La empresa Edding decidió dejar de fabricar sus marcadores en la planta que tenía en la provincia de San Juan y comenzar a importar los productos desde Alemania.
A raíz de esta decisión y del cierre de la planta, todos los trabajadores fueron despedidos. La decisión fue tomada por el desplome de ventas debido a la caída de la demanda en los últimos cuatro años: la baja en la comercialización alcanzó el 50%.
Hace dos años que la planta operaba al 25% de su capacidad y eso generó un nivel de pérdida que llevó a la empresa alemana a cerrar.
La planta ubicada en San Juan se inauguró en el 2000 como parte de un plan de expansión que llevó a la apertura de polos de producción también en Italia y Grecia, y un año más tarde en Francia y Turquía.
La fábrica, que había abierto en 2000 y había incrementado su producción en 2007, en un contexto de crecimiento del mercado interno, llegó a contar en su momento con más de 60 trabajadores y a producir más de 40 millones de marcadores al año y 240.000 unidades de pizarras.
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