El funcionario fue detenido de forma preventiva el jueves pasado, acusado de corrupción, malversación de fondos y lavado de dinero en el marco de la Operación Lava Jato.
En una decisión que promete ser parte de una larga pulseada judicial, un juez de apelaciones de Río de Janeiro determinó este lunes la liberación del expresidente Michel Temer , que fue detenido de forma preventiva el jueves pasado, acusado de corrupción, malversación de fondos y lavado de dinero en el marco de la Operación Lava Jato.
La decisión partió del magistrado Antonio Iván Athié, del Tribunal Regional Federal de la 2ª región (TRF-2), que estaba a cargo del recurso de habeas corpus presentado por la defensa de Temer pocas horas después de su arresto. El TRF-2 había anunciado el viernes último que la corte recién evaluaría el pedido del exmandatario (2016-2018) el próximo miércoles, cuando todos los jueces el tribunal estuvieran presentes para que fuera un fallo colegiado, pero Athié se adelantó a esa instancia.
Se espera ahora que los fiscales del Ministerio Público Federal interpongan nuevas acciones para que Temer sea mantenido encarcelado en la Superintendencia de la Policía Federal en Río de Janeiro.
De 78 años y uno de los líderes del conservador Movimiento Democrático Brasileño (MDB), Temer había sido detenido en San Pablo junto a otras nueve personas sospechosas de formar parte de una «organización criminal» que según los fiscales movilizó 1800 millones de reales (US$ 474 millones) en los últimos años al obtener sobornos de empresarios que buscaban garantizarse obras públicas y al desviar fondos públicos hacia ellos y su partido. La acusación principal contra Temer está relacionada con la presunta recepción de una coima de millón de reales (US$ 263.000) a cambio de garantizarle a la compañía Engevix un contrato en la construcción de la usina nuclear Angra 3, en el estado de Río de Janeiro.
Como parte de un acuerdo de delación premiada con la Justicia, uno de los socios de Engevix, José Antunes Sobrinho, reconoció que había pagado tal soborno. El exoperador del MDB Lucio Funaro también admitió haber participado en las negociaciones para ese pago ilícito.
Entre los arrestados la semana pasada con Temer se incluía su exministro de Minas y Energía Wellington Moreira Franco, exjefe de la Secretaría General de la Presidencia y exgobernador del estado de Río de Janeiro. Según confirmó el TRF-2, la decisión del juez Athié beneficiaría igualmente a Moreira Franco y a otras cinco personas.
Las detenciones provocaron una fuerte turbulencia en el mundo político brasileño y generaron malestar en el Congreso, donde el MDB tiene gran influencia en las negociaciones con los otros partidos. El presidente Jair Bolsonaro, quien siempre mantuvo una distancia con Temer, apuntó que si arresto se debía a los oscuros arreglos políticos que su antecesor llevó adelante para asegurarse la gobernabilidad. Sus declaraciones cayeron muy mal en el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia (Demócratas, DEM), yerno de Moreira Franco, que era considerado uno de los principales defensores en el Parlamento del ambicioso proyecto de reforma previsional que impulsa el gobierno de Bolsonaro.
Desde entonces, Maia ha criticado con dureza la gestión de Bolsonaro -dijo que debería prestar más atención a la construcción de una base legislativa que a sus redes sociales- y amenazó con dejar la articulación parlamentaria a favor de la propuesta oficialista para la alteración del sistema de jubilaciones y pensiones. La reforma previsional es vista por los mercados como fundamental para frenar el creciente déficit en Brasil y para que la economía vuelva a crecer con fuerza.
Debido a la nueva incertidumbre política, la semana pasada la Bolsa de San Pablo se desplomó y el dólar, que había estado cayendo en su relación con el real, aumentó su cotización.
LaNación