Los inversores siguen escapando al riesgo argentino tras la convulsión que desató el escándalo de los cuadernos de las coimas, las dudas respecto a si el Gobierno logrará cumplir con el acuerdo del FMI y la incertidumbre acerca la magnitud de la recesión. El rendimiento de los bonos locales en dólares de largo plazo se disparó por encima del 9% ayer, muy por arriba de la tasa que pagan los títulos públicos del resto de los países de la región, mientras que el índice de riesgo país llegó a tocar su mayor marca en la era Macri, 620 puntos, para luego cerrar a niveles de fines de junio.
El Merval, en tanto, se hundió un 4% y perforó la barrera de los 27.000 puntos.
Entre las emisiones en dólares, el Bonar 2046 se hundió un 1,52% ayer en la Bolsa porteña y su tasa interna de retorno llegó al 9,9%, mientras que el bono internacional a 100 años (AC17) cayó un 0,61% y ya rinde un 9,6 por ciento.
La mala performance de los bonos locales llevó a que el riesgo país trepara un 2,87% ayer, hasta los 610 puntos, el mayor nivel desde el cierre de junio pasado. durante la jornada el índice que elabora JP Morgan había llegado a tocar un récord en tres años de 620 unidades.
Según explica Daniel Chodos, jefe de estrategia para bonos soberanos de Credit Suisse, una de las razones que viene desde hace un tiempo empujando a la baja la cotización de los títulos públicos locales es que «todo el mundo ya tiene muchos bonos argentinos y hay mucho riesgo por delante», por lo tanto, no se está viendo compra y cualquier venta genera variaciones grandes en los precios. A esto se suma que la deuda en general en Latinoamérica tampoco está teniendo una buena performance.
Pero puntualmente en los últimos días se sumó un nuevo driver para aumentar la incertidumbre sobre la deuda argentina y sobre el resto de los activos locales, que fue la aparición de los cuadernos escritos por el ex chofer de la mano derecha del ex ministro de Planificación Julio De Vido, en los que se revelaría una supuesta red de corrupción entre funcionarios kirchneristas y empresarios vinculados a la obra pública.
El mercado ahora teme que este escándalo en el que aparecen involucradas importantes compañías que operan en el país, y del que todavía se desconoce su alcance, pueda impactar en la actividad económica, reduciendo la inversión y el crecimiento, y esto a su vez le dificulte al Gobierno el cumplimiento de las metas fiscales acordadas con el FMI.
«Los rendimientos de los bonos están reflejando una recesión quizá más larga que la esperada anteriormente y esto incrementa la incertidumbre con vistas a las elecciones del próximo año», señaló Chodos.
Para Amilcar Collante, de Cesur, «hay muchas preguntas y pocas respuestas respecto a Argentina». El economista advierte que si el «cuadernogate» llega a tener una magnitud similar al Lavajato brasileño, podría ser un proceso muy largo, que frene mucho la economía, tal como ocurrió en el país vecino.
«No se sabe cuánto va a durar la recesión y cómo impactará en las cuentas fiscales», agregó Collante.
Además de los bonos, ayer fueron también duramente castigadas las acciones en la Bolsa porteña, con caídas en el panel líder de hasta 8,6 por ciento.
«Los inversores prefieren ver cómo se desarrolla la causa de los cuadernos desde afuera, minimizando el impacto por el riesgo reputacional que sufren las acciones principalmente», afirmó Nery Persichini, gerente de inversiones de GMA Capital.
BAE Negocios