¿Cuál es una de las mejores soluciones para combatir el hantavirus? Los gatos. Los detalles de este estudio realizado por investigadores de California.
En tiempos donde el Hantavirus generó la preocupación, se busca la manera de enfrentar a los roedores para que no aparezcan y si aparecen, para espantarlos.
¿Cuál es una de las mejores soluciones?: Los gatos. Es sabido que los ratones pueden detectar una sustancia en la saliva de los felinos que los hace huir.
Hace unos años atrás, más precisamente en 2010, un estudio afirmó que los gatos, las ratas y otros depredadores producen una sustancia química en la saliva con la cual aterrorizan a los ratones.
Así lo aseguraba por entonces el estudio hecho por los investigadores del Instituto Scripps de Investigación, en La Jolla, California, Estados Unidos. Descubrieron que cuando los ratones detectan este compuesto -que también se encuentra en la orina de las ratas- reaccionan con miedo.
Es un compuesto que se llama proteína urinaria mayor o Mup (en sus siglas en inglés) y actúa en las células de un órgano sensorial especial en los ratones, llamado órgano de Jacobson o vomeronasal.
En aquel entonces, los científicos explicaban en la revista especializada Cell que las Mup provocan una reacción de terror en el ratón. Demostraba así que los ratones, y quizás también otros mamíferos, habían evolucionado con receptores que son capaces de detectar señales químicas de otras especies.
Este órgano («vomeronasal») contiene neuronas que detectan las señales químicas y está conectado a zonas del cerebro involucradas con la memoria, las emociones y la liberación de hormonas. Es el mismo órgano que en muchos mamíferos puede detectar feromonas, los mensajeros químicos que comunican información entre individuos de la misma especie. Estas feromonas pueden tener un efecto directo en la conducta de los animales.
Sin embargo, en el estudio de 2010, los científicos descubrieron que en los ratones las neuronas del órgano vomeronasal también se ven estimuladas con las señales químicas que emiten sus depredadores.
Los ratones tienen un órgano especial que detecta señales químicas.
En los ratones estas proteínas provocan que el animal exhiba señales de miedo como quedarse «congelado» o mantenerse agachado junto al suelo mientras cuidadosamente olfatea e investiga los alrededores.
Por entonces, Lisa Stowers, quien dirigió el estudio, contaba que el hallazgo «tiene sentido, porque una vez que los animales lograron evolucionar un receptor para un tipo de proteína Mup, los genes subyacentes pueden permitirles evolucionar nuevos receptores capaces de detectar las proteínas que producen otros tipos de animales».
Y evolucionar con un receptor capaz de detectar las señales de sus depredadores les ayuda a evitar ser devorados.
La gran sorpresa de la profesora Stowers fueron los resultados de los experimentos en los cuales anularon los órganos vomeronasales de ratones y después los pusieron a interactuar con una rata anestesiada pero viva.
Al no poder detectar las proteínas Mup, los ratones, que no tenían experiencia previa de interactuar con ratas, no mostraron ninguna evidencia de miedo. Esto a pesar de que los animales podían ver a la rata frente a ellos.
La experta contaba que «uno de los ratones del experimento se acurrucó y se quedó dormido junto a la rata. Así que aún cuando estos ratones podían tocar a la rata y verla respirando, como no tenían el órgano vomeronasal no respondieron con miedo».
Diario 26