Alexis Cabrera fue futbolista profesional, jugó finales y sintió la presión extrema de la alta competencia.
Sin embargo hoy, a los 36 años y ya retirado de la actividad, afronta un dramático partido en los estrados judiciales.
Pasó por más de veinte audiencias y aunque un fallo determinó la custodia de cuidado personal unilateral provisoria por tres meses, la misma nunca se efectivizó.
Cuestiona a la jueza de Familia, Diana Kazakevich y reclama por sus hijos de 8 y 6 años a quienes no ve desde hace seis meses.
“Me duele profundamente que las pocas veces que pude verlos me llamen por mi nombre”, reconoció a Jornada.
“Yo gané la custodia pero nadie me permite ejercerla. No tengo otra herramienta que hacer público el caso.
Tuve que pasar por muchas cosas, sacarme de encima los prejuicios y los `qué dirán´.
Fui conociendo otros padres y hoy seremos alrededor de 50 con la misma situación y coincidiendo en el mismo Juzgado”.
Cabrera admite verse en el futuro, con los hijos a su lado, reconstruyendo los lazos que el tiempo y las decisiones humanas fueron postergando. “Lo único que me interesa es verlos crecer. Me perdí seis años de su vida; los inicios del Jardín y la Escuela, los Días del Niño y sus cumpleaños. Espero que a partir de esta lucha estén conmigo para llevar una vida normal y como corresponde sin borrar a la madre. No como hicieron conmigo. Y del mismo modo con los abuelos paternos, sus tíos y primos”.
“Hay una desigualdad muy grande -agregó- porque en los Juzgados de Familia favorecen mucho a la mujer. Hay que equiparar los derechos y sobre todo, en que se respete el interés superior del niño. Hay que agilizar los procesos porque el tiempo nunca se recupera. A la mujer en muchos casos se la sobreprotege. Si las madres no cumplen con un régimen de visitas, tienen que ser multadas o sancionadas de alguna forma”.
Y lamentó que se desvirtúen muchos casos de violencia de género a partir de la tramitación de denuncias falsas.
“No todo padre es malo ni toda madre es buena. Se utiliza la Ley en complicidad con algunos abogados como un instrumento. Hay denuncias en Comisarías que ni siquiera se comprueban y que cuando ocurre un hecho real, grave, no suelen ser tenidas en cuenta”.
Cabrera proyecta avanzar en la conformación de una fundación denominada “Padres presentes” que canalice este tipo de situaciones y le permitan acelerar los pasos legales.
“Hoy el Código Civil incluye cosas nuevas pero no se ponen en práctica. Hay que ayudar a los padres para que tomen el mejor camino, sin violencia aunque muchos no aguantan esa presión. Se tiene que ser muy frío y a veces, hasta enfermarse para no llegar a casos extremos porque no ver a un hijo es lo peor que le puede pasar a un papá”, explicó Alexis, quien desde hace seis años ha transitado por la vía legal esta instancia de leyes y vericuetos.
Cabrera se formó futbolísticamente en la CAI hasta su pase a San Lorenzo en 2000.
Allí jugó cuatro años con Manuel Pellegrini y Rubén Insúa como técnicos, llegando a conseguir las Copas Mercosur y Sudamericana.
También pasó por Olimpo de Bahía Blanca, la CAI en la Primera B Nacional; Villa Mitre y Talleres de Córdoba donde cerró con 28 años su carrera profesional.
Sin embargo, su última etapa de “entrecasa” incluyó Huracán (CR); Ameghino y Ferrocarriles del Estado cuando la prioridad pasaba por el trabajo petrolero.
“Me costó mucho adaptarme a los cambios, a trabajar en el campo siendo que toda mi vida había sido futbolista”, cuenta Alexis quien recuerda orgullosamente su paso por la Selección Argentina campeona de los Panamericanos 2003 en Santo Domingo.
Y hoy como formador, tiene a su cargo la Escuelita de Fútbol “Los Matadores”.
Si hay una particularidad en su carrera deportiva, Cabrera siempre fue capitán y ejerció el liderazgo en los planteles que integró.
Y ahora su lucha tiene otro objetivo: recuperar a sus hijos, hacer cumplir el mandato de la Justicia y encarnar una problemática con numerosos casos sin resolver.
“Cuando un padre no cumple se lo juzga como lo peor y sin embargo, cuando se debe actuar contra la mujer, la Justicia no lo hace”.
“Yo comparto que hay que castigar a aquel progenitor que no cumple con una cuota alimentaria. En un porcentaje pequeño, hay madres que no pueden ver a sus hijos y también hay que ayudarlas. No es una simple cuestión de género sino de hacer cumplir las leyes o cambiar las que ya no sirvan. Nunca voy a dejar de pelear por mis hijos”.
Adelantó que presentará una denuncia contra la jueza Diana Kazakevich en el Consejo de la Magistratura y que esto podría derivar en una denuncia colectiva de un grupo de padres en similar situación.
“Desde el primer día estoy peleando y sigo de pie, pagando abogados. A mis hijos no los escucharon, se les niega la identidad; hay una obstrucción del vínculo y una violación de sus derechos”.