El hecho le ocurrió a Marcos Stupenengo. El equipo de campaña del candidato suspendió una grabación que había solicitado, porque antes de empezar a filmar habló por teléfono en español.
No es novedad: Donald Trump es racista, ya que no le gustan los extranjeros (sobre todo, los mexicanos o los musulmantes). “No sabemos quién es esta gente”, dijo sobre estos últimos. “Narcotraficantes, violadores y criminales”, dijo de los primeros.
Ahora, el candidato republicano a presidente de EE.UU. dejó en claro que sigue pensando igual al echar de su despacho al periodista argentino radicado en Nueva York Marcos Stupenengo, tras escucharlo hablar en español, según relató el sitio Buzzfeed y luego recogió el resto de la prensa internacional.
El reportero había acordado por telefóno hacer una grabación en su centro de campaña. Le habían dicho que sí. Pero cuando estaba a punto de grabar en una sala de la Trump Tower, donde había sido citado por su equipo, recibió una llamada telefónica.
Minutos antes de que apareciera el millonario, en plenos preparativos de la entrevista, que iba a realizar para la mexicana Azteca TV, el freelance recibió la llamada y empezó a hablar en español. Este hecho fue suficiente para que instantes después el mismo equipo de campaña le transmitiera que ya no tenía interés en la entrevista.
La versión facilitada por la web buzzfeed.com, que cita una fuente que vivió el incidente, añade que el periodista escribió más tarde por correo electrónico sus únicas declaraciones sobre lo sucedido: “Puedo decir que es lo peor que me ha ocurrido en 13 años de periodismo”.
El protagonista de esta historia habitual en las redes sociales, con más de un millón de seguidores en Twitter, y muy conocido en los ambientes periodísticos neoyorquinos. En Buenos Aires trabajó en el canal C5N hasta que el empresario Cristóbal López compró el medio y la línea editorial cambió.
De acuerdo con el relato del sitio web, cuando el servicio de seguridad de Trump acompañó a Stupenengo hasta la puerta de salida, uno de los agentes, que hablaba español, se disculpó con él y le aseguró desconocer lo que realmente había sucedido.
Sin embargo, la portavoz de campaña del magnate Hope Hicks declaró al diario digital político.com no tener constancia de lo sucedido: “No había ninguna entrevista programada ni tenemos conocimiento de lo ocurrido con este periodista”.
En Twitter, Stupenengo escribió lo siguiente:
Just to clarify, No personal interview with Donald Trump was canceled. A film request was approved by phone and denied on site.
Aclaro, no me fue cancelada una entrevista personal con Donald Trump, sino una grabación en su centro de campaña de Manhattan.
Nexofin