Consumir el vital líquido constantemente ayuda a hidratar la piel, aumentar la elasticidad, aliviar el dolor de cabeza y reforzar la la digestión, entre otras ventajas
Ingerir agua diariamente trae diversos beneficios como regular la temperatura del cuerpo, proteger los órganos vitales y humedecer el oxígeno que respiramos, por mencionar algunos.
De acuerdo con información de las páginas electrónicas tanto de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) como de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 75 por ciento del cerebro está compuesto por agua; ayuda a llevar nutrientes y oxígeno a las células, además colabora en la conversión de los alimentos en energía.
Ambos organismos coinciden en que el agua conforma el 22 por ciento de los huesos y el 83 por ciento de la sangre, remueve los desechos, amortigua las articulaciones y ayuda al cuerpo a absorber los nutrientes necesarios.
El vital líquido también contribuye a perder peso, puesto que reduce el hambre; hidrata la piel y ayuda a reponer los tejidos de ésta y aumenta su elasticidad, retrasando el proceso de envejecimiento; alivia el dolor de cabeza y dolores de espalda causados por la deshidratación.
Asimismo, refuerza la digestión y previene el estreñimiento, mantiene lubricados los músculos y las articulaciones, reduce el riesgo de cáncer, alivia la fatiga,