La apatía e insensibilidad de los funcionarios. La falta de visión estratégica para la planificación provincial. La desidia y desinterés por parte de su planta política por temas como Trabajo, Salud, Desarrollo Social y Educación, hacen de este gobierno provincial comandado por Mariano Arcioni, una política de Desgobierno.
Esto se ve reflejado en los pasillos de Fontana 50 y de todos y cada uno de los organismos públicos provinciales.
Los trabajadores del Estado viven a diario la pelea intestina de los funcionarios medios que responden a uno que otro ministro. Discusiones, insultos, persecuciones y amenazas personales son moneda corriente en este Desgobierno provincial, que no sabe cómo llevar adelante una provincia en un estado de emergencia sin precedente en la provincia del Chubut.
Mientras tanto, la población Chubutense vive en una situación de indefensión. Con altos grados de desocupación que envenena la mesa familiar, en donde estalla la violencia doméstica y cotidiana. Sin políticas de contención social, con el mensaje claro del Desgobierno provincial que los invita al sálvese quien pueda.
Mientras por otro lado, se ofrecen dádivas a cambio de una obediencia debida que recuerda épocas nefastas de la política autóctona. Silenciadas por gacetillas de prensa y operaciones mediáticas amortizadas por todos los habitantes de Chubut.
Así está la organización de este Desgobierno Provincial, así son sus funcionarios. De esta manera cortoplacista y de época electoral piensan conducir los destinos de esta provincia.
Se puede observar que el pueblo chubutense ya no les cree, cuando se los convoca a lanzamientos de programas y propuestas gubernamentales. Van, los escuchan, les sigue el juego y vuelven a sus casas sabiendo ya que es una mentira.
Llegará el momento, el quiebre, cuando en uno de esos encuentros, el ciudadano les diga basta. No nos mientan más. Ya es suficiente. Entonces, ahí, justo en ese momento, comenzará a transformar la historia en la provincia del Chubut. Será el momento que el ciudadano chubutense comenzará a escribir su historia de grandeza y dignidad.
Periodista Rodolfo Masetti