La fisiognómica presidencial. Que la sociedad vea a un Jefe de Estado que sufre en su cuerpo la crisis que todos padecen, puede generar más apoyo y más comprensión.
Le atribuyen a Aristóteles la obra Physiognomonica: dividida en dos tratados: “el estudio de aquellos signos corporales permanentes que indican condiciones permanentes del alma”, y “el estudio de los signos transitorios del cuerpo que indican condiciones transitorias del alma”. Este segundo, el más plausible, el de los transitorios humores de alma, es el oportuno para hipotetizar sobre las causas emocionales que pudieron haber desencadenado la arritmia que se le detectó a Macri el viernes a la noche.
Aunque se dice que cada año como presidente equivalen a cinco de vida normal, la cara de Macri en los últimos meses manifiesta algo más que el paso acelerado del tiempo. Las fotos de Macri en diciembre y mayo pasados, que acompañan esta columna, quizás hasta con la misma camisa y el mismo saco, indican un deterioro en su cara, probablemente proporcional a la caída de la actividad económica y del consumo, según plantea el diario Perfil.
No hace falta hacer vulgata del psicoanálisis para atribuir al proceso de somatización del estrés a algunos de los síntomas del Presidente, ni ser un experto en fisiognómica moderna para interpretar la estructura y movimientos de su rostro en función de las condiciones mentales y emotivas que experimenta.
Otro síntoma de la posible asociación entre problemas en la economía y fatiga presidencial fue el intento de esconder que Macri padecía algún problema en su corazón. Una precisa cronología de los hechos lo revela.
17.00: La Unidad Médica Presidencial comunicó a la Clínica Olivos que preparara una habitación para recibir al presidente Mauricio Macri adelantándole el diagnóstico de una fibrilación auricular cardíaca o arritmia, como confirmó posteriormente el parte médico oficial.
17.30: El redactor especial de la revista Caras Diego Esteves recibió la información y la corroboró, siempre en off, con una alta fuente médica.
18.03: Se hizo la primera publicación en Caras.com que, al ser una publicación de Editorial Perfil, se replica en Perfil.com.
18.15: El jefe de la Unidad Médica Presidencial, el cardiólogo Simón Salzberg, desmintió a la editora de Ciencia del diario PERFIL respecto de que Macri hubiera tenido un problema cardíaco.
18.20: A los pocos minutos, el vocero del Presidente, Iván Pavlovsky, también desmintió la información de Caras.com y respaldó la desmentida con una foto de Mauricio Macri en un off con cuatro periodistas en la Quinta de Olivos. Uno de ellos, Edi Zunino, el jefe de Redacción de la revista Noticias, también de Editorial Perfil.
18.22: Imposibilitados de hablar con Zunino, porque su celular había quedado retenido en la seguridad de la Quinta de Olivos, Perfil.com decidió levantar la noticia del sitio web. Mientras la directora de Caras, Liliana Castaño, decía: “Estamos seguros de la dolencia del Presidente, pero vamos a reconfirmar el dato de la internación en la Clínica Olivos”.
19.00: Después de una hora, el Presidente finalizó su diálogo informal con periodistas, eso permitió hablar con el jefe de Redacción de Noticias. Zunino confirmó que Macri había estado conversando normalmente pero que lo notó decaído.
19.05: La Unidad Médica Presidencial ultimaba los detalles para su internación. Dos datos no menores: pese a que el Presidente suele atenderse en clínicas de la Capital Federal, el hecho de que la internación estuviera programada en la Clínica Olivos da cuenta del secreto que se quería preservar y de la urgencia por realizarle los estudios.
19.15: Macri fue recibido en la guardia de la Clínica Olivos por cardiólogos. Le realizaron un estudio transesofágico, según informó luego Pavlovsky. Lo trasladaron al sexto piso, donde funciona el área de Cardiología, específicamente a la habitación 605.
19.30: Caras.com y Perfil.com volvieron a publicar la información, con fotos de la van de Presidencia y los autos de la custodia en el parking de la Clínica Olivos.
23.05: Luego de los exámenes que se le practicaron, que Presidencia se vio forzada a detallar en un parte médico oficial, Mauricio Macri fue dado de alta y se retiró por una puerta lateral. Es lógico suponer que si el vocero del Presidente hubiera sabido que a Macri, previamente al off con los cuatro periodistas, se le había detectado una arritmia e incluso se había reservado una habitación en la Clínica Olivos para cuando terminara esa reunión, hubiera actuado de otra forma. No hubiera sonreído al atender el teléfono frente a los periodistas ni hubiera dicho: “Llama un pibe del diario PERFIL preguntando por la internación de Macri”, ni tampoco hubiera propuesto hacer una selfie todos juntos con el Presidente. Porque la desmentida iba a durar apenas una hora en retrotraerse.
Que Macri sufra en su cuerpo los efectos del estrés que padece casi toda la sociedad puede sumarle puntos
Que el médico del Presidente negara algo que se iba a saber se podría atribuir a su falta de experiencia en el funcionamiento de los medios, pero en el caso del vocero es más lógico suponer que no lo sabía, que Macri quiso mantenerlo en reserva y que por eso no suspendió la reunión, porque al ser periodistas iban a tratar de averiguar qué le pasaba.
Macri y sus asesores podrían estar equivocándose al tratar de ocultarlo. Porque una dolencia no sólo es una señal de debilidad, también puede mostrar sensibilidad. Que la sociedad vea a un Macri que sufre en su cuerpo la crisis que todos padecen puede generar más apoyo y más comprensión.