Fue el hombre de confianza en el Senado de Menem, Duhalde y los Kirchner. De la xenofobia a el rey de los «dadores de gobernabilidad».
Miguel Angel Picheto cumplirá 69 años tres días antes de las presidenciales del 27 de ocubre. Aunque nació en Banfield, durante la dictadura se radicó en Río Negro, donde puso un estudio jurídico.
Su carrera política fue, hasta hoy, siempre bajo el sello del PJ. Comenzó como concejal en 1983 hasta llegar en 1993 a convertirse en diputado nacional por su provincia. Desde allí fue uno de los más recordados defensores de las políticas del menemismo. Desde las privatizaciones a las reformas laborales y los acuerdos con el Fondo Monetario. Ocupó la Cámara de Diputados hasta 2001. Era uno de los que escuchaba por las ventanas en “que se vayan todos”.
En ese momento abandonaría a Menem para sumarse al duhaldismo, que venía a “poner orden” y devaluar. El peronismo iba a ser quien terminara de descargar la crisis sobre el pueblo trabajador y Pichetto se convirtió el 30 de diciembre de 2002 en el presidente del bloque Justicialista de la Cámara de Senadores de la Nación.
Desde hace 17 años ocupa esa banca y en todo este tiempo fue el referente del peronismo en la cámara alta. Con Duhalde, con Néstor Kirchner y con Cristina Fernández. Con la presidenta tuvo una gran lealtad. Por eso la decisión de Cristina de apoyar a Carlos Soria para la gobernación de Río Negro fue un dolor para Miguel Ángel. Él había puesto toda su experiencia en la rosca política y se sentía defraudado. Igual siguió siendo parte del espacio, aunque comenzó a construir su perfil.
Cuando Perfil le preguntó en una entrevista cuáles fueron los mejores gobiernos a su parecer, dijo sin dudar: “El primer Menem y el gobierno de Néstor Kirchner”.
En los últimos años se ha convertido, como presidente del bloque del “PJ Federal”, en un importante colaborador del gobierno de Macri y sus políticos. Acompañó proyectos como el pago voluntario de 9.300 millones de dólares a los fondos buitre, la reforma previsional llevada a cabo en 2017 en medio de la represión, así como la aprobación del Presupuesto 2019 redactado por el FMI. El ministro del interior, Rogelio Frigerio, destacó “el rol fundamental» de Pichetto para la aprobación de más de 180 leyes que necesitaba el gobierno de Cambiemos.
En los últimos años, además de ese apoyo a las políticas macristas, se ha destacado también por todo tipo de comentarios xenófobos y derechistas.
En varios casos relacionó la inmigración de los países limítrofes con la delincuencia y habló “de toda esta resaca donde no tenemos control migratorio”. A tal punto llegó el flamante vice que el dirigente neonazi Alejandro Biondini dijo sentirse «un moderado» frente a esas expresiones. Pichetto llegó a impulsar el juicio político para una jueza que liberó al migrante colombiano que robó un celular.
Luego dijo que “está lleno de senegaleses” pero “ninguno en actividad lícita” y más tarde pidió que sean deportados quienes fueran detenidos manifestándose y pertenecieran a otros países. Además pidió que le cobren a los extranjeros en los hospitales públicos.
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«No me importa que me digan xenófobo» dijo entonces. Quedaba claro.
Mientras competía con Patricia Bullrich para ver quién era más derechista, Pichetto siguió apoyando las medidas del gobierno en el Parlamento y a intentar poner en pie una variante del “peronismo responsable” como lo llamó. Como si todo el peronismo no haya sido responsable ante el ajuste del macrismo.
Alternativa Federal surgió como una alianza entre los gobernadores Juan Manuel Urtubey y Juan Schiaretti, el diputado Sergio Massa y el senador Pichetto. Coincidían en ser peronistas y de buena relación con Macri. También en el apoyo a la injerencia imperialista en Venezuela.
Pero la “alternativa” no prosperó. El acercamiento de Massa al kirchnerismo y el anuncio de Macri terminan de sepultar el efímero experimento.
Hace pocos días, ante la crisis de su proyecto, Pichetto acudió a una frase que define todo su pragmatismo: “En política se hace lo que se puede”. Mientras se preparaba para lo que nos entreramos hoy. Era el primero en reivindicar la propuesta de Macri de llamar al consenso con 10 puntos que no eran más que un pacto de coloniaje con el FMI.
Quizás el único que vio venir la jugada fue uno de sus “padres políticos”. Este año, en la presentación de sus memorias, Carlos Menem dijo: “lo aliento al querido amigo y hermano, senador Pichetto, a que no afloje, siga y continúe porque va a seguir triunfando. Y si él se lo mete en el alma, va a llegar a la Presidencia de la Nación. No tengo ninguna duda”.
Le pegó cerca.
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