El ejemplar muerto había sido remitido desde el Hospital Zonal de Trelew al Instituto de Zoonosis «Luis Pasteur» de Buenos Aires para los análisis correspondientes. La prueba, con fecha del 9 de octubre último, arrojó positivo de rabia. El médico veterinario Andrés Moyano, responsable del Área de Veterinaria y Zoonosis de la Municipalidad capitalina, recordó que hubo casos anteriores hace dos años y desde entonces se inició una intensa campaña de vacunación de mascotas. «Es un virus que se transmite por la saliva, o sea por una mordedura, aunque no hemos detectado casos de rabia en perros y gatos», aseguró el profesional.
“La semana pasada nos avisaron que un murciélago había capturado por personal de nuestra dirección en el centro de Rawson, en Vachina entre Sarmiento y Belgrano, lo remitimos para el análisis al Instituto Luis Pasteur y dio positivo de virus rábico. Es una situación que ya se había dado hace dos años en nuestra ciudad en un establecimiento educativo con dos murciélagos que también dieron positivo”, explicó Moyano (MP 191) en diálogo con Radio 3.
“A raíz de esos dos primeros casos, se inició un programa continuo de vacunación antirrábica en la ciudad, obligatoria, masiva y gratuita. Esa vez fue más complicado arbitrar todas las medidas preventivas, pero ahora como veníamos con ese ejercicio, esta situación no nos toma desprevenidos”, aseguró.
«La respuesta de los propietarios es deficiente, al principio visitábamos los centros comunitarios, previa difusión, porque éramos conscientes que no todos los vecinos tienen los medios para movilizarse a nuestra dirección. Lo hicimos durante todo el año, cada semana, elegíamos un día y hacíamos la campaña de vacunación. Lo mismo en algunos eventos de la Sociedad Protectora de Animales, que también contaban con nuestros veterinarios para la vacunación, pero de todas maneras hemos tenido poca llegada», reconoció.
«De todas maneras seguimos con la campaña y vacunamos a todos los animales que llegan a nuestra dirección para ser esterilizados», recalcó.
«En general no hemos tenido incidentes con caninos y felinos, aunque nuestra campaña de vacunación es de carácter obligatorio para evitar el peligro en nuestras mascotas y por supuesto el riesgo si mordieran a un humano», insistió Moyano.
«El virus se elimina por saliva, necesita una mordedura, pero no ha aparecido ningún caso en perros ni gatos, aun cuando tenemos muchos incidentes de mordeduras a personas», sostuvo el responsable de zoonosis.
«Hasta algunos años atrás la zona se consideraba libre de rabia sin vacunación, pero antes de Rawson, también habíamos tenido casos de murciélagos con rabia en ciudades vecinas. Por eso no fue ilógico que sucediera acá», señaló.
«Lo que debe hacer una persona cuando aparece un murciélago en su vivienda tiene evitar tocarlo, tratar de contenerlo con una caja o un frasco, pero siempre sin tomar contacto directo y comunicarse con nuestra gente para que lo retire y lo remitamos al Pasteur. Es importante que no lo maten, necesitamos enviarlo vivo para elaborar el análisis», advirtió sobre el proceder si apareciera un mamífero en la vivienda.
«El mismo animal se infecta por la mordedura de otro ejemplar y la enfermedad se mantiene en la colonia», puntualizó.
Sobre el período de incubación, recordó que “los síntomas se perciben unos 10 días luego del incidente, pero es variable en la cantidad del virus y de la zona de la mordedura. Si fuera cerca de la cabeza o en otra zona poblada de nervios, se desarrolla en un lapso más corto porque el virus se manifiesta precisamente por sistema nervioso”.
“La vacunación antirrábica se inicia a partir de los tres meses de vida y debe tener una actualización anual o periódica”, recordó.
“En zonas de Córdoba o La Pampa han aparecido casos con mayor frecuencia, incluso en las mascotas”, refirió Moyano.
“Están apareciendo casos en todo el Valle, por lo que recomendamos mantener a los animales confinados, que no tengan accesos a la vía pública, en el caso del gato es un poco más complejo, pero sí tenerlos vacunados. Y en este caso del murciélago portador se hizo un anillo vacunación en las proximidades. Los dos casos anteriores habían sido en un establecimiento educativo, a 400 metros de este nuevo lugar. Era un ejemplar pequeño, de unos 20 centímetros”, especificó.
«La población es normal, no se observa ningún crecimiento llamativo y el desplazamiento es natural por cuestiones de alimentación», concluyó Moyano.