Líderes indígenas de toda Australia reclamaron hoy la creación de un organismo propio de representación política y un tratado con el Gobierno federal que les dé competencias sobre asuntos que afectan al colectivo.
Sídney (Australia), 26 may (EFE).- Líderes indígenas de toda Australia reclamaron hoy la creación de un organismo propio de representación política y un tratado con el Gobierno federal que les dé competencias sobre asuntos que afectan al colectivo.
La demanda, que también incluye una comisión de la verdad, fue acordada por unos 250 líderes aborígenes e isleños del Estrecho de Torres al termino de una cumbre de tres días celebrada en Urulu, en el centro del país.
El acuerdo supuso descartar una demanda de reconocimiento en la Constitución de los indígenas, quienes habitan el continente desde hace unos 50.000 años pero que no son mencionados por la carta magna australiana.
En la declaración final, los líderes indígenas denunciaron la discriminación que sufren señalando entre otros que se trata del colectivo con un mayor índice de encarcelamiento del mundo, o el elevado grado de alienación de menores de sus familias.
«Estas dimensiones de nuestra crisis señalan plenamente la naturaleza estructural de nuestro problema. Este es el tormento por nuestra falta de poder», indicó la declaración.
«Queremos una reforma constitucional que empodere a nuestra gente y la sitúe en lugar justo en nuestro país», continuó la nota.
«Cuando tengamos poder sobre nuestro destino, nuestros hijos florecerán. Caminarán en dos mundos su cultura será un regalo para su país», añadió.
Australia es el único país de la Comonwealth (Mancomunidad británica) que no tiene ningún tratado con su población indígena aunque los estados de Victoria y Australia del Sur ya negocian uno por su cuenta y el Territorio Norte anunció su intención de hacer otro.
La vicepresidenta de la cumbre, Pat Anderson, defendió la demanda de un tratado al reivindicar el derecho de los indígenas a decidir sobre políticas, programas y leyes que les afectan.
«Por el momento estamos atrapados, sin poder ni voz en nuestra tierra», dijo Anderson según la agencia AAP.
«En todo el país la gente quiere de forma abrumadora negociar un acuerdo justo. Tiene que haber un relato verdadero, en la misma línea que lo ha habido en otros países», añadió.
Las recomendaciones acordadas serán incluidas en un informe que se entregará a finales del mes que viene a los líderes políticos del país.
El encuentro precedió a la conmemoración mañana del 50 aniversario del referéndum que permitió incluir a los indígenas en el censo nacional y autorizó al gobierno federal a elaborar leyes específicas para este colectivo.
«En 1967 nos contaron; en 2017 queremos que se nos escuche», reclamaron los líderes en la declaración.
Este año también se conmemora el 25 aniversario de la sentencia de Mabo, que dio pie al reconocimiento de los derechos consuetudinarios de los indígenas sobre las tierras y el inicio de un proceso de devolución de sus propiedades.
La Corona Británica declaró a finales del siglo XVIII, que el territorio conocido hoy como Australia estaba deshabitado y se amparó en el concepto de «Terra Nulis» (Tierra de Nadie) para reclamar su posesión.
Desde entonces los indígenas han sido víctimas de constante maltrato, además de haber sido desposeídos de sus tierras y discriminados sistemáticamente.
Unos 100.000 menores aborígenes, calificados como «la generación robada», fueron separados de sus familias entre 1910 y 1970 y entregados para su educación a familias o instituciones de blancos.
Esta semana el primer ministro, Malcolm Turnbull, pidió perdón en nombre del Gobierno al recibir un informe sobre la persistencia de los traumas entre las víctimas de la «generación robada».
Actualmente los indígenas, que representan el 3 por ciento de la población de más de 22 millones, viven en su mayoría sumidos en la pobreza, en zonas remotas o pobres, y con unos ingresos por hogar que apenas alcanzan el 62 por ciento de la media nacional.EFE