Iban a tratar los vetos de Arcioni cuando se anunció que debían desalojar por una denuncia anónima. Hubo fuertes discusiones y acusaciones cruzadas. También se filtró en la disputa el proyecto para ampliar los permisos de pesca.
La anteúltima sesión del período ordinario de la Legislatura se debió suspender por un llamado alertando sobre una bomba en el edificio, lo que provocó el desalojo en medio de una gran polémica y descreimiento por parte de los diputados justicialistas.
Es que el alerta llegó al recinto minutos después que la oposición lograra los 18 votos necesarios para poder tratar en el recinto los vetos del Gobernador Arcioni a las leyes que tenían como objetivo evitar el desdoblamiento de las elecciones en Chubut. La intención de los legisladores era insistir con sus proyectos que fueron vetados por Arcioni y así dejar como fechas de los comicios los mismos días que los asignados en el calendario nacional.
En el medio de estas discusiones se metió otro tema en el debate: el tratamiento por parte de los diputados de un proyecto de los legisladores del bloque Convergencia, Di Filippo y Brúscoli, por el cual se amplían los permisos de pesca. Esta iniciativa provocó que se acercaran hasta Legislatura cerca de 150 trabajadores de la pesca de distintos gremios que los representan y también los empresarios del sector que se oponen a la misma.
Los trabajadores siguieron lo que ocurría en el recinto desde las veredas, arrojando bombas de estruendo hacia el edificio, lo que provocó el nerviosismo de varios de los diputados sobre su seguridad personal. Es por eso que se decidió cerrar las puertas y evitar que nadie ingresara al sector de gradas para visitantes.
Con la sola ausencia de los diputados Jerónimo García y Carlos Gómez, se dio inicio a la sesión y Blas Meza Evans pidió que se vote para poder tratar nuevamente e insistir con las leyes -aprobadas previamente y luego vetadas por el gobernador- sobre las fechas de las elecciones en Chubut, el pago a proveedores y el aumento al monto de la tarjeta social.
Esta decisión fue reprochada por el diputado de Chubut Somos Todos, Roddy Ingram, quien se preguntó “¿por qué se están cambiando los votos de esto? ¿Por otras cosas? La verdad que es un vergüenza, ¿qué tiene que ver la tarjeta social con un tema electoral? No tienen nada que ver, y se está mezclando todo”.
“¿Qué se negoció? O la pesca también tiene que ver con esto, o los permisos de pesca tienen que ver con esto. No se puede jugar así con las necesidades de la gente. Menos mal que hay prensa porque cerraron hasta las gradas para que no entre la gente, cuando esto es público y la gente que está afuera puede entrar. ¿O es por conveniencia para algunos? Hay que sacarse las máscaras de lo que está ocurriendo en esta Legislatura”, se enojó el diputado oficialista.
La moción del FPV se puso a consideración de los diputados y se tuvo que votar dos veces porque había dudas sobre la cantidad de votos afirmativos que habilitaban tratar las leyes sobre la fecha de elecciones. Finalmente fueron dieciocho los que acompañaron la iniciativa, sumando a los integrantes del bloque FPV (Javier Touriñan, Blas Meza Evans, Gabriela Dufour, Gustavo Fita, David González, Estela Hernández, Alejandra Marcilla, Viviana Navarro, Mario Mansilla y José Grazzini) y los integrantes del bloque Frente de Agrupaciones (Javier Cunha, Florencia Papaiani y Leandro Espinosa) además de Cambiemos (Manuel Pagliaroni, Eduardo Condey Jacqueline Caminoa) y del bloque Convergencia (Sergio Brúscoliy Alfredo Di Filippo).
Una vez habilitados los diputados para insistir con el tratamiento de los vetos, fueron notificados de la amenaza de bomba con el consecuente desalojo del edificio. Esto provocó una catarata de insultos, gritos y acusaciones cruzadas de los mismos diputados entre sí mientras abandonaban el recinto y se aglutinaban en los respectivos bloques porque, en un primer momento, nadie atinó a irse de la Legislatura. El jefe del Área de Operaciones Policiales, Crio Mayor Néstor Ángel Vargas, acordó con el presidente José Grazzini la salida de los empleados, diputados y visitantes del edificio. El legislador del FPV dijo que toda la situación le provocaba mucha preocupación ya que le dijeron que debían aplicar un protocolo ante la amenaza de bomba pero “en realidad no se sabe cómo evacuar la Cámara y no se sabe cómo dar seguridad”. Según le explicaron se recibió un llamado al 101 avisando de la bomba, aunque ya se había podido identificar el número del cual se llamó.
Momentos de tensión se vivieron a la salida del edificio cuando un grupo de trabajadores de la pesca enrolados en el STIA y que habían sido autorizados a ingresar al recinto, al momento de salir fueron atacados y golpeados por los enrolados en el SUPA, porque ambos gremios tenían posturas opuestas en torno al proyecto que autoriza sumar nuevos permisos de pesca.
Fuente: Jornada