Renzo Gagliano, el joven de 24 años que viajó a Brasil y contrajo fiebre amarilla, necesita dadores de sangre ya que su estado sigue siendo crítico a pesar de haberse sometido a un trasplante de hígado de forma exitosa. La familia confirmó que fue intervenido el viernes por la noche, luego de que los médicos informaran que su única alternativa era un trasplante.
Al mismo tiempo, solicitaron 40 dadores de sangre de cualquier grupo y factor; quienes puedan, presentarse de lunes a viernes de 8 a 11 en el Sanatorio de la Trinidad Mitre, ubicado en Bartolomé Mitre 2553. Renzo, que no se había vacunado, se embarcó en un crucero por las costas brasileñas e hizo una parada en Isla Grande, una de las zonas en alerta por la enfermedad.
Al joven le habrían dicho que no hacía falta inmunizarse ya que iba a estar pocos días en la zona de riesgo. Sin embargo la isla se trata de uno de los focos más peligrosos. En efecto, seis argentinos de un total de siete afectados contrajeron la enfermedad ahí. Una vez que regresó a Buenos Aires, Gagliano comenzó a presentar los síntomas típicos de fiebre amarilla, como temperatura alta y coloración amarillenta en la piel. Por esta razón, realizó una consulta en un centro de salud privado, donde le hicieron una serología para fiebre amarilla y le confirmaron que estaba enfermo.
El paciente quedó internado en el Sanatorio de la Trinidad Mitre, donde su cuadro se complicó y presentó una insuficiencia renal y falla hepática, por lo que ingresó en la lista de emergencia nacional para recibir un trasplante de hígado.
¿Quiénes deben vacunarse?
El caso de Renzo, sumado a la confirmación por parte de las autoridades sanitarias de las dos víctimas fatales, aviva el temor de contagio tanto fuera como dentro del país. En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la medida más importante para prevenir la fiebre amarilla es mediante la vacunación.
Por lo tanto, quien vive o se desplaza a las áreas de riesgo debe estar con las vacunas al día y protegerse de picaduras de mosquitos. Sin embargo, existen casos en los que antes de inmunizarse es necesario consultar con un médico para evaluar el riesgo-beneficio al vacunarse.
Ellos son los niños menores de 9 meses, mujeres embarazadas o amamantando, o personas con hipersensibilidad grave a la proteína del huevo e inmunodeficiencia grave y mayores de 60 años. Cabe recordar que sólo una dosis de la vacuna es suficiente para garantizar la inmunidad y la protección a lo largo de la vida.
Por otra parte, la OMS recomienda buscar asistencia a la salud en caso de síntomas tanto durante el viaje como después del retorno de áreas con riesgo de transmisión.
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