El salto de 6,3 puntos de pobreza entre fines de 2017 y 2018 se equipara al registrado entre el 2000 y el 2001. A excepción de 2002, cuando la pobreza trepó 22 puntos, no hubo otro período de aumento abrupto desde la caída de De la Rúa.
Que el 2018 quedará en la historia como uno de los peores años de la economía argentina no es novedad. Pero a medida que se comunican los datos oficiales de los distintos indicadores, el panorama que se revela es cada vez más preocupante.
Al repasar los valores de fines del 2000 y diciembre de 2001, cuando cayó el gobierno de la Alianza que llevó a Fernando de la Rúa a la presidencia en 1999, la pobreza había pasado del 28,9% en el 2000 al 35,4% en 2001. Es decir, creció 6,5 puntos porcentuales.
El valor es casi el mismo al registrado entre fines de 2017 y diciembre de 2018, que comunicó este jueves el Indec. La tasa de pobreza subió 6,3 puntos porcentuales. Salvo en 2002, cuando la Argentina salió de la convertibilidad y la pobreza trepó 22 puntos al llegar al 57,5%, desde entonces no hubo otro salto tan importante.
En 2003, siempre siguiendo los datos del Indec, la pobreza llegó a su pico más alto en la historia argentina: 61,1% de la población era pobre. Eso representó una suba de 3,6 puntos, es decir, la mitad de lo que aumentó en el último año.
Por otro lado, desde el Centro de Capacitación y Estudio del Trabajo y Desarrollo de la Universidad de San Martín advirtieron que «en el cuarto trimestre de 2018, el porcentaje de personas pobres es aún más elevado: alcanza al 36%». Este valor representa un crecimiento de 10 puntos porcentuales más que en el cuarto trimestre de 2017.
Si bien este dato no lo informa Indec, el Cetyd lo calculó con los datos sí publicados del porcentaje de pobres del tercer trimestre de 2018: fue de 28%. Con este número y conociendo el dato del segundo semestre, que es del 32%, se sacó el valor del cuarto trimestre «porque es el promedio simple del tercer y cuarto trimestre, y ahí llegamos al 36% de pobres en los últimos 4 meses del año pasado», explicó Diego Schleser.
«El trágico salto de la pobreza es el resultado de las políticas públicas implementadas que terminaron profundizando el deterioro de la situación social, sin lograr el objetivo planteado de estabilizar la principales variables macroeconómicas. Frente a la evidencia tangible que a principios de 2018 la economía ingresaba en una fase recesiva, el Gobierno en lugar de implementar el set habitual de políticas contra cíclicas puso en marcha un programa monetario de corte ortodoxo y un drástico ajuste fiscal», cuestionó Schleser.
El economista explicó que estas acciones afectaron aún más la actividad económica, lo que provocó una mayor contracción del nivel de empleo registrado y del poder adquisitivo de los trabajadores.
«La destrucción persistente de empleo de calidad (cayó en 9 de los 12 meses de 2018), el desplome de los ingresos laborales y del salario real (-12% para los asalariados registrados privados) y la absoluta ausencia de políticas laborales y sociales que permitan paliar la grave situación social, son los principales factores que explican el drástico crecimiento de la pobreza a fines de 2018», evaluó Schleser.
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