Reduce el estrés, aumenta la sensación de bienestar y favorece la actividad física y el ejercicio.
Un estudio elaborado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) asegura que vivir junto a fuentes, ríos, lagos o mares tiene efectos beneficiosos para la salud mental y el bienestar de las personas.
Publicado por la revista International Journal of Hygiene and Environmental Health, el estudio y la evidencia científica destacan que los niveles de actividad física aumentan cuando las personas viven cerca de zona de agua. Eso reduce el estrés y aumenta el bienestar autopercibido.
El resultado de la investigación, que surge como conclusión de 35 estudios internacionales referidos al tema, subraya que vivir junto a lugares con agua es beneficioso, sobre todo para la salud mental y la sensación de bienestar. Además incentiva el desarrollo del ejercicio y la actividad física. En cualquier caso, se indica que vivir en estos lugares no implica por sí solo la reducción de la obesidad y la salud cardiovascular.
Mark Nieuwenhuijsen, coordinador del estudio y director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, valora que “aunque los resultados son alentadores, hay relativamente pocos estudios y un alto grado de heterogeneidad en la metodología de las investigaciones, por lo que se necesita realizar más trabajos”.
Pese a ello, el investigador, que ha elaborado las conclusiones del estudio junto a la investigadora Mireia Gascón, marca que “la evidencia científica actual apoya la promoción y recuperación de espacios con agua al aire libre dentro de la planificación urbana como una estrategia interesante para promocionar la salud y el bienestar”.
31 de los 35 estudios se realizaron en países de renta alta y la mayoría se centraron en la exposición a espacios con agua cerca del lugar de residencia. ISGlobal participa en el proyecto europeo BlueHealth, que comenzó en 2016 para estudiar la relación y la conexión entre la salud y las zonas cercanas al agua.