La senadora Cristina Kirchner derrotaría con amplitud, en las elecciones del 27 de octubre y en el balotaje, a Mauricio Macri, quien además caería en la segunda vuelta con los otros referentes de la oposición.
El sondeo realizado por la consultora Analía de Franco analizó diversos escenarios para las elecciones presidenciales y posibles definiciones «mano a mano» en un balotaje, donde Macri siempre sale perdedor.
Para la primera vuelta se presentaron dos panoramas: uno con CFK como candidata y otro con sin ella, pero siempre con Macri como figura del oficialismo.
En el panorama que la incluye, Cristina reúne el 35,4% de la intención de voto y Macri el 27,2, seguidos de lejos por Sergio Massa (11.2%), Roberto Lavagna (9.4%) y Juan Manuel Urtubey (5.4%). Si se interpreta que estos tres últimos políticos son parte de la misma fuerza, Alternativa Federal alcanzaría un 26%, muy cerca de relegar al Presidente al tercer puesto.
En tanto, el escenario sin la líder de Unidad Ciudadana modifica bastante la relación de fuerzas:mientras Macri conseguiría el 24.9%, Massa y Lavagna se ubicarían por encima del 14%, para luego aparecer Agustín Rossi con un 31,8%.
En este planteo, si se suman los votos de Juan Manuel Urtubey, Alternativa Federal lograría el 31.8%. Mientras que si al porcentaje de Rossi se agrega un 8% de Daniel Scioli, el total de Unidad Ciudadana treparía al 23.2%.
Pero la peor noticia para Macri es su desempeño en los posibles escenarios de segunda vuelta electoral. Si se lo compara con Kirchner, la senadora reúne un 43.1% contra el 33.6 del referente de Cambiemos, no obstante, la distancia se amplía si se contempla que el 20% que reúne a votos impugnados, en blanco y no realizados no se toma en cuenta a la hora de establecer el resultado final.
De forma similar, Macri cae ante Massa, quien alcanza el 41.2% de la intención de voto frente al 30% del Presidente. El margen de votos nulos y no realizados es del 23.7% en este caso.
En caso de que la definición sea ante Roberto Lavagna, el jefe de Estado crece al 31.9%, pero el economista llega al 40.9%. Aquí existe un margen de 20.2% que no se contabilizaría a la hora de los resultados electorales.