según información de The Associated Press, la prueba clínica para una vacuna ya pasó a la fase de humanos.

Según un funcionario del Instituto Nacional de Salud (el organismo que, junto a la sede en Seattle del Instituto de Investigación en Salud Kaiser Permanente Washington, está financiando la operación), este lunes se le inoculó una dosis experimental de esta vacuna a personas para ver cómo responden. Las autoridades sanitarias advierten que habría que esperar entre un año y 18 meses antes de que esté disponible para el público.

Este marco temporal, que es absolutamente récord en comparación a otros procesos similares, es necesario ya que hay que testear la vacuna en miles de personas antes de poder estar seguro que protege a las personas, y que no tiene efectos secundarios perjudiciales. De todas maneras, los funcionarios reconocen que aún este período de espera es vivido con angustia en medio de un escenario de incertidumbre.

Estas pruebas clínicas se llevaron a cabo sobre 45 personas jóvenes y con buena salud. Según la información brindada, no hay riesgo de que estas personas contraigan el coronavirus porque las vacunas todavía no cuentan con una cepa del virus: las pruebas eran para ver si generan algún tipo de efecto secundario preocupante.

La pandemia de coronavirus paraliza el mundo. La carrera por una vacuna está lanzada, pero podrían pasar hasta 18 meses hasta que esté lista. / XINHUA

Si bien existen varios emprendimientos que buscan crear la primera vacuna contra el virus que por estas horas tiene en vilo al planeta, lo cierto es que no todas buscan crear el mismo tipo de vacuna. Existe la esperanza de que, en base a nuevas tecnologías actualmente disponibles, puedan desarrollarse vacunas más potentes, y en menos tiempo.

También se está apuntando a crear vacunas temporales, por un mes o dos, hasta que finalmente se llegue a una solución de largo plazo.

Otro emprendimiento, conducido por Inovio Pharmaceuticals, apunta a empezar pruebas clínicas en las próximas semanas en la Universidad de Pennsylvania, y en un centro de pruebas en Kansas City, Missouri.

Actualmente, no hay tratamientos disponibles para enfrentar el coronavirus. En China, se usaron drogas experimentales usadas en pacientes con HIV como una alternativa, al igual que una droga llamada remdesivir que se empleó para tratar pacientes con ébola.

Para los líderes de todo el mundo, el desarrollo de una vacuna se ha convertido en un tema central. Donald Trump es uno de los mandatarios que más está presionando para que salga una vacuna; incluso llegó a decir que la «investigación avanzaba rápidamente», y que esperaba ver la llegada de una vacuna en un plazo «relativamente corto».

El presidente de Estados Unidos quedó en el medio de una polémica en las últimas horas, luego de que se supiera que su gobierno estaba buscando seducir a un laboratorio alemán que está desarrollando una vacuna para que se la entregara para «uso exclusivo de Estados Unidos».

«Científicos alemanes son líderes en el desarrollo de medicamentos y vacunas en cooperaciones a nivel global. No podemos permitir que otros se quieran asegurar de manera exclusiva los resultados de sus investigaciones», dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania Heiko Maas, en declaraciones que publica el grupo mediático Funke.

Lo manifestó una médica argentina Julieta Werthein, directora de la obra social más grande de Israel, el país más avanzado en la búsqueda de una cura. Ya empezaron con testeos en laboratorio y tienen hasta el ADN del virus en computadora. «Tanto el virus aviar como el nuevo coronavirus tienen un mecanismo de infección muy similar. Los ensayos preclínicos de la vacuna aviar están dando muy buenos anticuerpos. La meta del instituto es que en los próximos dos meses va a estar la vacuna lista», explicó.

El número de casos confirmados del nuevo coronavirus en Israel​ aumentó a 126, según informó el miércoles el Ministerio de Salud de ese país. Allí también se prohibieron los eventos de más de 100 personas en medio de los temores de una transmisión local generalizada y hay 10 mil personas en cuarentena, de los cuales 2.479 corresponden a trabajadores de de la Salud.

En ese contexto, la doctora argentina Julieta Werthein se encuentra entre el pánico que le llega desde nuestro país, que dejó hace 10 años, y la esperanza en la ciencia que vive muy de cerca en Tel Aviv. Tiene 40 años y es la directora médica de Macabi Balfour, la obra social más grande de Israel, con 2,5 millones de afiliados.

Tras «no dormir en toda la noche» por atender a varios de los infectados por coronavirus, Julieta dio detalles sobre el estado de la investigación de la vacuna contra el coronavirus que Israel apunta a lograr antes que Estados Unidos​ en una entrevista con diario Clarín.

«Estamos en transición porque ayer (por el jueves) se endurecieron las medidas y es fin de semana. El martes que vamos a saber mucho mejor dónde estamos parados (sobre la vacuna)», dijo y aseguró que «ya en todos los hospitales importantes se atienen casos».

Julieta es médica especialista en Emergentología y basó su tesis en Medicina del Desastre. Estudió en el CEMIC de Argentina, donde también empezó su residencia hasta que con su familia se mudó a la tierra israelí. Además de tener el coronavirus frente a frente, está al tanto de cada avance sobre la vacuna.

La Dra. Julieta Werthein

«El Instituto de Investigación MIGAL, que trabaja junto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología (situado en el norte de Israel)​ están desarrollando efectivamente una vacuna. Ellos ya hace cuatro años están investigando una vacuna para una bronquitis infecciosa, que es un coronavirus aviar y afecta el trato respiratorio, intestinal, reproductor y renal de los pollos. Este virus está produciendo grandes pérdidas económicas en la industria aviar. Cuando surgió el nuevo coronavirus, comenzaron a adaptarlo para el COVID-19», explica Julieta.

Los investigadores «están haciendo los ajustes genéticos adecuados para que la vacuna del coronavirus​ aviar pueda traducirse al coronavirus humano», agregó.

En Israel ya empezaron con los testeos in vitro (en laboratorio) de esa vacuna y tienen hasta el ADN del virus en computadora.

«Hay diferentes tipos de vacunas que se utilizan en humanos. Unas son a virus muertos, inactivados, como la de la Influenza, otras son a virus debilitados, como la triple viral. Ellos (por los médicos israelíes) lo que están haciendo es que, a partir del ADN del virus, agarran dos de esas proteínas y eso gatillaría el sistema inmunológico de las personas», detalló Werthein.

La vacuna que prometen es vía oral, lo que tendría dos beneficios: «que no se inyecta»y que «entraría a la mucosa de las vías respiratorias y a las de la vía intestinal, que es exactamente donde el virus afecta», precisó la profesional.

Sobre por qué la vacuna contra el coronavirus aviar serviría para el nuevo coronavirus, manifestó que «tanto el virus aviar como el nuevo coronavirus tienen un mecanismo de infección muy similar. Los ensayos preclínicos de la vacuna aviar están dando muy buenos anticuerpos. La meta del instituto es que en los próximos dos meses va a estar la vacuna lista. Después necesitan 90 días más para la aprobación de seguridad y ya se han puesto en contacto con compañías muy importantes, para asociarse y que la vacuna salga antes de tiempo».

Estados Unidos​ y China también prometen vacunas experimentales. «Esto es una carrera», dice la médica, en un país donde para frenar la propagación, la policía anunció medidas adicionales como equipos especiales para asegurar que las personas en cuarentena sigan todas las directrices.

Tal como explicó quien también fue directora académica del departamento de emergencia del Hospital Ichilov, Tel Aviv, a los pacientes que dan positivo se los manda a un hospital carpa militar llamada Shiba, especial para ellos en Tel Hashomer. Ahí también son tratados por robots, el asistente robótico “Robotemi”, que tiene capacidad para tomar la temperatura, cámara térmica y una pileta para lavarse las manos.

Los que no son positivos, tienen que quedarse aislados en sus casas durante 14 días, para que realmente se confirme que no desarrollan sintomatología.

Este martes Israel anunció el cierre del cruce de Allenby, o Puente del Rey Hussein, debido al brote de coronavirus. El puente une la Cisjordania ocupada y Jordania. Un día antes, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu anunció un período de cuarentena obligatoria de 14 días para las personas que vienen a Israel.

Del costo de la vacuna todavía no se habla. «En China​ se aprobó el mes pasado una droga experimental que se utilizó en los pacientes coronavirus y está teniendo eficacia. También se probaron drogas utilizadas para el HIV, que también podrían servir. Los costos se sabrían cuando esté la vacuna», resumió la doctora en diálogo con Clarín.

Hay varias firmas luchando para ser las primeras. Una ya iniciará los ensayos en humanos en abril. Pero no todas podrán lograr la receta.

La industria farmacéutica de EE.UU. se ha zambullido en una carrera contrarreloj para hallar una vacuna y un tratamiento contra el nuevo tipo de coronavirus, un proceso que se demorará durante más de un año y que ya le ha permitido cosechar jugosos beneficios en bolsa.

«Muchas compañías están teniendo ideas sobre cómo hacer una vacuna. Es importante intentar todas las posibles vías porque sabemos que no todas funcionarán», explicó a Efe el doctor Bruce Gellin del Instituto de Vacunas Sabin, en Washington, dedicado a promover el acceso global a la inmunización.

En opinión de Gellin, «que muchos caballos de carreras hayan salido, no significa que todos lleguen a la meta», por lo que, a su juicio, cuantas más compañías inviertan en investigación, mejor.

Tiempo récord: los primeros ensayos serán el abril

La investigación sobre COVID-19 ha comenzado en un tiempo récord gracias a que en enero científicos de China publicaron la secuencia genética del virus, que fue detectado por primera vez en diciembre en la región de Wuhan y ha sido declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Área de terapia intensiva con enfermos de Covid-19 en Bordeaux (Francia)./ EFE

Debido a esa rapidez, las farmacéuticas estadounidenses ya han anunciado que en abril iniciarán los primeros ensayos clínicos en humanos para una vacuna.

El comienzo de esos experimentos en solo 4 meses desde la detección del virus contrasta con el año y ocho meses que tardaron los primeros ensayos para una vacuna contra el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, en su acrónimo inglés), que dejó 774 muertos en China entre noviembre de 2002 y julio de 2003.

Las farmacéuticas pelean por el primer puesto

Actualmente, más de diez grandes farmacéuticas de todo el mundo pelean por ser la primera en lograr una vacuna: Entre las empresas en liza figuran las estadounidenses Moderna, Johnson & Johnson, Regeneron, Inovio Pharmaceuticals, Novarax y Gilead Sciences.

Un técnico de laboratorio trabajan en  Olsztyn, Polonia. / Reuters

La delantera la lleva Moderna, con sede en Massachusetts, ya que fue la primera en fabricar en febrero una vacuna experimental que está siendo probada por investigadores del Gobierno de EE.UU. y, en abril, tiene previsto lanzar un ensayo clínico con entre 20 y 25 voluntarios sanos.

A esos voluntarios se les administrarán dos dosis de la vacuna para ver si induce una respuesta inmune capaz de proteger contra la infección.

Entretanto, Novarax, en Maryland, está haciendo experimentos con animales y sus pruebas con seres humanos serán en mayo.

Otra compañía, Regeneron, en el estado de Nueva York y conocida por haber diseñado un medicamento experimental para el ébola, calcula que iniciará en agosto su ensayo con voluntarios, indicó a Efe un portavoz.

A pesar de los avances, ninguna compañía se ha atrevido a fijar una fecha para la comercialización de una vacuna definitiva; aunque Inovio, en Pensilvania, pretende haber producido para finales de año un millón de dosis, que podrían usarse para más experimentos clínicos o usos de emergencia.

Una píldora y una inyección

A largo plazo, el desarrollo de una vacuna permitirá a la población fortalecer su sistema inmune frente al COVID-19, pero ¿qué hacer con quién ya está enfermo?

La industria farmacéutica y las universidades de EE.UU. están investigando dos tipos de tratamientos diferentes: inyecciones de Remdesivir, un medicamento antivírico que fue creado originalmente para el ébola, y una píldora llamada «EIDD-2801», capaz de enfrentarse a una gran cantidad de virus.

Médicos examinan a un enfermo en el hospital universitario Pellegrin, en Francia. / EFE

Uno de los expertos que está sumergido en el desarrollo de esa píldora es David Perryman, jefe de operaciones de «DRIVE», un centro sin ánimo de lucro de la universidad Emory en Atlanta (Georgia).

Nuestro gran sueño es un tratamiento contra todos los virus

Perryman explicó que su equipo lleva años buscando una cura para la gripe y, ahora, están usando los resultados de sus investigaciones para crear una píldora destinada a luchar contra un amplio rango de enfermedades víricas, desde el nuevo coronavirus hasta el chikunguña o el ébola.

«Este es nuestro gran sueño, conseguir una píldora que sirva para tratar cualquier virus», manifestó.

El hecho de que ese medicamento pueda tener forma de píldora tiene grandes ventajas: su ingesta es fácil, lo que permite un tratamiento rápido, algo crucial cuando se trata de enfermedades víricas.

Sin embargo, la píldora aún está dando sus primeros pasos, mientras que las inyecciones de Remdesivir ya se están aplicando de manera experimental a pacientes en EE.UU., China e Italia con buenos resultados y la OMS se ha mostrado esperanzada sobre la posibilidad de que sirva para reducir el número de casos y la tasa de mortalidad.

Hasta ahora, se han contabilizado 134.700 infectados, casi 5000 muertos, cifras que se espera que aumenten en los próximos días.

El titular de la cartera sanitaria provincial, Fabián Puratich, efectuó las declaraciones tras participar de una nueva reunión del Consejo Federal de Salud en Córdoba.

El ministro de Salud del Chubut, Fabián Puratich, participó este jueves en la ciudad de Córdoba de la nueva reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA), que fue encabezado por el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, y contó con la participación de los titulares de las carteras sanitarias provinciales de todo el país.

En la oportunidad, Puratich estuvo acompañado por la subsecretaria de Planificación y Capacitación, Jimena Marcos.

Amplio temario

Consultado al respecto, el ministro de Salud chubutense, Fabián Puratich, resaltó la importancia del Consejo Federal de Salud, destacando que “en esta tercera sesión ordinaria del COFESA en el marco de la nueva gestión nacional, de la que participamos en representación de la provincia, se trató un amplio temario, que incluyó la discusión sobre el coronavirus, pero también, y con mayor profundidad, el análisis de otras contingencias como por ejemplo el brote actual de sarampión y la situación del dengue en el norte del país”.

“El tema del sarampión es uno de los que más preocupa en Argentina”, señaló Puratich, agregando que “si el brote no logra ser controlado para agosto de este año, vamos a perder nuestro estatus de país libre de sarampión, lo cual nos traería serias complicaciones desde lo sanitario”.

Además, el titular de la cartera sanitaria provincial explicó que “durante el COFESA se discutieron también otras cuestiones de suma importancia para el sistema sanitario argentino, como por ejemplo la presentación de un Plan Federal de Salud, o la diagramación de la próxima Campaña de Invierno, cuyo inicio seguramente habrá de ser pautado durante el próximo COFESA que se celebrará el 7 de abril”.

“Del mismo modo, durante el encuentro se realizó la presentación de un Plan de Informatización de los Sistemas de Salud y de Mejora de la Conectividad”, señaló, añadiendo también que dicho plan “habrá de realizarse a través de un crédito del Banco Mundial, y se trata de un proyecto que como chubutenses nos interesa particularmente”.

Regularización de la vacuna contra el Meningococo

Por otra parte, Puratich destacó el accionar de la actual gestión del Ministerio de Salud de la Nación, en contraposición con la anterior, comentando que “acá en Chubut ya recibimos las vacunas contra el meningococo, tanto para los bebés como para los niños y niñas de once años, así que estamos listos para empezar ya con la correspondiente campaña de vacunación, de forma tal que podamos completar el esquema de vacunación”.

Asimismo, señaló también que “una vez hayamos completado el presente esquema de vacunación, nos vamos a abocar a completar también el esquema de vacunación de todos los niños y niñas que no hayan recibido las vacunas correspondientes en su momento”.

“Verdadero federalismo”

Finalmente, el ministro de Salud provincial volvió a ponderar la labor de la cartera sanitaria nacional, subrayando que “hoy por hoy se ve un verdadero federalismo dentro del sistema de salud argentino, como hace mucho tiempo no se veía”.

“Nuestras opiniones son tenidas en cuenta y se consulta con todas las provincias a la hora de diagramar un plan nacional”, destacó al respecto Puratich, comentando por último que “de hecho, a la hora de armar el protocolo que habrá de ser utilizado para prevenir el Coronavirus en todo el país, se utilizó el Protocolo de Aislamiento Respiratorio Selectivo que nosotros mismos diagramamos durante la contingencia del Hantavirus del año pasado, lo cual nos pone muy contentos porque, independientemente de todo lo que hemos vivido, evidencia que el trabajo realizado acá en la provincia tiene un alcance nacional y, en última instancia, puede ser aprovechado por toda la República”.

No vacunar a los niños contra el sarampión no sólo les deja sin escudo contra la enfermedad sino que cuando tienen que afrontarla, se quedan con una inmunidad especialmente dañada. De alguna manera, el contacto con este virus produce una especie de ‘amnesia’ por la que su sistema de defensa olvida cómo luchar contra infecciones producidas por otros patógenos durante meses e incluso años. Le deja vulnerable y agotado frente a nuevos ataques.

Más argumentos a favor de sus beneficios y avalados por dos artículos que las revistas ‘Science’ y ‘Science Immunology’ publican esta misma semana. En palabras de los científicos involucrados, «es importante y necesaria la vacunación generalizada para prevenir el sarampión y también el debilitamiento de la ‘inmunidad colectiva’ frente a otros tipos de patógenos».

Tras el análisis del sistema inmunitario de 77 niños que no habían sido vacunados contra el sarampión, los investigadores observaron que el contacto con esta enfermedad podía provocar una supresión inmunitaria del individuo que se extendía durante meses y a veces durante años después de la desaparición de los síntomas característicos, como las erupciones cutáneas. Probablemente, señalan los autores, esta vulnerabilidad sea la razón que explique la hipótesis de estudios previos que relacionaban el sarampión con el 50% de las muertes infantiles por enfermedades infecciosas.

Para entender cómo se produce esta ‘amnesia inmunitaria’ después del sarampión en humanos, el equipo de la especialista en Inmunogenética Velislava Petrova, del Instituto Sanger de Cambridge (una institución británica sin ánimo de lucro dedicada a la investigación genómica y genética), se adentra en los entresijos de este proceso vírico.

Para ello, secuenciaron las células B (son capaces de reconocer un virus y activarlo) de los 77 sistemas inmunes no vacunados de niños entre cuatro y 17 años, procedentes de escuelas ortodoxas protestantes en Países Bajos. Los analizaron antes y después de la infección por sarampión. Al comparar datos, los investigadores identificaron dos consecuencias directas del virus infantil. Por un lado, el reabastecimiento incompleto del grupo de células B y por otro, la memoria inmunitaria debilitada por el agotamiento de dichas células.

En definitiva, el sarampión producía una ‘amnesia inmunitaria’ en los niños no vacunados que les hacía ser más vulnerables ante futuras infecciones causadas por otros virus y bacterias. Una teoría que apoya la investigación de ‘Science’, en la que el equipo del especialista en genética del Instituto Médico Howard Hughes de Boston Michael Mina ha utilizado una herramienta denominada VirScan con el fin de analizar las respuestas de los anticuerpos contra miles de antígenos virales y microbianos en sangre.

Los científicos encontraron que dos meses después de la infección por sarampión, la enfermedad había eliminado entre el 11% y el 73% del repertorio de anticuerpos del individuo. Esto es precisamente lo que compromete enormemente la memoria inmunitaria incluso después de la recuperación. Por el contrario, «no observamos agotamiento de los anticuerpos en los lactantes vacunados contra el sarampión, la rubeola y las paperas», puntualiza Mina. En estudios previos, en macacos con sarampión, el 60% del repertorio de anticuerpos no pudo detectarse durante al menos cinco meses. Aunque podría reconstruirse con la reexposición a los patógenos, «este proceso podría extenderse meses o incluso años, con los riesgos que esto supone en la salud», reza el estudio.

Al estar cerca de un gato, las personas alérgicas pueden tener distintos síntomas: sus ojos se llenan de lágrimas, se rascan, su nariz cosquillea o estornudan. Buenas noticias: pronto estaría disponible una vacuna, Hypocat, capaz de suprimir la reacción alérgica. Y para que todavía sea «mejor» para los humanos, la inyección la recibirán los felinos.

Las alergias a los gatos son causadas por una proteína llamada Fel-d1, presente en la piel y el pelaje del animal. La sustancia se adhiere a la caspa de la mascota, en forma de pequeñas partículas de piel seca que se propagan fácilmente en el medio ambiente, como las superficies de las camas o los sofás.

En las alergias a los gatos, la penetración de esta proteína en las vías respiratorias actúa como un agente alergénico que provoca la liberación de una gran cantidad de histamina.

La vacuna Hypocat, probada en 54 gatos, tiene el efecto de reducir la cantidad de proteína Fel-d1. Aquellos que recibieron la vacuna produjeron anticuerpos que destruyeron esta proteína.

Los científicos del Hospital Universitario de Zúrich (Suiza), autores de este descubrimiento, apuestan a comercializar la vacuna dentro de tres años. Aseguran que facilitará la vida de los dueños de gatos al mantenerlos a salvo de enfermedades crónicas como el asma. Para los animales, esto limitará los casos de abandono, demasiado frecuentes.