Por Ismael Tebes
El intendente de la ciudad petrolera aseguró que entiende el enojo de la gente “y lo comparto porque yo me siento enojado conmigo mismo y lo que tuvimos que pasar”. Dijo que el equipo municipal se ha fortalecido en medio de la crisis y que trabajará hasta atender “el último reclamo”.
Comodoro sufrió la catástrofe natural más grande de su historia y el primero en reconocer esa realidad es el intendente Carlos Linares. “Que hoy estemos en el momento que estamos habla muy bien de la ciudad en su conjunto. Desde las fuerzas vivas y los que hicimos posible volver a tener a la ciudad en pie y en actividad”, dijo a Jornada el jefe comunal, al cumplirse un mes del temporal de lluvia que destruyó gran parte de la ciudad.
También dijo que “los días pasan, las necesidades van cambiando y los proyectos también se van modificando. Estamos en una etapa de reconstrucción junto a Provincia y Nación. La lucha será larga, demandará meses y en otros casos, años”.
-¿Cómo toma y cómo interpreta el enojo que expresan con lógica, algunos vecinos?
-Uno entiende el enojo por el enojo mismo. En mi caso, lo sufrí en carne propia con mi hermano que con un metro y medio de barro no podía estar contento. Hacemos un gran sacrificio para estar al frente de los problemas y tratando de solucionarlos con todo lo que eso significa. Debe entenderse que es una catástrofe, eso no debe olvidarse nunca. Entiendo el enojo y lo comparto porque yo me siento enojado conmigo mismo y lo que tuvimos que pasar. Pero el tiempo del enojo pasará y ahora hay que pensar en la reconstrucción.
-¿Entiende que la situación extraordinaria que ha vivido Comodoro Rivadavia puede significarle un problema casi exclusivo a resolver en lo que le resta de su gestión?.
-A mí los problemas me fortalecen, no me debilitan. Fui viceintendente por cuatro años y nunca le esquivé al compromiso. Menos lo voy a hacer ahora como intendente. El refrán dice “lo que no te mata, te fortalece”. Si yo debería rescatar una conclusión el día que termine todo esto, debería decir que he conocido personas dentro de mi gabinete que yo jamás pensé que iban a reaccionar como lo hicieron. No los tenía en el rol de ponerse al frente de un problema tan grande. Encontré compañeros de trabajo, diputados y concejales que han sabido reaccionar en la emergencia. Y eso ha hecho que el equipo de trabajo se vea más fortalecido.
-¿Qué cosas no le gustaron en cuanto al manejo de la situación? ¿Qué cosas cambiaría en todos estos días de trabajo?.
-Lo primero que cambiaría sería el clima, para que no vuelva a llover. Al menos con esta envergadura. No estamos preparados para este volumen de agua. Algunos dicen que este fenómeno es irrepetible. Toda mi vida he sido una persona positiva, agradecida. Siempre la vida me dio más de lo que yo necesito. Estamos viviendo un momento difícil porque aunque pase la tormenta estarán los problemas sindicales, de empleo o con la industria petrolera. La actividad económica en general está muy dañada. Esas cosas seguirán estando aunque ahora tengamos que afrontar un mal mayor. Nada se olvida pero estas cosas quedan en un segundo plano. En diez a quince días la cabeza estará enfocada en las obras que teníamos planeadas, solamente algunas serán reconducidas por la crisis pero avanzaremos con el plan ambicioso previsto para el 2017. Y seguiremos peleando el plan de Nación.
-En lo personal, lo humano ¿sintió que hubo un momento de quiebre, o que sintió en carne propia la situación?
-Siento en carne propia la intendencia porque antes que intendente soy un ciudadano de mi ciudad, la que yo amo y quiero. Comodoro me dio todo lo que tengo incluyendo a mi familia. Por eso estoy en la política, por el agradecimiento que siento hacia Comodoro. Tengo convicción política, pertenezco al Frente Para la Victoria y mi conductora es la Presidenta. No me voy a cambiar jamás de ese sector.
En el último tramo de la entrevista expresó: “Soy un convencido de que esta ciudad tiene un potencial muy importante, con una calidad de gente enorme que quedó demostrada ahora. Hay compañeros y amigos que se pusieron a nuestro lado desde el día uno así que este es el saldo positivo que me dejó la catástrofe. Hasta no atender el último reclamo, aunque nos lleve mucho tiempo, seguiré trabajando. Nada va a cambiar porque la crisis seguirá estando”.