El juez de garantías Sergio Piñeda condenó a un sujeto que abusó sexualmente de su hija menor de edad discapacitada luego que se pusieran de acuerdo en la pena el defensor del imputado y la representante de Ministerio Público Fiscal que llevó adelante la investigación y la acusación. En el debate al momento de exponerse las pruebas de lo ocurrido, resultó muy importante la exposición de una profesional que peritó los dibujos que realizó la víctima de donde se concluyó la existencia de los abusos y sus características descriptivas.
El delito que se juzgó fue el de abuso sexual simple agravado por el vínculo, en la modalidad de delito continuado (Arts. 119, 1ro y 4to párrafo inc. by 55 contrario sensu del Código Penal de la Argentina).
Se trató de tocamientos en la zona íntima de la menor, por lo que la pena fue de tres años de prisión en suspenso. Para ello, tanto la fiscal general Silvia Pereira como el defensor particular Carlos Conti, destacaron que el imputado aceptó voluntariamente la pena y someterse a un tratamiento psicológico, que no tiene antecedentes penales condenatorios, su edad y la alta probabilidad de resocialización. Además no podrá acercarse a la víctima, deberá presentarse en la Oficina Judicial de Trelew dos veces por año, no abusar de bebidas alcohólicas y no consumir estupefacientes.
Adhesión del Juez
En su resolución, Piñeda adhirió la aplicación de la solución alternativa acordada por las partes, prevista en el Código Procesal Penal, indicando que “tiene rasgos de ser razonable y sensato y a su vez, libremente acogido por el imputado” y que “ha reconocido su autoría y responsabilidad en el evento”.
Los hechos por los que el sujeto fue condenado, ocurrieron en Trelew entre fines del año 2014 y principios del año 2017.
Las conclusiones a las que arribó la perito Mariel Pugliese al analizar los dibujos efectuados por la menor víctima de los abusos de su padre, fueron ratificados luego en su testimonio en Cámara Gésell. La secuencia gráfica de los dibujos, su descripción e interpretación por parte de los especialistas, permitió conocer cómo se produjeron los abusos, consistentes en tocamientos que además fueron ratificados por pericias médicas. Todos estos elementos resultaron contundentes para que el imputado terminara reconociendo su responsabilidad.
Al realizar las pericias, Pugliese indicó en su informe que «es posible confirmar que la niña, tanto en la escritura manuscrita como en el análisis grafológico de los dibujos, manifiesta síndromes gráficos atribuibles a niños que han sufrido abuso sexual».
Este trabajo técnico fue tenido en cuenta por la fiscalía, la defensa y el Juez Piñeda. Además el juez en su resolución tuvo en cuenta que “en concordancia con su psicóloga particular y la psicóloga forense, la niña no tiene capacidad desde el punto de vista clínico para sostener una mentira”.
En la investigación del caso tuvieron también una especial participación los oficiales de policía Juan Carlos Nuñez y Mario Nahuelcheo, integrantes ambos de los equipos de trabajo del Ministerio Público Fiscal en la Fiscalía de Trelew.