El sorbete dejará de existir en la ciudad de Buenos Aires. A partir de este miércoles, hoteles, restaurantes y boliches porteños, entre otros comercios, ya no ofrecerán las bombillas plásticas a sus clientes, como parte de una iniciativa para reducir la contaminación. “Este es un paso más hacia la reducción de plásticos de un solo uso que le hacen un daño enorme al ambiente”, explicaron desde el gobierno porteño, al confirmar la restricción.
Esta primera medida prevé que no se pueda “ofrecer o colocar sorbetes plásticos de un solo uso a la vista del cliente” durante los próximos seis meses, mientras que a partir de entonces quedará expresamente prohibida su utilización, entrega o venta por parte de hoteles de cuatro y cinco estrellas, shoppings, galerías y centros comerciales a cielo abierto, locales que posean una concurrencia de más de 300 personas por evento, entre otros comercios. Solamente en la ciudad, los sorbetes generan dos toneladas de basura por mes.
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