Patagonia Sin Tacc es una fábrica de alimentos que está ubicada en Reconquista 526; realizan todo tipo de alimentos como pastas, pizzas, empanadas, panes, y cositas dulces como galletitas, scones y budines. Es la única cocina provincial registrada, es distribuidora de la ciudad y la zona, y brinda servicio con precios promocionales a las escuelas que necesitan este tipo de alimentos para alumnos celíacos.
Alejandra Gómez es su propietaria y atiende la fábrica junto a su esposo Héctor Braggio, su hijo Oscar, recibiendo ayuda en la cocina de Inés.
“Hace un año y medio que soy la nueva dueña de Patagonia Sin Tacc, que es una fábrica donde se elaboran productos para personas celíacas. Todo este tiempo hemos trabajado muy duro todos los días sin descanso y estamos logrando poder levantarla y recuperar los clientes” relató.
“Nosotros elaboramos, tenemos venta al público en el local y lo más importante de todo es que somos la única cocina registrada provincial; mis productos tienen registro nacional así que yo puedo hacer envíos a cualquier punto del país con lo cual Patagonia Sin Tacc representa indudablemente a la Patagonia. Nosotros proveemos a los restaurantes, a los paradores, trabajamos con las escuelitas porque hay niños celíacos y nos compran las galletitas para poder ofrecer con la leche. También nos piden nuestros productos de más al Sur, me refiero a puntos como Caleta Olivia, Rada Tilly, Comodoro Rivadavia” detalló.
DE TODO Y A BUEN PRECIO
En cuanto a los productos que elaboran, destacó que “tenemos de todo; hacemos pastas como ravioles de jamón y queso, sorrentinos de espinaca y ricota, ñoquis clásicos, ñoquis de espinaca, pizzas y pizzetas, de tomate y de cebolla, empanadas de distintos sabores, de carne, pollo; después la parte dulce como budines de distintos sabores, pastas frolas, galletitas, scones, pepas”. Y en cuanto a los precios, mencionó que “si bien las harinas sin Tacc son más caras que las harinas de trigo, nosotros venimos manteniendo los precios, hemos congelado los precios desde el mes de mayo”.
“Estamos muy contentos porque muy despacito vamos logrando el objetivo y estamos agradecidos con los clientes. Yo me tuve que capacitar intensamente para poder adquirir conocimientos con respecto a la enfermedad y todo lo que implica contaminación cruzada y cosas delicadas” remarcó Alejandra.
EL TRANSPORTE: UNA NECESIDAD
Pero para que el negocio funcione correctamente, una necesidad que es imperiosa para Alejandra es el transporte. “Lamentablemente, por la crisis provincial que estamos viviendo aún no logramos, a un año de estar trabajando, poder tener un utilitario para poder transportar la mercadería; esa es la necesidad imperiosa que estamos teniendo porque esto se trata de abastecer a gente que lo necesita, ya pasa por la parte humana abastecer a esa gente que lo necesita, por enfermedad”, así lo informó El chubut.