El diputado nacional Felipe Solá se bajó de su candidatura a gobernador y dijo que no había lugar para tres. Y para Mónica López eso fue una provocación. Si bien Massa pidió un “alto el fuego”, la blonda legisladora no pudo contenerse y disparó con munición gruesa.
“Felipe, mejor que se calle la boca; a mí no me baja nadie, soy candidata a Gobernadora”, expresó ante La Tecla la dirigente de Avellaneda, y agregó: “Si me bajo, lo hago porque yo considero que tiene que ser así, no porque el pelotudo éste me lo diga”.
Prosiguió: “No voy a hacerles el favor de bajarme. Todos dicen que Mónica no mide, pero todos me quieren como vice”.
Comparando su situación con la de Gabriela Micchetti en Capital Federal, se preguntó ofuscada: “¿Les molesto porque soy mujer? ¿Me van a hacer lo mismo que Macri le hizo a Michetti?”; y concluyó diciendo que “no creo que en el massismo sean tan misóginos”.
Vale recordar que uno de los objetivos del encuentro massista llevado a cabo en San Martín la semana anterior era mostrar que estaba todo bien, que las aguas estaban calmas. Por eso, el almuerzo en el club Alemán de San Martín, y la alegre foto a la que no faltó ninguno de los principales actores.
Pero no es tan sencillo. Llegó la hora de hacer la síntesis, de sacar nombres, y la tropa se encuentra tensa, con ganas de ser protagonista. Más allá de los pedidos del Jefe, quien insiste con el “respeto” y la “no agresión”, el Frente Renovador es un hervidero. Los lugares son muy pocos y las voluntades, demasiadas.
La Tecla.