Más de 2.900 casos de leucemia se diagnostican cada año en la Argentina, cifra que equivale a un promedio de ocho casos por día, por lo que la Fundación para combatir la Leucemia (Fundaleu) pidió hoy a la comunidad que esté «atenta a los síntomas», ya que «cada vez es más posible controlar la enfermedad, incluso suspendiendo el tratamiento».
«Gracias a los avances científicos y al mejor conocimiento sobre estas enfermedades, hoy contamos con tratamientos altamente efectivos tanto para las leucemias crónicas como para las agudas», afirmó a Télam Miguel Pavlovsky, director médico y científico de Fundaleu.
«Estamos ante un verdadero cambio de paradigma que comenzó hace unos 20 años, que consiste en reemplazar la quimioterapia por terapias dirigidas que brindan mejores resultados y permiten que los pacientes vivan más y mejor», destacó.
El especialista señaló que como aún se desconocen las causas que originan las leucemias, se ignora si existen modos de prevenirlas, aunque «se puede prestar atención a algunos síntomas para detectarlas a tiempo».
«Si bien no son exclusivos de las leucemias, y varían según el tipo y estadio de la enfermedad, algunos signos de alerta son fiebre, escalofríos, sudoración nocturna, debilidad, fatiga, sangrado o inflamación de encías, palidez, pérdida involuntaria de peso, aparición de hematomas y dolor óseo», detalló Pavlovsky.
Según datos del Instituto Nacional del Cáncer y Fundaleu, se diagnostican más de 2.900 casos de leucemias al año en el país, es decir unos ocho por día, que pueden detectarse con un análisis de sangre de rutina ya que un hemograma completo muestra si hay niveles anormales de glóbulos rojos, blancos y plaquetas.
La leucemia es el cáncer de los tejidos de la sangre, incluida la médula ósea.
Puede dividirse en dos grandes grupos: agudas, que avanzan rápidamente y son de aparición brusca; y crónicas, que crecen más lento y suelen presentarse con mayor frecuencia en adultos que en niños.
«El tratamiento de las leucemias agudas requiere internaciones prolongadas en centros de alta complejidad que cuenten con personal especializado para realizar un diagnóstico certero, determinar la terapia más conveniente y manejar adecuadamente las complicaciones asociadas, lo que se conoce como tratamiento de soporte, un pilar muy importante para obtener resultados exitosos», destacó en diálogo con esta agencia Isolda Fernández, jefa del Servicio de Hematología de Fundaleu e integrante de la Subcomisión de Leucemias Agudas de la Sociedad Argentina de Hematología.
En tanto, ante una leucemia crónica «el objetivo terapéutico -en la actualidad- es lograr respuestas completas, duraderas y con baja incidencia de efectos adversos», agregó Pavlovsky.
«Eso puede lograrse con terapias dirigidas, que conducen cada vez más hacia el control definitivo de la enfermedad y logran inclusive la suspensión del tratamiento, como está sucediendo con determinadas leucemias crónicas gracias a medicaciones que están disponibles en nuestro país», destacó el especialista.
Y completó: «La adecuada adherencia al tratamiento por parte del paciente es muy importante, porque el cumplimento es una de las claves para lograr la eficacia buscada».