Se llevaron una caja de seguridad con 3.000 pesos en su interior. Los delincuentes se tomaron todo el fin de semana para cortar la luz (presuntamente el sábado) y aguardar que se agoten las baterías de la alarma de la dependencia y así ingresar sin riesgo que los descubran.
Según relató el propio juez de faltas, Juan Colihueque a Radio 3 el lunes a las 7:20 cuando ingresó el personal a trabajar «detectó en primer lugar que no había luz en el edificio y que al revisar las instalaciones interiores estaba todo normal hasta que encontraron que en un patio interno estaba cortada la luz con la llave de corte baja».
El funcionario explicó que entraron por una ventana, forzando los seguros sin romperla se quebró el pestillo «sustrajeron una caja de seguridad atornillada a una pared, se alumbraron prendiendo algún papel, se llevaron la caja y en el interior se encontraba la suma de 3.000 pesos que es la caja chica que se deja diariamente a los fines de cambio».
Colihueque reflexionó que «vale mas la caja que lo que contenía en su interior» de acuerdo a lo que le manifestó la señora que hace limpieza los sábados por la tarde, la luz ya se encontraba cortada por entonces y evidentemente «no salto la alarma porque al cortarse la luz empieza a funcionar la batería que dura 24 horas».