Un trabajador petrolero fue declarado penalmente responsable del femicidio de su esposa, a quien en febrero de 2018 golpeó, estranguló y prendió fuego en su casa de Comodoro, porque sospechaba que la mujer, de la que se había separado, tenía una nueva relación.
El sujeto, de 41 años, fue sometido a juicio por el asesinato de María Soledad Arrieta (38), el cual intentó hacer pasar por un homicidio en ocasión de robo, versión que ahora quedó descartada.
El Ministerio Público Fiscal (MPF) informó que el tribunal de debate presidido por Martín Cosmaro e integrado por los jueces Mariel Suárez y Jorge Novarino lo declaró culpable del delito de «homicidio doblemente agravado por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer, mediando violencia de género», que prevé la prisión perpetua.
Tras dar a conocer su veredicto unánime, el tribunal fijó una nueva audiencia para las 9 del 18 de septiembre próximo para la imposición de la pena.
Según el informe judicial, el tribunal tomó en cuenta como indicios en contra del imputado que se hallaron sus huellas en la lata de «Thiner» con la que prendieron fuego a la víctima y su ADN en una colilla de cigarrillo encontrada en el quincho donde yacía el cadáver de la mujer.
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos que el tribunal dio por probado, la noche del crimen el ahora condenado sabía que Arrieta estaba sola en el quincho de la casa y que sus hijos estaban en la plaza, por lo que fue hasta ese sector del inmueble, la atacó a golpes y estranguló, la colocó sobre la cama, la roció con Thiner y la prendió fuego.
«Luego vuelve a la plaza y al regresar con sus hijos a la casa simula una situación de robo», señaló el MPF y agregó que la autopsia reveló que la mujer no murió por los golpes ni la compresión extrínseca del cuello sino «quemadura extensa (81% del cuerpo) y de vías aéreas».
El hecho ocurrió el 5 de febrero de 2018, entre la 1.30 y las 2.02, en una vivienda situada en la calle Juan Manuel de Rosas al 3600, del barrio Abel Amaya de Comodoro Rivadavia, en el sudeste de Chubut.
Según la investigación, a raíz de la reciente separación del matrimonio, la mujer ocupaba el quincho de la parte trasera del inmueble mientras que condenado, un maquinista del rubro petrolero, residía en la casa ubicada en la parte delantera del mismo predio.