La semana pasada, algunas petroleras –a excepción de YPF- anunciaron la modificación de los precios de los combustibles para el segmento mayorista, lo que traería aparejado un incremento también en la venta minorista.
Según indicó el portal surtidores.com.ar, “la decisión de las compañías tiene directa relación con el incremento del dólar, que fue más de un peso desde el último cambio de precios”.
El último aumento al público se registró durante los primeros días del mes de febrero.
Fue del 3,5 por ciento para las naftas y gasoil, tras un 5 por ciento que se había aplicado días atrás.
Se trató del cuarto ajuste desde que el gobierno dispuso la liberación de precios en octubre del año pasado.
En declaraciones periodísticas recientes, el ministro de Energía, Juan José Aranguren manifestó no sentirse intranquilo por las alzas de la nafta ya que, según él, el hecho de reflejar los precios del mundo va a permitir que no haya posiciones de abuso en el mercado, “porque cualquiera podría importar y ser competitivo”.
Actualmente Argentina ocupa el cuarto puesto entre los países más caros de la región tras Uruguay, Chile y Brasil.
El precio medio de la nafta en todo el mundo es de US$ 1,15, 0.15 por debajo de lo que se cobra el litro localmente.