El impacto se produjo a 25 kilómetros de la superficie terrestre, en una zona remota de Rusia.
Una gran bola de fuego explotó en la atmósfera a la altura del mar de Bering, frente a la península rusa de Kamchatka. Se trata del segundo fenómeno más grande de su tipo en 30 años, y el más grande desde la lluvia de meteoritos que cayó sobre Chelyabinsk en Rusia hace seis años.
El hecho ocurrió en diciembre, pero fue dado a conocer este lunes por la NASA ya que pasó desapercibido por su lejana ubicación. Lindley Johnson, oficial de defensa planetaria de la agencia del gobierno estadounidense, indicó que un meteorito de ese tamaño solo se espera dos o tres veces cada 100 años.
Sin ser detectado previamente, el 18 de diciembre, el asteroide recorrió alrededor del mediodía la atmósfera a una velocidad de 32 kilómetros por segundo, en una trayectoria pronunciada de siete grados. Con varios metros de tamaño, la roca espacial explotó a 25.600 metros de altura sobre la superficie de la Tierra, con una energía de impacto de 173 kilotones.
«Eso fue un 40% de la energía de Chelyabinsk, pero fue sobre el mar de Bering, por lo que no tuvo el mismo tipo de efecto ni apareció en las noticias», dijo Kelly Fast, gerente del programa de observaciones de objetos cercanos a la Tierra en la NASA. «Esa es otra cosa que tenemos en nuestra defensa, hay mucha agua en el planeta», señaló.
En diálogo con BBC News, el oficial de la NASA informó que la bola de fuego llegó en un área no muy lejos de las rutas utilizadas por los aviones comerciales que vuelan entre América del Norte y Asia. Por este motivo, los investigadores verificaron con las aerolíneas para ver si lograron presenciar el evento.
A pesar de que no llegó a impactar contra el mar, los expertos de la NASA estimaron que la explosión fue diez veces superior a la que descargó la bomba atómica lanzada en Hiroshima por Estados Unidos.
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