«No acepten cobrar menos que sus colegas hombres. ¡Jamás¡», dijo a las mujeres la nueva directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
En el primer día de la reunión semianual de la asamblea del Fondo Monetario Internacional (FMI) el martes, Georgieva, que lleva un par de semanas en el cargo, se mostró resuelta a batallar por la igualdad entre hombres y mujeres en el mundo del trabajo.
Nacida en Bulgaria, recordó los comienzos de su carrera en la era soviética y dijo que entonces no sabía que se podían negociar mejores condiciones laborales.
Georgieva se pronunció «en favor de las cuotas» para que las mujeres vayan ganando puestos de responsabilidad.
«Las cuotas no son una solución perfecta pero son una solución pragmática», dijo. «Sin cuotas llevaría mucho tiempo» obtener un acceso equitativo a posiciones altas, especialmente en las empresas, dijo.
Cuando una joven le preguntó cómo lograr éxito profesional, respondió: «Debes ser competente y tenerte confianza».
El FMI divulgó el martes un informe en el que encontró que el trabajo no remunerado (como la atención de niños y ancianos) «es una parte sustancial de la actividad económica que no se mide y desproporcionadamente recae sobre los hombros de las mujeres».
La mujeres realizan a diario dos horas más de trabajo no remunerado que los hombres e incluso «en los países más igualitarios del mundo, las mujeres hacen un 20% más de trabajo no remunerado que los hombres», especialmente en lo que hace a las tareas del hogar, dice el reporte.
Los gobiernos deben invertir en infraestructura para suministrar agua, electricidad y acceso a Internet pero también tienen que suministrar servicios de atención a niños y ancianos y mejorar la educación de forma tal de ayudar a las mujeres a «reemplazar el trabajo no remunerado por trabajo remunerado», añade.
Segunda mujer que lidera el FMI
La búlgara Kristalina Georgieva fue formalmente escogida en septiembre por el Fondo Monetario Internacional como nueva directora gerente de esa institución integrada por 189 países.
Su selección estaba asegurada luego de que el FMI anunciara ese mes que era la única candidata a suceder a la francesa Christine Lagarde, que ocupaba el cargo desde 2011 y lo dejó para postularse a presidir el Banco Central Europeo.
Al aceptar el puesto, Georgieva habló de tormentosos tiempos para la economía mundial.
«Es una gran responsabilidad estar al timón del FMI en momentos en que el crecimiento económico mundial sigue decepcionando, persisten tensiones comerciales y la deuda está en niveles históricamente altos», dijo en una nota.
«Eso significa también lidiar con problemas como la inequidad, riesgos climáticos y rápidos cambios tecnológicos», afirmó.
La designación de Georgieva, segunda mujer que lidera el FMI, mantiene la norma no escrita que establece que la entidad debe estar a cargo de una persona europea.
Georgieva, de 66 años, hereda una institución criticada por el creciente populismo en economías avanzadas y el incremento de las peleas comerciales; la mayoría de ellas desatadas por Estados Unidos, el socio mayoritario del Fondo.
Georgieva, que estaba impulsada por París, superó reticencias en la dividida Unión Europea. Alemania respaldaba nominar al exministro holandés de Finanzas Jeroen Dijsselbloem.
Los países que impulsaron a Georgieva esgrimieron sus sólidos antecedentes en finanzas internacionales.
En el Banco Mundial, donde transcurrió la mayor parte de su carrera y llegó a ser directora general, ganó experiencia en el manejo del ambiente; especialmente en lo referente a desarrollo sostenible y cuestiones agrícolas.
Además trabajó en favor de las mujeres al instar a una mejor educación de las niñas, prohibir limitaciones al trabajo femenino y fomentar los emprendimientos de mujeres -especialmente en África.
En este punto, debería ser continuadora de Lagarde, quien expresó sin pausa su voluntad de defender la igualdad de géneros.