Es de Nicolás Caputo. Una sobreactuación entre amigos: el Presidente abrió en Córdoba una planta eólica que no está terminada y que pertenece a su “hermano del alma”. Volvió a mostrar su buena sintonía con el gobernador Schiaretti. No invitaron al intendente kirchnerista y hubo protestas.
A su propio concepto del “crecimiento invisible”, el presidente Mauricio Macri le sumó ayer en Achiras la inauguración de una planta eólica inconclusa que no funciona, y que además es propiedad de su amigo Nicolás “Nicky” Caputo, quien ganó la licitación en noviembre de 2016. Un (muy) entusiasta Juan Schiaretti lo recibió en el aeropuerto de Las Higueras y lo acompañó en su recorrida. El gran ausente fue el dueño de casa: Jorge Otamendi, el intendente de la localidad, a quien ignoraron.
“Yo no fui invitado protocolarmente. Y tampoco hubiera ido porque sé que no es la inauguración”, declaró el funcionario ante los medios de prensa; aunque fue vox pópuli que no se lo invitó por ser kirchnerista. En una entrevista Otamendi no lo negó. Incluso contó que “hace unos días” recibió un llamado preguntándole por su signo político.
“Mirá, está furioso”, comentaba un periodista de Río Cuarto, que había tenido oportunidad de conversar con él. “Lo relegaron sólo por eso. Así que él salió a decir lo que sabe. Lo que por acá todos sabemos”.
¿Y qué es lo que se sabe? Que el gran amigo de Macri, “Nicky” Caputo en noviembre de 2016 ganó dos licitaciones del llamado Plan de Energías Renovables (RenovAr), para erigir dos parques eólicos: uno en el partido de Villarino, en provincia de Buenos Aires, y el otro en Achiras, en el sur cordobés. Lo hizo a través de CP Renovables S.A., subsidiaria de Central Puerto S.A, del Grupo SADESA, del cual es el principal accionista.
Según detalló la periodista Laura Manfredi, quien lo investigó para el sitio web “Nuestras Voces”, el Observatorio de la Energía, Tecnología e infraestructura para el desarrollo (OETEC), precisó que “pese a existir empresas nacionales que se dedican a la realización de aerogeneradores, la totalidad de las (47) turbinas necesarias para ambas plantas, serán importadas” y que “Acciona Nordex Windpower S.A. fue la elegida”. Manfredi señaló que “la empresa extranjera no sólo importará los elementos técnicos, sino que también estará a cargo de la operación y el mantenimiento de los parques eólicos”. La conclusión es clara: de la “licitación que realizó el Estado quedó en manos de un amigo, y los principales insumos y operatorias quedarán en manos extranjeras”. Del total de turbinas, 32 son para Buenos Aires y 15 para Achiras.
Optimismo recargado
Ya en Río Cuarto, y blindado por un cerco de seguridad de media cuadra para protegerlo de las protestas de estudiantes, desempleados y otros sectores sociales, Mauricio Macri y Juan Schiaretti le hablaron, cada cual a su turno, a los operarios de la productora energética Bio4. Unos “160 operarios”, según informó el gobernador cordobés.
“Estamos acá reforzando esta idea de la esperanza que circula”, declamó con el esfuerzo acostumbrado y con el dólar superando los 40 pesos a la hora de su discurso. Schiaretti lo apoyó en el optimismo cuando resaltó “la pulenta, el empuje y la vocación de inversión de nuestro hombre y mujer de campo”. Esta vez no bailaron, como en noviembre de 2016, pero fue notorio cómo intentaron darse ánimos el uno al otro.
De traje oscuro y camisa celeste sin corbata, Macri volvió sobre la auto victimización: “Estas son cosas que pasan a pesar de las enormes dificultades que enfrentamos. Nos hicimos cargo de setenta años de problemas estructurales, agravados por el gobierno anterior, pero podemos construir el país que merecemos” insistió; antes de concluir con aquello de “un progreso con dignidad, trabajo de calidad y con mucha energía”. El mismo guión que prometió en campaña y que su propio gobierno se ha encargado de socavar. También volvió sobre “la energía de Vaca Muerta que este año ya podremos exportar a Chile y después a todo el mundo”.
Sin autocrítica, se refugió en su aficción a lo climático “en el centro y en el sur tenemos vientos para los parques eólicos; en el norte tenemos el sol que te mata, pero que hoy, con energía solar vamos a hacer una revolución a partir de de … los parques solares… Además de lo que es la revolución del litio, en Catamarca, Salta y Jujuy” -explicó y se preguntó-. “¿Cómo no vamos a ser optimistas? ¿Cómo no vamos a creer que sí podemos?”.
Afuera, las protestas de trabajadores, jubilados y desempleados que están padeciendo la peor crisis en dieciocho años, arreciaban.
El Comodorense