En los últimos días, la mayor necesidad de liquidez de los bancos los llevó a no renovar parte de las Leliqs que tenían en cartera, obligando al Banco Central a emitir más pesos. Así, desde el miércoles de la semana pasada, el organismo monetario debió imprimir cerca de 366.000 millones de pesos, y el stock de letras perforó el billón de pesos, hasta ubicarse en $963.485 millones.
Esta fuerte emisión de pesos, en medio de una semana agitada en la City porteña, hizo que el BCRA no pueda cumplir con su meta de crecimiento cero de la base monetaria, uno de los compromisos que le había impuesto el Fondo Monetario Internacional. En el mercado, de todos modos, advierten sobre el riesgo de que esos pesos pueden canalizarse al dólar.
El presidente del BCRA, Guido Sandleris, reconoció que la entidad privilegió aportarle liquidez a los bancos, aunque eso implique emitir billetes en medio de la restricción y hasta no cumplir con la meta de agregados monetarios.
«La volatilidad observada hizo que que los bancos mantuvieran durante agosto niveles de liquidez muy altos, muy superiores a lo habitual y a lo proyectado», explicó el titular de la entidad en la última conferencia de prensa, y agregó: «Nos pareció que era importante que eso suceda incluso fuera de la meta».
Para el analista financiero Christian Buteler «es lógico que frente a esta crisis los bancos se hagan de liquidez para abastecer la demanda que puedan llegar a tener por parte de sus clientes».
«Una de las opciones que puede explicar hacia dónde van esos pesos es a la compra de dólares», advierte.
La sangría de los depósitos en dólares
Desde las PASO comenzó a registrarse un retiro de depósitos en dólares de los bancos, una tendencia que se acentuó el jueves pasado, cuando el canje de Letes trabó la operatoria de los Fondos Comunes de Inversión.
Así, según los últimos datos del Central, al 29 de agosto el stock de depósitos en billetes verdes del sector privado se ubicaba en u$s27.764 millones, una baja de 15,5% respecto a los u$s32.499 millones en que se ubicaban el viernes 9 de agosto, previo a las PASO. Esos u$s4.735 millones que se fueron en 13 días hábiles reflejan una sangría promedio de u$s364 millones por día, mientras que el jueves fue de u$s801 millones.
Si bien todavía no hay datos del viernes, en la city coinciden en que el retiro de depósitos fue mayor incluso a la del día previo. Por un lado, porque esa jornada las reservas registraron una caída de casi u$s1.950 millones y gran parte habría sido por el impacto de la baja de depósitos.
Por otro lado, por lo que aportaron ejecutivos de distintas entidades públicas y privadas, quienes tuvieron que extender horarios y hasta poner un cupo al retiro de dólares por persona debido a la gran cantidad de clientes que fueron a buscar sus depósitos.
Fabio Rodriguez, director de la consultora M&R Asociados, coincide que esta situación de crisis de confianza empezó por el billete verde pero advierte que «contagió un poco al demanda de pesos, y los bancos empezaron a hacerse de más liquidez por el retiro de depósitos».
Además, agrega, por el problema con la industria de FCI, el Gobierno «llegó a tomar medidas sobre la marcha como la posibilidad de rescates de plazos fijo y darle liquidez a ciertos instrumentos».
Amilcar Collante, economista de Cesur, asegura que «es clave que si los depósitos a plazo empiezan a dolarizarse, los bancos necesiten liquidez para anticiparse a eso».
Además, considera que el hecho de que no renueven sus letras es una señal de que «están previendo que va a haber también algún movimiento brusco en los plazos fijos y quieren estar líquidos».
El destino de los pesos
Al explicar qué hicieron los bancos con los pesos que no colocaron en Leliqs, hay distintas visiones. El propio Sandleris, destacó la importancia de que esos billetes que no lograron renovar no fueron a la economía. «Los mantuvieron en sus cuentas corrientes en el BCRA», explicó desde el Salón Bosch de la entidad.
Unas horas más tarde, a través de un comunicado, el organismo monetario confirmó que por primera vez desde la implementación del esquema de control de la base monetaria, se registró un incumplimiento de la meta y aportó más detalles al respecto. «Este desvío se explicó, en parte, por la actitud precautoria de los bancos que, en un contexto de incertidumbre, derivó en una integración de encajes muy por encima de la exigencia», señaló.
De esta forma, al haber aumentado sus encajes voluntarios de forma precautoria, las condiciones monetarias se volvieron más estrictas, ya que el dinero se mantuvo inmovilizado en las entidades, agregó el comunicado.
Pero en el mercado descreen que hayan dejado de invertir en Leliqs para dejar sus pesos estacionados en el BCRA. Los últimos datos disponibles, muestran que el miércoles 28 de agosto las cuentas corrientes de los bancos aumentó $78.730 millones.
«Me resulta raro que si los bancos todos los días tienen un vencimiento de Leliqs, ahora se estén quedando con la plata y que dejen ese dinero sin que rinda absolutamente nada en el Central, con el nivel de tasa que hay hoy», sostiene Buteler.
Para el analista financiero, obviamente una parte puede ir al dólar y otra también puede ser dinero transaccional que puedan estar necesitando para compensar alguna tenencia de Lecaps que tenían y que ahora no van a cobrar en su vencimiento, así lo reseña iProfesional.