Defensa Civil de la provincia de Río Negro informó en la noche del miércoles que había logrado rescatar “en perfecto estado de salud” a seis de las siete personas que habían quedado aisladas por la nieve en viviendas ubicadas en dos campos de la zona de Cona Niyeu, al sureste de la provincia de Río Negro.
Uno de los adultos atrapados pidió quedarse en el lugar, en la Meseta de Somuncura, cerca de la frontera con Chubut.
El operativo comenzó a media mañana del miércoles, pero la gran cantidad de nieve acumulada hacía imposible el avance de los rescatistas por tierra. Por eso se decidió la participación de un helicóptero que partió desde Trevelin e hizo una escala de reabastecimiento en Puerto Madryn para arribar luego a la zona del rescate, informó el diario Río Negro.
Orfilio Manquín (50), su esposa Verónica (42), su hija Camila (16), su hijo Pedro (14) y su sobrina Cintia (16), se encontraban alojados en un puesto en un campo de la zona.
Tras recatarlos a ellos, la aeronave se trasladó a un campo cercano en Laguna Silva, y allí rescató a Oscar Manquín (14); mientras que su padre, Antonio (45) pidió permanecer en el lugar. Luego de corroborar que se encontraba en buen estado de salud, los rescatistas accedieron al pedido, dice Río Negro.
El helicóptero llegó a zona segura entrada ya la noche del miércoles y se dio por concluido el operativo.
Todos los rescatados se encuentran en buen estado de salud.
Las siete personas estaban peligrosamente aisladas por un verdadero «océano de nieve» y temperaturas de hasta 20 grados bajo cero.
Los baqueanos estaban en los puestos desde hace aproximadamente una semana, cuando volvieron desde las pequeñas comunidades donde pasan parte de su año, para controlar el estado de sus casas y animales. Pero las últimas nevadas los habían dejado completamente cercados por bloques de nieve y escarcha.
La Línea Sur de Río Negro, tal como relató Clarín durante un recorrido hecho el año pasado, es un geografía de una belleza abismal que en invierno adquiere características únicas. Se han registrado allí temperaturas de hasta 35 grados bajo cero en localidades como Maquinchao. Durante la época de los temporales de viento blanco, la ruta es cubierta por una capa de barro y nieve que hace que los vehículos “naveguen” de un lado al otro. La visibilidad es nula.
Los baqueanos optan por transitar las huellas estoicos arriba de sus caballos, acompañados de sus fieles perros.
Clarín