La localidad está cumpliendo 74 años de vida institucional, que serán celebrados con un acto en la plaza Vicente Calderón con la presencia del gobernador Mariano Arcioni y el intendente Silvio Boudargham.
Las taguas y las hualas cantan fuerte, trayendo las primeras luces del amanecer. El lago está absolutamente planchado y la luna no termina de esconderse detrás del macizo imponente del cerro Tres Picos. Nace un nuevo día y por el camino rural no tarda en aparecer un paisano de a caballo, con su enorme sombrero, sus rodilleras y sus perros, arreando una tropa de vacas con rumbo a la veranada en los valles del río Tigre.
Es el paisaje típico de Cholila, donde el tiempo parece haberse detenido en los aires campesinos que se extienden hasta los parajes El Blanco, El Cajón y Lago Rivadavia. Sin embargo, pronto aparece el pueblo con sus anchas avenidas pavimentadas, edificios públicos modernos, barrios habitacionales modelo y un movimiento comercial envidiable.
Hoy la localidad está cumpliendo 74 años de vida institucional, que serán celebrados con un acto en la plaza Vicente Calderón con la presencia del gobernador Mariano Arcioni y el intendente Silvio Boudargham; desfile, asado popular, números artísticos y un atractivo festival internacional de MMA. También habrá inauguraciones de obras y firma de nuevos convenios.
“Este sábado prendemos el fuego para cocinar 5 vaquillas y homenajear a nuestros vecinos, pero ya estamos abocados de lleno a la Fiesta Nacional del Asado, acopiando leña y consiguiendo los animales”, adelantó el jefe comunal.
Con todo, la presencia humana en Cholila se remonta al menos 3.500 años, tal como lo reflejan las pinturas rupestres del cerro Pintado, paradero de la tribu de los chulilasken (del parentesco tehuelche “Chuwach A kuna”).
Según los relatos orales de los abuelos, los primeros pobladores estables (provenientes de Chile) se afincaron aquí en la última década del 1800. La arquitectura del pasado quedó impregnada en los almacenes de ramos generales, el molino harinero de la familia Cea, la vieja cervecería Anzó y la cabaña de los legendarios Butch Cassidy, Sundance Kid y Etta Place, quienes al llegar denominaron al lugar con el romántico nombre de “Flores amarillas”.
Los primeros pobladores de la colonia Cholila fueron Ventura Solís, David Orellana, Patricio Noruega, Sixto Gérez, Eduardo Colihueque, Telésforo Díaz, Agustín Zetman, Claudio Solís, José Sáez, Pilar Gérez, Agustín González, Alejandro Villagrán, el norteamericano Juan Comodoro Perry, el piemontés Juan Bonansea, el vasco Martín Acheritobehere y el maestro riojano Vicente Calderón, enviado para fundar la escuela 17 (aún en pie).
Tierra de aventureros, buscadores de oro y colonos que llegaron a principios del siglo XX, Cholila esconde una vieja historia que parece salida de una película de vaqueros: “El asesinato de Juan Bonansea, el 8 de marzo de 1908, cerca de Telsen; y el atentado contra Vicente Calderón, que casi le costó la vida, fue en represalia a esa gestión que pretendía la anulación de venta de las tierras a la compañía chilena Cochamó”, por parte de Florencio Martínez de Hoz, un terrateniente de la provincia de Buenos Aires que “había financiado la Campaña del Desierto del general Roca”. Fue finalmente el gobernador del Chubut, Julio Lezana, quien convenció a las autoridades para que esta parte del territorio siga perteneciendo a Argentina.
Fue este mismo mandatario quien llegó hasta la zona en el verano de 1904 y hasta bailó una zamba con Etta Place, sin sospechar jamás que la mujer pertenecía a la famosa banda de pistoleros norteamericanos. En el mismo viaje, Lezana fue hasta Ñorquinco y el lago Nahuel Huapi (Bariloche aún no existía) y tomó conciencia de las pretensiones chilenas de quedarse con toda la franja cordillerana.
La mejor carne
La fama lugareña de poseer “la mejor carne del mundo” se sustenta en la tradición ganadera de más de un siglo, en la calidad de sus animales y, sobre todo, en la excelencia de sus valles. Andando los caminos de su particular geografía van apareciendo los bosques de cipreses, lengas, ñires y lauras; lagos azules; transparentes ríos torrentosos; el blanco de los cordones nevados y los prados verdes donde pastan tranquilas las vacas en una policromía de colores sin par.
Anualmente, Cholila es sede de la Fiesta Nacional de Asado. La décima edición será los días 1, 2 y 3 de febrero de 2019, donde en “el fogón más caliente de América” (con más de cien metros de largo) se cocinarán 12 mil kilos de costillares de ternera, 500 corderos y 500 kilos de chorizos caseros.
El fuego “se encenderá el jueves por la noche y recién se apagará en la madrugada del lunes”. Está previsto que haya 320 asadores por turno, atendidos por un equipo de 130 personas, que terminarán consumiendo 500 metros cúbicos de “buena leña de la cordillera”.
Entre los principales números artísticos están confirmados Peteco Carabajal; Carlos Ramón Fernández; Leo Miranda; Ivotí y La Banda al Rojo Vivo.
Allí mismo, en el predio El Morro, lugareños y visitantes podrán disfrutar durante el fin de semana (con entrada gratuita) de pintorescos eventos como las populares carreras de caballos, jineteadas , cancha de taba y diferentes destrezas gauchas, que muestran la interrelación todavía viva entre el hombre y su ambiente rural.
Durante el resto del año, el famoso asado se puede degustar en varios restaurantes y parrillas de la zona. El secreto parece estar “en la calidad de los campos de cordillera, el pasto de sus mallines y las mejoras genéticas bovinas introducidas en los últimos años, que han potenciado a este sector productivo al punto de colocarlo como el principal proveedor de la región”.
Turismo en Cholila
El lugar es conocido mundialmente por la excelencia de la pesca en los 4 lagos de su jurisdicción (Mosquito, Lezana, Rivadavia y Cholila); sumando además al río Carrileufu con sus flotadas en busca del salmón encerrado. Aquí también se pueden hacer travesías en kayak, trekking por los cerros o cabalgatas de todo un día para conocer lugares recónditos como Los Laguitos, el cerro La Momia o el arroyo Turco.
Con todo, “no pude resistirme a ver la cabaña que había alojado a Butch Cassidy y su banda de asaltantes norteamericanos en el paraje El Blanco e imaginar por un rato que era parte de un western con rifle, caballo y sombrero del oeste”, reconoce Martín Oliveira, un turista brasilero fascinado por “esta tierra de pistoleros y leyendas, campesina e inolvidable”.
“Nos estamos posicionando como un destino del turismo aventura, tenemos mucho potencial para ofrecer”, asegura Javier Hawkes, quien además de ser uno de los prestadores de servicios fabrica una cerveza artesanal “excelente”.
La oferta incluye “un collar espectacular de lagos y ríos, que permiten todo tipo de actividades náuticas. Algunas están en pleno desarrollo, como el kayakismo y el stand up paddle. El lago Mosquito es un sitio incomparable para hacer windsurf, según los expertos”, graficó. “Haciendo base en Cholila, los visitantes pueden disfrutar tranquilamente durante 4/5 días de nuestros atractivos y jamás se van a aburrir”, aseguró.
La localidad, ubicada a 80 km al sur de El Bolsón, cuenta con disponibilidad de unas 300 camas distribuidas entre hosterías, cabañas y hospedajes, más los campings, y toda una infraestructura de servicios preparada para recibir al turismo. Se accede a través de la ruta nacional 40. Desde el norte, pasando Epuyén, tomar la ruta provincial 70, totalmente asfaltada. Desde Esquel, hay que desviar en Leleque o utilizar la carretera que atraviesa el
Parque Nacional Los Alerces
Otra propuesta irresistible al llegar a Cholila es “husmear las huellas dejadas por Butch Cassidy”. En el acceso norte está el bar/museo “La Legal” ubicado a pocos metros de la histórica cabaña donde residió el famoso pistolero norteamericano y su banda, base de sus asaltos a punta de revolver por medio país. El museo ocupa el salón del viejo almacén de ramos generales de la familia Daher, con sus estanterías y mostrador de principios del siglo XX, repletos de elementos de época utilizados por los colonos.
En el paraje El Blanco todavía está en pie la cabaña construida en 1901 por los famosos pistoleros norteamericanos Butch Cassidy y Sundance Kid, miembros de la renombrada Wild Bunch (banda salvaje) que asaltó trenes, bancos y comercios en EE.UU.
“Al trío seguramente les resultó atractiva la similitud del Lejano Oeste norteamericano con el Lejano Sur argentino, un territorio de pioneros, donde el brazo de la ley aún no había llegado. Toman el ferrocarril del Sud hasta Cipolletti y desde allí siguen camino a caballo. Al llegar a Cholila los sorprende la hermosura de este valle cordillerano, con pasturas que llegaban hasta las rodillas y excelente agua fresca proveniente de los lagos y ríos que nacen en las montañas cercanas”, según reconstruyó el historiador local Raúl Cea.
Aquí se convierten en honrados ganaderos y buenos vecinos…, hasta su precipitada huida en 1905, cuando los principales diarios de Buenos Aires publican su foto en policiales, como posibles autores del asalto al Banco Nación de Villa Mercedes, San Luis.
Hasta el parque
Las vacaciones en la Comarca Andina incluyen siempre un paseo hasta el Parque Nacional Los Alerces, atravesando los valles que conforman la caprichosa geografía de Cholila. En la villa Lago Rivadavia impacta el color turquesa del río Carrileufu, mezclado con los tonos canela de los primeros arrayanes, con profundidades increíbles por donde deambulan tranquilas las truchas arcoiris, salmón encerrado y fontinalis.
“Esto es el paraíso de la pesca con mosca”, destaca una pareja de australianos, caña en mano, en una flotada contratada a un guía local. En el paraje hay varios lodges que garantizan “buen nivel, tranquilidad y pique asegurado”.
Aguas arriba, el lago Cholila ofrece la alternativa “de ser un ambiente privilegiado hasta donde migraron los codiciados salmones encerrados”, principalmente en la desembocadura del río Tigre.
Aguas abajo, el río Carrileufu desemboca en el lago Rivadavia y desde allí se extiende toda la cuenca con la sucesión del río Rivadavia, lago Verde, río Arrayanes, lago Menéndez (donde se puede hacer la excursión lacustre hasta el Alerzal Milenario y el glaciar Torresillas) y lago Futalaufquen.
Jornada