El presidente palestino, Mahmud Abbas, convocó hoy una huelga general para mañana en protesta por la matanza de decenas de palestinos por soldados israelíes durante protestas contra el traslado a Jerusalén de la embajada de Estados Unidos en Israel, mientras que su gobierno pidió protección a la ONU ante la «masacre».
La huelga de mañana, en la jornada en que los palestinos conmemoran el 70º aniversario de la «Catástrofe» que supuso para ellos la creación del Estado de Israel, se celebrará entre la alegría israelí por el traslado de la embajada y el duelo por los fallecidos y los más de 2.000 heridos por fuego israelí en las protestas en la frontera con Gaza.
Wasel Abu Yusef, miembro de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), declaró que la huelga de mañana en Cisjordania y la Franja de Gaza se organiza para oponerse «a la masacre contra el pueblo palestino en Gaza», informó la agencia de noticias EFE.
En la ONU, Palestina denunció hoy que Israel está llevando a cabo una «masacre» en la frontera de Gaza con Israel y reclamó al Consejo de Seguridad protección internacional para los civiles palestinos.
Para mañana se prevén más protestas en territorio cisjordano, entre ellas una manifestación por la mañana que se dirigirá al puesto de control militar israelí de Beit El, agregó Yusef.
Por la tarde, habrá una marcha con velas destinada a conmemorar el 70º aniversario de la Nakba, «en la que también se encenderán 52 velas que representarán a los 52 palestinos que murieron hoy en Gaza», explicó.
Hoy, las facciones palestinas se reunieron con Abbas en Ramallah, capital cisjordana, para acordar nuevas medidas a tomar, en un encuentro en el que participan el Comité Ejecutivo de la OLP, el Comité Central del partido Al Fatah y varios miembros de las facciones palestinas.
En coincidencia con esta reunión, en Ramallah se congregaron más de 3.000 personas, que marcharon hacia el puesto de control militar israelí de Qalandia, donde se registraron disturbios con 35 heridos y atendidos por asfixia, y también hubo manifestaciones menores en las ciudades de Hebrón, Nablus y Belén.
Saeb Erekat, el secretario general de la OLP, condenó hoy el traslado de la máxima legación estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén y consideró este paso como «la primera piedra de una colonia ilegal en la Palestina ocupada, que se llama Estados Unidos».
«Mientras docenas de nuestra gente estaban siendo asesinadas en la Franja de Gaza por el Ejército israelí, fuimos testigos del traslado de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén», dijo Erekat, condenando las más de 50 muertes de palestinos abatidos por el ejército israelí en las inmediaciones de la valla de separación de la Franja con Israel.
En la ONU, en tanto, el embajador palestino Riyad Mansur dijo a periodistas que el Consejo de Seguridad del organismo debe «asumir su responsabilidad» y actuar para que Israel detenga la violencia y haya rendición de cuentas.
«Exigimos que esta acción se detenga inmediatamente y queremos que los responsables en el lado israelí sean llevados ante la Justicia», recalcó Mansur, que trasladó su postura al Consejo en una carta a la Presidencia.
Según el diplomático, Palestina quiere además «protección internacional para la población civil», dado que Israel «ha abdicado su responsabilidad» de garantizar la seguridad de los palestinos.
Mansur dijo que prevé utilizar todas las vías posibles para hacer que el Consejo de Seguridad actúe y confirmó que los países árabes están estudiando la posibilidad de solicitar una reunión de emergencia de este órgano en «las próximas 24 horas».
Mansur recalcó que el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén es «ilegal y unilateral» y consideró «muy trágico» que se esté celebrando mientras Israel «está matando e hiriendo a miles de palestinos».