El peronismo considera en un documento: «esta medida de fuerza es un llamado de atención que debe ser escuchado por el gobierno nacional para que modifique su política y comience a cuidar a los trabajadores argentinos».
La mesa de conducción nacional del Partido Justicialista (PJ) resolvió ayer apoyar el paro nacional convocado por la CGT para el 6 de abril «en defensa de los trabajadores y la industria» porque ven «con mucha preocupación la pérdida de empleo tanto en el sector industrial, como en el comercial».
En una reunión del consejo nacional partidario realizada ayer en la sede de Matheu, el PJ se autodenominó como «una oposición responsable y democrática», realizó una crítica a la situación económica y social del país y justificó la medida de fuerza de la central obrera.
Al respecto, el peronismo consideró, en un documento, que «esta medida de fuerza es un llamado de atención que debe ser escuchado por el gobierno nacional para que modifique su política y comience a cuidar a los trabajadores argentinos».
Durante la reunión, además de los dirigentes peronistas vinculados al gremialismo como Víctor Santa María, Andrés Rodriguez y Antonio Caló, estuvo presente uno de los miembros del triunvirato de la CGT y diputado provincial del Frente Renovador, Carlos Acuña.
Además participó del encuentro el titular del gremio de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri.
Por otro lado, el Consejo convocó para la primera quincena de junio, fecha cercana al cierre de listas a nivel nacional, al primer Congreso Nacional del año.
Por su parte, el secretario gremial de la CGT, Pablo Moyano, afirmó ayer que va a ser contundente el paro general por 24 horas convocado por la central sindical para el 6 de abril, con una mayor adhesión que la que hubo en los que se hicieron contra el gobierno de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El 6 va a ser un paro contundente, uno de los más importantes de los últimos años, afirmó a Télam en el marco de la Conferencia Mundial de la Juventud del Transporte que organiza la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), en un hotel porteño.
La protesta del 6 de abril será más contundente que los paros convocados por la CGT-Azopardo contra la ex presidenta Fernández de Kirchner en demanda de la derogación del impuesto a las Ganancias, insistió Moyano, también secretario adjunto del Sindicato de Choferes de Camiones, quien indicó que algunos gremios apoyaban al gobierno anterior.
Apuntó que los sindicatos del transporte público van a ser el motor de la huelga.
«En cada lugar que haya un reclamo legítimo, nosotros vamos a estar, apuntó el dirigente de los camioneros en referencia a que participará, con otros miembros del consejo directivo de la CGT, de la marcha que este jueves realizarán las CTA a la Plaza de Mayo en rechazo a la política económica del Gobierno.
Nadie quiere que el gobierno se vaya antes ni quiere desestabilizar, pero queremos que se rectifique un modelo económico que está perjudicando a millones de argentinos, planteó.
«UN MITO DE LA HISTORIA»
El secretario general de la Unión de Trabajadores Gastronómicos y Hoteleros (Utghra), Luis Barrionuevo, ratificó el paro del 6 de abril convocado por la CGT, y negó que algún integrante del movimiento obrero busque desestabilizar al Gobierno: «ningún componente del movimiento obrero desea una interrupción del Gobierno», aseguró.
En ese sentido, Barrionuevo opinó que existe «un mito de la historia argentina respecto de que si un gobierno no es peronista no termina. Pero eso no es culpa del peronismo. Fernando De la Rúa dio hasta donde pudo, nada más. Era el mejor que tenía la Unión Cívica Radical».
En declaraciones a Canal 26, el dirigente gastronómico afirmó que «ningún componente del movimiento obrero desea una interrupción del Gobierno» y sostuvo que «el paro nacional del 6 de abril está ratificado».
Como ejemplo citó que cuando Raúl Alfonsín presentó su renuncia anticipada al cargo y «asumió como presidente Carlos Menem, en su primer año nadie creía que podía continuar en el cargo. Muchos decían que al año se iba».
No obstante, señaló que en la actualidad «si el presidente te llama para preguntarte algo, y después hace la suya, que no me llame más nada».
«Si te enojás con los sindicatos, no creo que te vaya bien, no de guapo sino porque defendemos los salarios», dijo el máximo dirigente gastronómico.