Gustavo Huenelaf tiene una historia muy particular. Nació en El Bolsón, donde hizo sus estudios primarios en la escuela 140 y cursó el secundario en el CEM 10, donde llegó hasta tercer año.
Vivió la mayor parte de su niñez y adolescencia junto a su abuela Lina López, con quien salía por los barrios a vender chicha, ñaco y mote. Durante el verano, caminaba hasta las chacras para trabajar en la cosecha de frambuesas y frutillas, asi lo detallo el Diario Jornada.
A los 16 años, una compañera del colegio le mostró unos folletos de la Armada Argentina, donde le llamaron la atención los barcos y los aviones y la posibilidad de ganar un sueldo de $ 400 por mes. Era el año 1995, cuando con solo 16 años decidió partir del sur e ingresar en la fuerza militar, algo que le cambiaría la vida para siempre.
Trabajando en Buenos Aires pudo finalizar sus estudios secundarios y comenzar la carrera de Contador Público en la UBA. En el año 2009, después de haber obtenido su título, tomó la decisión de renunciar a la Armada Argentina para viajar, tener una experiencia internacional y mejorar su inglés. Llegó a Irlanda, donde pudo ejercer su profesión en diferentes empresas reconocidas a nivel internacional, como Microsoft y Pfizer, por nombrar algunas.
Su historia está marcada por el esfuerzo y signada por la convicción de superación. En Europa continuó perfeccionándose hasta llegar a Hult, en la ciudad de Londres, para realizar un Máster en Negocios. Fue en ese lugar donde descubrió su pasión por el emprendimiento.
Luego de vivir varios años entre Irlanda y Bélgica, decidió radicarse en Suiza, donde actualmente se desempeña como director de tesorería de una empresa, y donde decidió crear Big Blue People, que comenzó a desarrollar en 2017.
Se trata de un proyecto “joven y ambicioso”, basado en una aplicación para teléfonos celulares como generador de un espacio equitativo en economías vulnerables. En detalle, dicha aplicación permite conectar a profesionales de los oficios del mundo, como por ejemplo electricistas, masajistas, paseadores de perros, enfermeros o plomeros con gente que tiene la necesidad de contratar esos servicios.
Hace unos días hizo el lanzamiento de esta App en Argentina y próximamente será en Brasil y Colombia. “Tiene como objetivo ser una herramienta para que las personas den a conocer y ofrezcan sus servicios, para así aumentar su cartera de clientes, adquirir nuevas experiencias a lo largo de su desarrollo y lograr que la plataforma llegue a ser líder en el mercado”, anticipa junto a sus socios Maximiliano Comte y Jeremías Inalef. Según estos dos emprendedores, encontraron en Teamworks un “lugar cómodo, con una excelente ubicación estratégica y muy buena atención”. Destacan y valoran “las buenas relaciones laborales y personales” dentro de este espacio.
Gustavo Huenelaf vio en esta propuesta la “posibilidad de una transformación positiva en la sociedad”. “Empoderar a la gente”, es algo que le apasiona, además de crear fuentes y oportunidades de trabajo, simplemente, eso lo hace feliz.
Actualmente, el compromiso de “seguir ayudando a crecer a todas las personas” está presente en su proyecto. Por eso, un porcentaje de las ganancias de Big Blue People son destinadas a una ONG que ayuda a estudiantes universitarios “a que tengan alojamiento y materiales para que puedan estudiar”.
Ayer, en dialogo con Ángel Morales (FM Piltri), Gustavo Huenelaf reconoció que “cuento las horas para que llegue diciembre y poder volver a El Bolsón, donde tengo mis afectos y mi familia. Me encanta pasar las fiestas con ellos e ir al lago”.
Además recordó la época en que “con mi mamá y mi abuela hacíamos empanadas de noche y al día siguiente las vendíamos en la feria para tener un peso. Con mis hermanos también íbamos a las chacras a cosechar y esperábamos los sábados para cobrar y tener un ingreso extra”.
En la actualidad, sobre la casa paterna de la calle Pueyrredón “hicimos un mural con la foto de mi abuela para tenerla siempre presente (falleció cuando yo estaba en Bélgica), porque ha jugado un rol muy importante en mi vida. Tuvo siete hijos y muchos nietos, a los que siempre alentó”, remarcó.