El ex secretario de la Privada de la Gobernación tenía documentación sobre obras de Servicios Públicos. Brindó ayer una amplia declaración. Precisó cómo habría sido el mecanismo para cobrar retornos. El esquema sería muy similar al de la causa «Revelación».
Las supuestas coimas ya habrían sido incluidas en las licitaciones. Comprometió a más funcionarios y empresarios.
Dos horas y media estuvo ayer el ex secretario de la Privada de la Gobernación, Diego Luters, prestando declaración en la causa por presuntos sobreprecios en obras del Ministerio de Infraestructura y el área de Servicios Públicos de la Provincia. Lo hizo en calidad de testigo ante los fiscales Daniel Báez y Jorge Bugueño en Puerto Madryn, hasta donde fue trasladado con autorización del juez Sergio Piñeda, y contando con la asistencia de su abogado defensor, Lisandro Benítez.
«Fue una declaración abundante y precisa», confirmó a EL CHUBUT una fuente judicial que tuvo de primera mano detalles de lo declarado por Luters durante dos horas y media frente los fiscales de Puerto Madryn.
El ex funcionario no tenía vinculación con la causa por presuntos sobreprecios en Infraestructura y Servicios Públicos, pero cuando fue allanado el domicilio de sus padres en Trelew, se secuestró documentación, concretamente órdenes de pago, correspondientes a esas áreas del Estado Provincial. Según precisó otra fuente consultada por este diario, las órdenes eran por obras de energía.
Fue por esta circunstancia que los fiscales Báez y Bugueño solicitaron tomarle declaración como testigo, a lo que accedió el abogado defensor.
Intentaban determinar qué hacía Luters con documentación que nada tenía que ver con su función en Casa de Gobierno. Y se terminaron encontrando con «la declaración más contundente de la causa hasta el momento», pudo saber EL CHUBUT.
OTRA VEZ CORREA Y LOS EMPRESARIOS
Luters habría puesto en conocimiento de los fiscales los detalles del mecanismo para que algunos funcionarios se hagan con los retornos de obras también en Servicios Públicos. Habló de «la manera de recaudar la coima y la participación de personas que no han sido aún imputadas», incluyendo a un ex ministro provincial, afirmó una fuente judicial.
Incluso, el mecanismo relatado por el ex funcionario no difiere del que también se investiga en la causa «La Revelación» y la llamada «caja negra de la política».
Se desprende de la declaración del testigo, que Diego Correa, por entonces subsecretario de la Unidad Gobernador, primero reunía a un grupo minúsculo de empresarios, informaba de cuánto debían dejar de retorno, y esos responsables de empresas debían repartir a su vez la información al resto de las constructoras participantes. Además, Luters ratificó que Correa se habría hecho cargo de un sistema que antes conducía el ministro Coordinador, Víctor Cisterna.
«INCLUIAN LA COIMA EN LA OBRA PARA NO PERDER»
En principio, la causa por presuntos sobreprecios en Servicios Públicos apuntaba a cuatro obras puntuales, pero los datos aportados ayer por Luters alertan sobre varios trabajos más bajo sospecha.
Los fiscales se encontraron con una declaración inesperada por las precisiones brindadas por el ex funcionario ante la cantidad de obras, cómo era el mecanismo y la operatoria. A tal punto, que confirmó que «los empresarios sabían de este mecanismo en cada obra que encaraban. Incluso las proyectaban ya con sobreprecios; incluían la coima en el monto de la obra para no perder», reveló la misma fuente que accedió a la declaración testimonial.