Tras idas y vueltas, finalmente el presidente estadounidense, Donald Trump, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, llegaron ayer a Singapur, donde mañana por la mañana se encontrarán para buscar un acuerdos de desnuclearización de Corea del Norte.
El primero en arribar a la ciudad de Singapur (Asia) fue Kim, que aterrizó en el aeropuerto Changi a las 14.30 (3.30 hora argentina) en un vuelo de Air China y fue llevado al hotel St. Regis, donde se alojará su delegación. Se trata de su viaje más largo desde que llegó al poder, en 2011.
Horas después de aterrizar, Kim se reunió en el palacio presidencial de Istana con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, a quien agradeció que la ciudad-Estado sea la anfitriona. «El mundo entero está pendiente de esta cumbre», dijo Kim sobre el inminente encuentro histórico entre los líderes de ambos países. En unas breves declaraciones a la prensa al comienzo de la reunión, Kim afirmó además que confía en que la cumbre sea «exitosa».
Trump llegó seis horas más tarde a bordo del Air Force One que tocó tierra en la base aérea singapurense de Paya Lebar luego de un largo vuelo desde La Malbaie (Canadá), donde Trump asistió este fin de semana a una tensa cumbre del G7.
Con semblante serio y muy escueto, Trump sólo respondió que se sentía «muy bien» de cara al encuentro con Kim y entró rápidamente en su limusina para dirigirse al hotel Shangri-La.
Con el mandatario viajaron el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y el asesor de seguridad nacional del presidente, John Bolton, entre otros. El viaje de éste último estaba en duda ya que sus palabras irritaron a Pyongyang hace un mes, cuando declaró que la Casa Blanca quería seguir con Corea del Norte «el modelo de Libia», en referencia al pacto de desarme que Washington firmó en 2003 con Trípoli y que precedió a la caída de Muammar Kaddafi.
Trump tuiteó su optimismo para mañana y dijo tener «la sensación de que esta ocasión única en la vida no será desperdiciada».
La cumbre estuvo en vilo durante semanas después de que Trump la cancelara el 24 de mayo alegando la «abierta hostilidad» de Corea del Norte. Tras un mensaje conciliador de Pyongyang, Trump anunció un día más tarde que se mantenía en pie. Luego siguió una frenética actividad diplomática para resucitar el encuentro, que incluyó una visita a Washington del negociador norcoreano Kim Yong-chol, quien entregó una carta personal de Kim a Trump.
Sin embargo, aún persiste la incertidumbre acerca de qué forma tendrá la anunciada desnuclearización, ya que es de esperar que Pyongyang no quiera desmantelar su programa de misiles a la misma velocidad que desea EEUU. Se cree que el gobierno comunista tiene una cabeza nuclear en miniatura que puede ser adosada a misiles cuyo desarrollo está cada vez más cerca de lograr que alcancen EEUU. El gobierno de Trump, como el de sus predecesores, no aceptan esto y le exigen a Corea del Norte que inicie un proceso de desnuclearización completa y verificable. En estas últimas horas, la agencia de noticias estatal de Corea del Norte dijo que su líder y Trump discutirán un «mecanismo de paz permanente y duradero» en la Península de Corea, la desnuclearización de la región y otros temas de interés mutuo.
Télam y Reuters